1. El programa económico del Sr. Henrique Meirelles,
actual Ministro de Hacienda; ex presidente del BankBoston entre 1996 y
1999 y FleetBoston Financial; ex presidente del Banco Central de 2003 a
2010, y entre el 2012 y el 2016, Presidente del Consejo de
Administración del holding J & F, de Joesley Batista, es el Programa
del Mercado.
2. Es el programa deseado con ardor (y promovido con recursos) por
los banqueros, rentistas, grandes empresarios comerciales e
industriales, grandes propietarios rurales, dueños de grandes órganos de
comunicación, gestores de grandes fortunas, ejecutivos de grandes
empresas y sus representantes en el Congreso .
3. El Mercado puede ser definido como integrado por cerca de 200 mil
personas que declaran, espontáneamente, al llenar sus declaraciones
anuales de Impuesto de Renta, tener rendimientos mensuales superiores a
80 salarios mínimos (unos 80 mil reales al mes).
4. Los integrantes de esa entidad, creada y llamada Mercado por los
medios y por la academia, son en número inferior al 0,2% de la población
adulta brasileña (de unos 120 millones de individuos) y se enfrentan
con los otros 207 millones de individuos, que son más del 99% del pueblo
brasileño. Entre los 26 millones de brasileños que deben, de acuerdo
con la legislación, presentar declaración de ingresos y de bienes son
ellos menos del 1% de los declarantes del impuesto sobre la renta.
5. El programa de reformas de Meirelles, son en realidad
contrarreformas que promueven un retroceso económico y social al período
anterior a 1930. Estas contrarreformas, que la abrumadora mayoría del
pueblo rechaza, son un programa impuesto de forma implacable a Brasil, y
en realidad la ejecución (anacrónica) de las políticas recomendadas por
el Consenso de Washington.
6. El Consenso de Washington es una lista de diez políticas elaborada
por técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco
Mundial, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y por académicos
estadounidenses, para ellos las políticas más adecuadas y (hasta las
únicas) capaces de promover el desarrollo de los países atrasados,
subdesarrollados, como Brasil.
7. Este Consenso, que data de 1989, retoma los principios de la
teoría y de la política económica clásica de los tiempos del patrón oro y
anteriores a J.M. Keynes, en un momento de la política económica
estadounidense caracterizado por el éxito de sus esfuerzos de apertura
de mercados, desregulación financiera y de apoteosis de la
globalización; y de la política exterior, debido a su victoria contra
Irak en la primera guerra del Golfo y a la caída de la Unión Soviética,
la mayor victoria política y militar en la que no hubo siquiera el
desembolso de una bala.
8. La aplicación de las políticas del Consenso de Washington, exigida
por las “condicionalidades” del FMI y del Banco Mundial para la
concesión de préstamos y los dispositivos de los acuerdos de libre
comercio, versión de los “acuerdos desiguales” del siglo XIX, no
llevaron al desarrollo de los países de América Latina y de África.
9. La distancia, en términos de renta per cápita, de participación en
el Producto Mundial y en el comercio mundial, del número de patentes
registradas, etc., entre los países altamente desarrollados y los países
subdesarrollados (entre los que no se debe incluir a China) no se
redujo entre 1989, fecha del Consenso, y los días de hoy.
10. Desde el punto de vista estructural, estos países siguieron
caracterizándose como productores/exportadores de materias primas e
importadores de productos industriales, mostrando graves desigualdades y
pobreza, y bajo o ningún dinamismo tecnológico.
11. Aquellos países que se desarrollaron y crecieron rápidamente
después de 1989 fueron los que no siguieron estas políticas del Consenso
(siempre abogadas por Estados Unidos, organismos económicos y países
desarrollados) con especial atención a China, y en parte por la India.
12. La ejecución del programa del señor Enrique Meirelles se hace con
la colaboración de los señores Ilan Goldfajn y Dyogo Oliveira, y de los
técnicos que trabajan en Hacienda, en el Banco Central y en el
Ministerio de Planificación, que se presentan bajo la expresión “equipo
económico” .
13. El Programa de Reformas ejecutado por Henrique Meirelles y sus
auxiliares, con la ayuda del Congreso Nacional, es la implementación en
Brasil del Consenso de Washington.
14. de las políticas del Consenso de Washington y del Programa de H. Meirelles, son diez:
• disciplina fiscal;
• reducción del gasto público;
• reforma tributaria;
• intereses de mercado;
• cambio de mercado;
• apertura comercial;
• eliminación de las restricciones a la inversión extranjera directa;
• privatización de empresas estatales;
• desregulación;
• derecho a la propiedad intelectual.
15. La disciplina fiscal, primer principio del Consenso, que
significa un esfuerzo para promover un riguroso equilibrio entre
ingresos y gastos públicos, elimina la posibilidad de endeudamiento del
Estado para realizar políticas anticíclicas, para enfrentar el desempleo
y el subempleo, y realizar las inversiones estructurantes e
indispensables para el desarrollo sostenido de un país.
16. La disciplina fiscal, punto central del Programa de Meirelles, es
impuesta por la Enmienda Constitucional 95, que congela los gastos
“primarios” por 20 años, sin tocar los gastos del Estado con la deuda
pública, que llegan a casi el 50% del total del presupuesto y del gasto
público, sin permitir el aumento de ingresos, rechazando el combate a la
evasión de impuestos y la evasión de divisas, y, implícitamente,
negando la posibilidad de aumento de impuestos y de reforma tributaria.
17. El segundo principio del Consenso, que es la reducción de los
gastos públicos, significa la reducción de los gastos primarios con las
actividades del Estado en seguridad pública, justicia, defensa; en
programas sociales como educación y salud pública; con la Asistencia y
Previsión Pública; con inversiones de infraestructura, etc.
18. No se plantea Meirelles reducir los gastos del Estado con el
servicio y la amortización de la deuda pública, correspondientes a más
del 50% del presupuesto, que se deriva de los niveles extraordinarios,
en términos internacionales, de la tasa de interés de referencia
establecida por el Banco Central (la Selic) ni de controlar los ingresos
que el sector financiero aporta con la práctica de intereses
elevadísimos que inhiben el consumo de la población y la inversión
empresarial.
19. La política de reducción del gasto del Estado se busca a través
de la misma Enmienda Constitucional 95 que congeló el gasto primario en
el nivel delaño 2017, durante veinte años, es decir, hasta 2037.
20. Algunas conseucuencias de la reducción del gasto público (o la privatización de los programas públicos) son los siguientes:
• reducción de la Bolsa Familia, que atiende hoy al 25% de la población, lo que redundará en aumento de la pobreza absoluta;
• reducción de la atención a los niños en su primera infancia;
• reducción del Sistema Único de Saúde (SUS) y agravamiento de la
situación de la salud de la masa de ciudadanos pobres, sin capacidad de
pagar por medicamentos y asistencia médica;
• reducción de las inversiones en educación y su privatización, lo que excluirá a los pobres del acceso a la educación;
• reducción de las inversiones en defensa, necesarias para una
política de disuasión, imprescindible para un país con las dimensiones
geográficas, poblacionales y económicas de Brasil.
• reducción de las inversiones en ciencia y tecnología.
21. El tercer principio, la reforma tributaria, propugnada por el
Consenso de Washington, no significa una reforma del sistema tributario
para hacerlo menos regresivo, es decir, menos incidente sobre los más
pobres, sino reducir impuestos sobre el capital y las cotizaciones de la
seguridad de las empresas para, y con el aumento de la perspectiva de
lucro de las empresas alcanzar el objetivo de estimular las inversiones
privadas.
22. Es lo que parece pretender el Ministerio de Hacienda y Meirelles,
articulador principal de la política económica del Gobierno Temer, como
se puede entrever de las discretas manifestaciones del Gobierno sobre
el tema.
23.
La poca disposición de Henrique Meirelles de revisar las exenciones
fiscales y de cobrar la deuda pública de la Unión, que supera el monto
de tres billones de reales, y las deudas de las empresas privadas a la
Previsión, que llegan a más de 400 mil millones de reales; los programas
de refinanciación de deudas (REFIS) que son, en realidad, programas de
perdón de deudas; la tolerancia con las decisiones del Consejo
Administrativo de la Receita Federal-CARF en favor de las grandes
empresas y contra el Estado; la tolerancia con la evasión de divisas
hacia el exterior, revelan en su conjunto la naturaleza de la reforma
tributaria que Meirelles está, en la práctica, realizando en beneficio
del capital y contra el trabajo.
24. La práctica de intereses de mercado, la cuarta recomendación del
Consenso de Washington, significa que el Estado no debe ejecutar
políticas de intereses subsidiados para estimular y fortalecer a las
empresas de capital nacional en su competencia, interna e internacional,
con las megaempresas multinacionales que, además de los recursos de sus
tesorerías, tiene fácil acceso a la financiación de bancos públicos de
sus Estados y de megabancos privados multinacionales.
25. La política de Meirelles de sustituir la TJLP -tasa de interés a
largo plazo, cobrada por el BNDES en los préstamos a las empresas (no
sólo nacionales, sino también extranjeras) por la TLP -Tasa de Largo
Plazo, que hará que los intereses cobrados por BNDES se acercan a los
intereses de mercado, tasa que será flotante, es uno de los instrumentos
de la política de privatización de los bancos públicos brasileños. En
el caso del BNDES, pretende también beneficiar a las empresas
extranjeras que actúan en Brasil y forzar a las empresas brasileñas a
financiarse juntos a bancos privados que practican tipos de interés (a
empresas) que superan el 30% al año, tasas que hacen inviable cualquier
inversión productiva.
26. El Consenso de Washington recomienda, en quinto lugar, a los
países subdesarrollados que adopten una política de cambio de mercado,
es decir, que el Estado no interfiera de ninguna forma en el mercado
cambiario y que no controle de ninguna forma los flujos de ingreso y de
salida de capitales de la economía y, por lo tanto, permita la intensa
especulación que existe en el mercado mundial de divisas.
27. El Ministerio de Hacienda y el Banco Central realizan una
política de cambio valorizada, es decir, el real tiene un valor en
relación al dólar muy superior al que sería conveniente para promover el
desarrollo industrial y las inversiones privadas necesarias, política
que dificulta las exportaciones brasileñas, inunda el mercado doméstico
con importaciones de productos industriales baratos (provenientes en
especial de China, pero no solamente de China), estimula los gastos con
el turismo, etc. y desnacionaliza la industria brasileña que, cada vez
más debilitada, es gradualmente vendida a precios “muy buenos”, según
los expertos en vender Brasil.
28. La política cambiaria es pro-valorización del real con el
objetivo de usar la política de intereses altos para atraer capitales
extranjeros en inversiones especulativas.
29. La apertura comercial, sexta política recomendada por el Consenso
de Washington, consagra la división internacional del trabajo entre
países primarios y países industriales. Es objetivo de Henrique
Meirelles en la medida en que éste practica una política de plena
libertad de ingreso de productos industriales extranjeros a Brasil,
incluso cuando hay situaciones de dumping.
30. Las consecuencias de esta política de apertura se pueden
verificar por los déficit en la balanza comercial de productos
industriales con los países altamente industrializados y con China; por
no haber reglamentación de la exportación de productos agrícolas,
altamente favorecida por la política de crédito del Gobierno (lo que
beneficia a los países que importan productos primarios brasileños); por
la decisión de extinguir el acceso a crédito favorecido a las empresas
instaladas en Brasil que era concedido por el BNDES; por la eliminación
de la política de contenido nacional; por la débil defensa de las
políticas brasileñas denunciadas en la Organización Mundial del
Comercio-OMC por los países exportadores industriales que buscan impedir
la emergencia de competidores, mientras que en Brasil se repite sin
cesar el mantra de la competitividad y de la productividad, en realidad
argumentos para promover la reducción de salarios y de los beneficios de
los trabajadores.
31. Henrique Meirelles pretende consolidar su programa neoliberal a
través de la adhesión de Brasil a la Organización de Cooperación y
Desarrollo Económico-OCDE, que reúne a los países más desarrollados del
mundo para articular posiciones comunes en negociaciones y en organismos
internacionales, sin oír a la sociedad o al Congreso Nacional,
aferrando (lock in) toda su política ultra neoliberal y haciendo su
eventual revisión, aunque venga a verificarse indispensable por las
necesidades de desarrollo de un país con las características de Brasil,
más difícil, pues su revisión contrariaría “compromisos internacionales”
.
32. Pretende también a Henrique Meirelles promover, a cualquier
costo, un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, que llevará a
la celebración de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, con
China, con Japón y otros países y eliminará toda posibilidad de
desarrollo industrial en Brasil debido a la eliminación de su principal
instrumento que es la política arancelaria.
33. Estos acuerdos significarán el fin del arancel externo común del
Mercosur y, por lo tanto, el fin de toda política de integración
regional y de formación de un bloque sudamericano.
34. El séptimo principio del Consenso de Washington, que determina la
eliminación de las restricciones a la inversión extranjera directa,
viene siendo aplicado en particular por la política de cambio de
mercado; por la privatización y desnacionalización de las empresas
estatales, sin ninguna precaución de naturaleza estratégica, como ocurre
en países desarrollados en relación a sectores como la electricidad,
puertos y medios de comunicación; por la apertura de la explotación de
las reservas del pre-sal a las megaempresas petroleras extranjeras; por
la política de fragmentación y venta a multinacionales petroleras de
empresas del complejo de Petrobrás; por el fin de la política de
contenido nacional.
35. Otras políticas del Gobierno de favorecimiento al capital
extranjero son la apertura de sectores de servicios como la salud y la
educación; la venta de tierras a extranjeros; la desregulación ambiental
y la apertura de reservas forestales a la explotación económica, en
especial a la minería.
36. La Operación Lava Jato contribuyó de forma importante a crear en
la opinión pública una imagen de Petrobrás como empresa corrupta e
ineficiente a partir de la divulgación permanente a la prensa de
delaciones premiadas involucrando a dirigentes de la empresa y
políticos, a pesar de su capacidad de producción y de su liderazgo
tecnológico en el sector del petróleo.
37. En realidad, el objetivo de la política de Meirelles es reducir
el Estado al mínimo, eliminando su competencia y función reguladora y
fiscalizadora de la actividad económica (inclusive en el sistema
tributario) y de inversor, y transferir toda actividad económica a la
empresa privada, pero en especial para la empresa extranjera,
promoviendo un amplio proceso de desnacionalización de la economía que
ocurre, incluso, en paralelo a la eliminación de cualquier apoyo a las
empresas de capital nacional.
38. La aplicación del octavo principio del Consenso de Washington,
que recomienda la privatización de las empresas estatales, estaba
anunciado en el Programa de Alianzas de Inversión-PPI desde el inicio
del Gobierno Temer y ahora se ha acelerado con la crisis política y con
el desequilibrio fiscal agravado por las necesidades de articulación de
apoyo político en el Congreso para impedir la aprobación de la apertura
del proceso de investigación contra el Presidente Michel Temer y para
compensar la caída constante de los ingresos tributarios debido a la
recesión económica causada por la propia política recesiva que Henrique
Meirelles provoca al ejecutar, con rigor, las políticas recomendadas por
el Consenso de Washington y el Mercado.
39. Ahora se ha anunciado la privatización de 57 empresas, entre
ellas Eletrobrás, la Casa de la Moneda y grandes aeropuertos, y
prosigue, de forma discreta, el programa de desinversión de Petrobras,
ejecutado por Pedro Parente, que transformará a Petrobras, una gran
empresa de petróleo integrada y altamente competitiva en el escenario
internacional, en una pequeña empresa exportadora de petróleo, en
especial para Estados Unidos.
40. Henrique Meirelles se ha comprometido a privatizar los bancos
públicos, como ha revelado Ilan Goldfajn, Presidente del Banco Central,
al decir en una rueda de prensa que los “intereses altos” (o el spread)
en el mercado brasileño se derivan de la falta de competencia en el
sector financiero, que debería abrirse a los bancos extranjeros.
41. La política de desregulación es la novena política patrocinada
por el Consenso de Washington que significa, como mínimo, la relajación o
aflojamiento de la legislación económica y laboral.
42. El Programa económico del Mercado, ejecutado por Henrique
Meirelles, sigue a pies juntilla esa recomendación del Consenso en todos
los sectores de la actividad económica comenzando por la reforma
laboral, con la reducción de las atribuciones de los sindicatos; el
debilitamiento de la Justicia del Trabajo y de la fiscalización; la
prevalencia de lo negociado sobre lo legislado; la tercerización en
todas las actividades de las empresas; los horarios intermitentes de
trabajo; la posibilidad de despidos masivos de trabajadores; el fin del
impuesto sindical, manteniendo el sistema S de las entidades
empresariales; ampliación de los contratos temporarios; fin de la
libreta de trabajo.
43. La reforma de la Previsión Pública significará, debido a la
migración de los contribuyentes más ricos e incluso de los más pobres,
que percibirán la inutilidad de contribuir debido a los nuevos plazos y
exigencias de jubilación, la privatización y el fin de la Previsión en
Brasil para los más pobres , cuyo rendimiento no permitirá que paguen
planes privados de previsión.
44. En el ámbito ambiental, la flexibilización se hace por la
transferencia de la Unión a los Estados de la competencia para la
determinación de reservas ambientales; por la reducción de las
exigencias de los informes de impacto ambiental; por la flexibilización
en el uso de agrotóxicos.
45. Todo el programa de privatización (y desnacionalización) de
empresas estatales corresponde también a una amplia desregulación de la
actividad económica en beneficio de las empresas privadas, pero no de
los trabajadores.
46.
El debilitamiento de la reglamentación económica se agravará con la
reducción de las actividades de fiscalización del Estado que se derivará
de la atrofia de los organismos de fiscalización debido a recortes de
recursos y de personal.
47. La décima recomendación del Consenso de Washington se refiere a
la protección de la propiedad intelectual a través de una legislación
más favorable a los titulares de patentes y marcas que, en general,
megaempresas multinacionales.
48. Hay un esfuerzo permanente del Gobierno, a través del Instituto
Nacional de Propiedad Industrial-INPI, de reducir los plazos para el
examen de las solicitudes de concesión de patentes, sin establecer
ninguna obligación de fabricación en Brasil, lo que se convierte la
patente en un monopolio de importación, y la reducción de las exigencias
de novedad, a lo que se suma ninguna fiscalización y remesas
significativas y crecientes de pagos al exterior por tecnologías, muchas
veces obsoletas y por el uso de marcas, lo que es absurdo.
Consecuencias del programa Henrique Meirelles
49. El alto grado de urbanización de la sociedad brasileña torna
necesaria la existencia y la expansión de la industria, que es el sector
dinámico de cualquier economía desarrollada de grandes dimensiones.
50. La mecanización de la agricultura a gran escala orientada a la
exportación no genera empleos suficientes y expulsa mano de obra del
campo a las ciudades, lo que agrava la situación de la población urbana
en términos de empleo, vivienda, salud, educación, etc.
51. La tendencia a la automatización y la robotización en el sector
industrial, sin ninguna política para enfrentar este desafío, hace que,
aunque haya aumento de la producción, se reduzca la generación de
empleos industriales.
52. La inexistencia de una política de exportación de productos
industriales, que incluya la participación activa de las empresas
extranjeras, y el permanente ingreso de capitales extranjeros necesarios
para equilibrar la balanza de pagos, debido al déficit estructural en
las cuentas corrientes, genera una perspectiva de crisis cambiaria
futuro, a pesar de las reservas significativas actuales.
53. La concentración de la renta y de la riqueza tenderá a
profundizarse continuamente así como las demás disparidades internas y
las vulnerabilidades externas. La violencia urbana y rural tenderá a
agravarse de forma significativa.
54. Los detentores de grandes fortunas tenderán a convertirse en
ausentistas, es decir, pasarán a residir en el exterior como ya ocurre
en relación a muchas de sus familias y herederos.
55. El Programa económico del Mercado ejecutado por Henrique
Meirelles consolidará la situación de Brasil como productor y exportador
de productos primarios agrícolas y minerales, en especial de petróleo, y
como territorio de explotación de mano de obra con la instalación de
megaempresas multinacionales para explotar un mercado internor de tamaño
medio, cerca de treinta millones de consumidores, pero que es mayor que
el mercado interno de muchos países europeos (en número de
consumidores), rodeados estos 30 millones por 170 millones de una masa
anómica de desempleados, subempleados y miserables.
Samuel Pinheiro Guimarães fue secretario general de Itamaraty (2003-2009) y ministro de Asuntos Estratégicos (2009-2010).
Traducción: Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico