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Dónde está el sujeto
Por Colectivo Editorial / revista crisis - Tuesday, Sep. 12, 2017 at 1:48 PM

09 de Junio de 2016 / “Las clases sociales de hoy no son las mismas que llevaron adelante la insurrección de 2003”, escribe Álvaro García Linera, en su artículo “Derrotas y victorias”, un intento de explicar por qué Evo Morales perdió el referéndum por su reelección.

Si modificamos el año y ponemos 2001, podríamos decir algo semejante sobre lo acontecido en Argentina. El vicepresidente de Bolivia agrega: “Han surgido otras colectividades entre las clases populares y en las diversas clases medias de origen popular, más volátiles, por residencia, por estudio o por comunidad virtual, que se mueven por otros referentes e intereses, muchas veces de carácter individual”.

Entre nosotros, el cambio en la composición de los sectores populares no sólo influyó en la derrota electoral del kichnerismo, sino también en la escasa resistencia a las políticas implementadas durante los seis meses que resetearon al país. El gradualismo utópico se trasmutó en un shock científico que hizo crujir los bolsillos a la velocidad de la luz. La ilusión originaria de un neodesarrollismo que metía las patas en la fuente de la inversión extranjera directa, dio paso al torrente salvífico del capital especulativo y usurario. Y mientras el empoderamiento social o la irreversibilidad de ciertas conquistas que conforman el imaginario populista permanece en estado virtual, se acrecienta el desconcierto a la hora de enfrentar a los poderes reales.

En este contexto, un incómodo enigma rezumba en el áspero proceso de recomposición de las subjetividades y las organizaciones que procuran oponerse: el despliegue actual de la Propuesta Republicana, ¿es el resultado de una derrota estratégica del movimiento social y político que a lo largo de este siglo intentó construir una alternativa al neoliberalismo? ¿O estamos ante un tropiezo que no es caída, un desplazamiento en reversa para tomar impulso o, como dice García Linera, “una derrota táctica en medio de una ofensiva y victoria estratégica?”. No tiene sentido apelar a algún oráculo para responder categóricamente estas preguntas; basta con planteárselas, y sacar las narices de las pantallas de hiper actualidad donde acostumbramos consumir sentencias tan salvadoras como deprimentes.

El alcance regional de esta nueva “transición hacia la democracia de las finanzas” refuerza el presentimiento de que nos enfrentamos a un punto de inflexión histórico. Las derechas políticas y mediáticas avanzan con cabal conciencia de clase en dos planos esenciales: el replanteo del modo de acumulación, con la correspondiente transferencia de ingresos en favor de las élites; y un proceso de reorganización general de las instituciones del estado, gracias al cierre reaccionario del sistema político y judicial.

El golpe de palacio contra el PT en Brasil inscribe al experimento macrista en una partida con ribetes geopolíticos. Una singular noticia, de las varias que circulan, revela el sobrevuelo de drones imperiales: el Senado de Estados Unidos acaba de aprobar, a propuesta de Obama, la designación de Peter McKinley como embajador en Brasil, un veterano diplomático que fue jefe de misión en Perú, en Colombia y actualmente dirige la delegación norteamericana en Afganistán. Una vez más hemos subestimado las armas y la osadía con que las clases dominantes consiguen forzar los límites democráticos, anulando oponentes, corrompiendo el corazón de las instituciones, y barriendo los pilares de la comunidad.

Se avecinan intensos conflictos sociales, con final abierto. Habrá que desplegar una inédita inteligencia política, ante la presumible ola de escasez de mediaciones para canalizar la protesta. La temeraria incógnita que será develada en los próximos meses, a la que más vale anticiparse, se refiere al grado de represión que los gobiernos están dispuestos a ejercitar para impedir el fracaso de su programa. El tiempo y la paciencia se agotan. Y en el horizonte apenas se divisan nubarrones, frío y banalidad.

Artículo publicado en revista crisis #25

fuente http://www.revistacrisis.com.ar/notas/donde-esta-el-sujeto

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