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CGT descarta plan antisindical de Macri y abre hoy cumbre sobre reforma “light”
Por Mariano Martín - Tuesday, Oct. 03, 2017 at 9:45 AM

Martes 3 de Octubre de 2017 | La mesa chica se reunió ayer para repasar los temas de la cumbre de hoy. Creen que casos como el del “Pata” Medina son aislados. Dirigentes rechazan el plan porteño de realizar pasantías con estudiantes secundarios.

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Foto: Héctor Daer

La CGT hará hoy una cumbre para confirmar su voluntad de diálogo y negociación con el Gobierno y despejar al menos de momento cualquier atisbo de conflictividad. El objetivo de la central será mostrar unidad interna para encarar un debate por la legislación laboral bajo la premisa de no herir los pilares del sindicalismo (el modelo de representación, el de paritarias y las obras sociales) y recuperar el rol de interlocución de la central para una cogestión de la política económica ligada al mercado de trabajo. La exhibición de fortaleza creen que será útil también para despejar cualquier fantasma de avanzada oficial contra los sindicatos, más allá de declaraciones puntuales de referentes de Cambiemos, frente a un compromiso del Ejecutivo de que no tomará esa dirección.

Sobre esos ejes giró ayer una reunión de la mesa chica de la CGT en la sede del gremio estatal UPCN. Allí debatieron dos de los miembros del triunvirato, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid; los "independientes" Andrés Rodríguez (anfitrión), Gerardo Martínez y José Luis Lingeri; el "gordo" Armando Cavalieri (Comercio); representantes del sector de Hugo Moyano como Carlos Frigerio (cerveceros), Abel Frutos (panaderos) y Jorge Sola (seguro), y los referentes del transporte público Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad) y Mario Caligari (colectiveros, UTA).

La reunión sirvió como preparativo para el Comité Central Confederal (CCC, el denominado "parlamento de los trabajadores") que sesionará desde este mediodía en un teatro de La Fraternidad con la participación de unos 300 congresales de cerca de 160 sindicatos miembros de la CGT. El cónclave tenía inicialmente un sesgo abiertamente opositor: anunció su convocatoria Schmid en el acto que presidió en la Plaza de Mayo el 22 de agosto y en el que hizo saber de la posibilidad de un nuevo paro contra el Gobierno, aunque con el correr de las semanas y la reanudación del diálogo con el Ejecutivo esa chance fue descartada.

En lugar de huelgas o medidas de fuerza hoy se discutirá sobre la base de algunos ítems acordados con la administración de Mauricio Macri. Uno de ellos es el envío al Congreso de un proyecto de ley de blanqueo laboral, con una amplia condonación de deudas para empleadores informales y eventuales facultades de inspección para los sindicatos; también, el relanzamiento de un sistema de pasantías o "prácticas formativas", con participación de los gremios, y la creación de una agencia evaluadora de salud como salvaguarda para las obras sociales frente a los juicios de afiliados por prestaciones reclamadas.

Ayer surgió la posibilidad de incluir en el debate un ítem relacionado con las pasantías: el proyecto de reforma educativa del Gobierno porteño que prevé la designación de tareas para los estudiantes de quinto año. En la cúpula de la CGT se escucharon voces unívocamente contrarias a esa posibilidad.

Respecto de las obras sociales, la central obrera seguirá de cerca la negociación por el relanzamiento del denominado plan de Cobertura Universal de Salud, con fondos comprometidos por los gremios (de la deuda que reconoció y saldó parcialmente la actual gestión) y la creación de una fundación del PAMI para contrataciones por fuera de los estatutos de la obra social de los jubilados. Este último punto, en lugar de preocupar a los dirigentes, fue interpretado como una posibilidad de entablar negociaciones más fluidas con ese organismo.

Fuera de esa agenda también se coló ayer la detención del sindicalista platense Juan Pablo "Pata" Medina, así como una escalada contra otros dirigentes como Víctor Santa María (encargados de edificios) y, eventualmente, Hugo Moyano. Los participantes de la reunión de ayer admitieron una cierta preocupación, pero también dijeron confiar en las señales enviadas por los funcionarios en cada encuentro reservado: no forma parte de los planes del Gobierno alentar investigaciones y causas judiciales contra el sindicalismo en general.

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