Julio López
está desaparecido
hace 6428 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

“Profundamente, por nuestros papás, por nuestros abuelos”
Por Agencia Periodística Timbó - Monday, Oct. 09, 2017 at 4:09 PM

Dossier | Pueblo Pilaga: 70 años de la Masacre de La Bomba

“Profundamente, por ...
22256817_1822227307999659_6432367223534384078_o.jpg, image/jpeg, 1744x1096

(Agencia Periodística Timbó) el 10 de octubre se cumple un nuevo aniversario de la Masacre de la Bomba. Bartolo Fernández, presidente del Consejo de Representantes de la Federación de Comunidades Indígenas del Pueblo Pilagá, hace un recorrido por la historia y la lucha del Pueblo Pilagá.

APT: ¿Qué reflexión le surge a pocos días de conmemorarse el 70º Aniversario de la Masacre de La Bomba?
Bartolo Fernández: Estamos para recordar aquellos momentos del Pueblo Pilagá del año ´47. Siempre hay gente que no conoce o no sabe lo que pasó en el año ´47. Como hijos de sobrevivientes del Pueblo Pilagá, siempre estamos recordando esa fecha. Fecha en la que fueron masacrados por la gendarmería, acá en Las Lomitas. Estamos preparando, en estos tiempos, porque ya van a ser 70 años de esta historia. Nosotros estamos siguiendo a la Justicia que, desde aquellos momentos, cuando presentamos la demanda a nivel Nacional por este hecho, en 2005. Y bueno, pasaron más de 10 años y ahora estamos esperando la respuesta de la Justicia, hasta este momento no pasó nada. Pero sí estamos trabajando para que la Justicia reconozca esto. Estamos recordando siempre la muerte en la masacre de los Pilagá. A veces sentimos profundamente, por nuestros papás, por nuestros abuelos, que han sido masacrado en el año ´47.
APT: ¿Qué ocurrió el 10 de octubre de 1947 y los días previos?
Bartolo Fernández: Siempre estamos recordando la palabra de mi abuelo, cuando en ese momento los Pilagá solamente estaban concentrándose en un lugar porque estaban adorando un Dios de ellos que sanaba enfermos, y por eso la gente se amontonó en Las Lomitas, en esos tiempos. Por eso la gente, sobre todo la gendarmería, se molestó y le hicieron eso a nuestros abuelos. Cada fin de año recordamos para que la Justicia ponga la atención en eso hechos.
En este tiempo estaba Luciano. Él era un anciano que recibió seguramente un poder para sanar a la gente. Poder quizás que sanaba a los enfermos y ese anciano que recibió ese poder, por ese entonces, reunió a todos, esos días. No solamente a los Pilagá sino también a los Qom y otros más. Muchísima gente reunida. Por ese motivo sucedieron los hechos, pero no lo sabemos profundamente a eso. Tampoco en aquellos tiempos los ancianos entienden los castellanos. Por eso no hay unificación con la gente blanca.
Después de escuchar los testimonios de los ancianos sobrevivientes, se sabe que cuando cantaban de día y de noche, el Escuadrón 18 de Las Lomitas le molestaba mucho. Parece que no podían dormir y pensaban que se están preparando para matar a la gente. Sin embargo, están adorando a un Dios Vivo que sanaba. De repente, me parece que el comandante de gendarmería de Las Lomitas se comunicó con el Presidente General Perón para pedir si se puede callar a la gente. El cacique de ese tiempo era Pablito, y querían que lo lleven a Buenos Aires para que le den un documento y trasladarlo a un lugar que sea seguro. Como tres veces los llamaron.
La gente Pilagá, algunos ancianos, según lo que comentaban los ancianos, decían que una mujer soñó que, cuando se vaya a Buenos Aires él sólo, lo van a matar. Pablito no tenía problema para ir, pero había alguna visión de los ancianos que no le permiten ir porque le van a matar o tirar por ahí en el camino. Porque él solo tenía que viajar a Buenos Aires para entrevistar con el Gobierno de Perón. Ese fue un problema grande y por eso la gendarmería masacró, porque Pablito no quería ir. No quería que le den un documento para trasladar a la gente de ahí. Pablito no se va. Eso trajo el problema.
APT: Lo que está contando es sobre los días previos al 10 de octubre, ¿qué ocurrió entonces ese día?
Bartolo Fernández: Hay algunos ancianos sobrevivientes que trabajaban en la gendarmería como cocineros, y como Pablito no se va, entonces decían: “Vamos a hacer de otra forma porque el cacique no quiere ir”. Entonces dijeron que en unos días la gendarmería se va a estar preparando para fusilar a esa gente. Hay sobrevivientes que saben eso, todas las comunidades Pilagá saben eso, que ya se está preparando la gendarmería. Trajeron unos cuantos terneros de vaca, todos negros, trajeron mercadería, pero ellos sabían que la mercadería tenía una maldición para que se mueran todos los indígenas. Y eso animales todos negros significaba que van a matar a todos los Pilagá. Y ya mencionó la gendarmería para ese día a las 12 del mediodía. Vinieron como tres veces más y decían: “Bueno, acá Pablito, esperamos hasta las 6 de la tarde para que ustedes reciban caramelos”. Y caramelos significaba las balas de los gendarmes.
Algunos ya saben, algunos grupos ya se dispararon, ya se fueron. Se fueron a sus comunidades. No eran todos juntos cuando dispararon. Un grupo se va a Campo del Cielo y otro grupo a Cacique Coquero. Antes de las 6 de la tarde algunos ya se fueron con sus familias. Un grupo dispararon al monte y otro grupo se quedó. Y bueno eso son los comentarios que dijeron los ancianos.
APT: ¿Qué ocurrió después del 10 de octubre?
Bartolo Fernández: Después de la masacre hay nuevas administraciones que llevan a la gente a Colonia Muñís y a Bartolomé de las Casas a trabajar. Los hicieron trabajar. Se perdieron muchos territorios. Lo que estaban antes los ancianos ya no recuperamos más. Eso porque ellos tenían miedo de volver a ser masacrados, por el miedo no podían volver a sus territorios. Hay un grupo grande que son dueños ya de la tierra que todavía existe hoy, pero algunos territorios de los ancianos se han perdido mucho, acá en la provincia de Formosa.
APT: ¿Cómo cree que se vive ese miedo en la actualidad?
Bartolo Fernández: En este tiempo, ya desde cuando comenzó la democracia en el año ´83, la mayoría de las comunidades se le fue devolviendo algo de tierra, tanto la Nación como la Provincia. Y bueno, los ancianos ya no tienen tanto miedo. Antes si había miedo cuando veían a algún militar. Pero cuando empezó la democracia ya saben que nosotros tenemos el derecho como ciudadanos, como Pueblo Indígena. Ya completamente los ancianos recuerdan, sí, pero ya no tienen más miedo. Ya tienen sus hijos grandes, sus nietos. Y comienzan a olvidar el miedo, pero la historia se quedó.

agrega un comentario