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¡Seremos como el Che!
Por Evelyn Moreno/ABP Ecuador - Wednesday, Oct. 11, 2017 at 11:01 PM

El Che consideraba que el marxismo debía ser repensado y no se debía seguir aquellas recetas de manual

¡Seremos como el Che...
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Se debe partir de la concepción de que el “Che” no sólo representa aquel guerrillero heroico al que conmemoramos y recordamos por llevar a espaldas un fusil, sino que el Che es un revolucionario que tuvo una vasta producción intelectual.

Y es que Ernestito, desde una pronta edad gracias a la influencia de su madre, comenzó con el habito de la lectura y entre sus primeros textos formativos prevalecería un gusto literario y filosófico, que irían marcando la construcción ideológica y política. Resulta interesante saber que el

Che en su juventud comenzó a elaborar un diccionario filosófico.

Sus dos viajes a lo largo de América Latina lo marcaron, palpar la miseria de todo un pueblo lo motivarían a iniciar una lucha más allá de cualquier frontera. La batalla contra el imperialismo la causante de los males, injusticia y el sentido común predominante que laceran a los pueblos del mundo.

Su primer contacto con el marxismo lo hizo gracias a un doctor peruano Hugo Pesce, un eminente doctor de ideas marxistas fundador del Partido Socialista Peruano junto con Carlos Mariátegui. Este médico induciría al Che en el estudio del marxismo, doctrina filosófica, política y económica que se convertiría en la herramienta para su tan anhelada lucha por cambiar todo lo que debe ser cambiado.

En la Guatemala de Jacobo Arbenz el Che conoce a Hilda Gadea mujer que sería su gran influencia ideológica y política, unidos por una profunda identificación intelectual, junto a ella profundizaría el marxismo y sería el puente para que se comience a relacionar con el circulo de intelectuales cubanos que trabajaron muy activamente para el derrocamiento de Batista en Cuba.

Tras el golpe de estado efectuado por la Cia y la United Fruit Company a Jacobo Arbenz, Hilda y el Che abandonan Guatemala y se trasladan a México, ahí es donde entablan relación con Fidel Castro. El Che se compromete definitivamente con los revolucionarios cubanos siendo el médico del Granma e internándose en la Sierra Maestra y conseguir la caída del dictador Batista y la instauración del nuevo orden en Cuba.

El Che comienza a desarrollar sus alcances intelectuales y aportes al proceso cubano pues se ve inmerso en la necesidad de hacerlo, ante la realidad imperante, Cuba recién liberada se convierte en el blanco de constantes ataques del imperialismo de diversa índole: diplomáticos, políticos y económicos.

El desarrollo de las fuerzas productivas se constituyó en una necedad, el Che fue nombrado como Ministro de Industrias y su trabajo estuvo enfocado en desarrollar la industria en un país que fue reducido a la cantina de los Estados Unidos, ahora la meta estaba trazada y debía ser cumplida: organizar, mantener y desarrollar la industria en la incesante lucha de clases que se disputaba en Cuba con la escasez de cuadros técnicos, pues la mayoría sucumbió ante la campaña imperialista.

En aquellos cinco años que el Che está encargado del Ministerio de Industrias es cuando más logró desarrollar su pensamiento económico, y genera una fuerte crítica a aquel reduccionismo economicista que se desplegó en la década del sesenta.

El Che consideraba que el marxismo debía ser repensado y no se debía seguir aquellas recetas de manual, él consideraba que el camino a la revolución de aquellos países del "Tercer Mundo" que no cumplían con todas las condiciones materiales se debía hacer según cada una de sus condiciones.

El pensamiento del Che tiene su total vigencia en no dejar que se caracterice a la revolución como un solo camino, sino como una construcción del pueblo con virtudes, aciertos y hasta desaciertos, su vigencia se encuentra en los principios marxistas leninistas como guías que nos permiten transformar la realidad y no como una camisa de fuerza.

Con cincuenta años de la muerte del Che aún está más vivo que nunca, con su ejemplo de transparencia, consecuencia y alta humanidad.

Y tal como alza el grito de los pioneros cubanos. diremos que ¡Seremos como el Che!.

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