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Negociaciones contra reloj en Alimentación para evitar otro PepsiCo
Por Jorge Duarte - Wednesday, Nov. 22, 2017 at 11:24 AM

Miércoles 22 de noviembre de 2017 | 08:04hs | Hay alarma en el gremio que lidera Rodolfo Daer por otra multinacional que evalúa mudar su planta a Mar del Plata. Negociaciones frenéticas para evitar otra salida turbulenta.

Negociaciones contra...
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Luego del terremoto social, político y gremial que desató el cierre sorpresivo, los despidos masivos y la mudanza a Mar del Plata de la planta Florida de la Multinacional PepsiCo (que todavía mantiene una carpa instalada por los empleados cesanteados frente al Congreso de la Nación), en el Sindicato de Trabajadores de Alimentación (STIA) ya trabajan para evitar que un conflicto, que por estas horas se mantiene subterráneo, vuelva a agitar aguas turbias.

Se trata de otra empresa multinacional, en esta oportunidad de capitales holandeses, Farm Frites Internacional, que casualmente también está localizada en el partido bonaerense de Vicente López gracias a un acuerdo con Alimentos Modernos. Entre los cargos de dirección de la firma manejan, con sigilo, la idea de un traslado a La Feliz en el corto plazo.

La posibilidad que se empezó a barajar con más fuerzas, y que por estas horas encendió las alarmas en el entorno de Rodolof Daer, es mover la totalidad de la producción y reunir toda la fabricación en el Parque Industrial marplatense, para lo que ya anunciaron una inversión de unos 70 millones de dólares a principios de este año.

Farm Frites International es una multinacional dedicada a la producción y comercialización de productos supercongelados; a nivel mundial, cuenta con ocho plantas de producción, 26 oficinas de ventas y más de 1.800 empleados. La proyecto de instalarse en la ciudad balnearia estaría vinculada al potencial de exportar 3.000 contenedores anuales desde el puerto local, lo que sería una ventaja para los holandeses respecto de la logística.

Por la posible relocalización, y por una serie de despidos que se vienen sucediendo en la planta de Munro en los últimos días y que tuvieron como destinatarios, entre otros, a empleados con enfermedades laborales, desde el sindicato de Alimentación mantienen las protestas en la puerta del establecimiento y encaran negociaciones en el Ministerio de Trabajo.

La premisa que llegó desde la seccional porteña del gremio que maneja el propio Daer a los negociadores es clara: encontrar una salida que evite que Farm Frites, que ocupa unas 170 personas, se convierta en un pequeño PepsiCo y vuelva a producir un tembladeral en una actividad que viene sufriendo fuertes golpes por la caída del consumo y, fundamentalmente, por el ingreso de productos importados.

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