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La trama oculta detrás del paro, deja al triunvirato al borde del quiebre
Por Jorge Duarte - Thursday, Dec. 14, 2017 at 12:09 PM

Jueves 14 de diciembre de 2017 | 07:39hs | Schmid y Acuña cerraron filas. Gordos e Independientes le sacan el cuerpo a las protestas y creen que el moyanismo les tendió una trampa para llevarlos a confrontar. El massismo y su salto a la oposición.

La trama oculta detr...
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El apuro del Gobierno Nacional por cerrar el convulsionado capítulo de la reforma previsional, que a cada hora parece sumar más opositores y agregarle riesgo a su aprobación, terminó de visibilizar las discrepancias, cada vez más profundas, en el triunvirato cegetista.

Los días de convivencia armónica de Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer, en los que se desvivían por concurrir juntos a los medios y mostrar coincidencias a pesar de las obvias diferencias, llegaron a su fin. La intransigencia del oficialismo, el respaldo en las urnas a Cambiemos, las distintas apuestas electorales y la falta de horizonte de una central obrera que no logró consensuar ningún proyecto que trascienda la mera idea de reunirse en el mismo edificio, maduraron una situación que se vuelve insostenible.

Ayer fue una jornada clave y tal vez el principio del fin. Ante la noticia de que tendría tratamiento la reforma previsional en diputados y que las calles se colmaban de descontento (y gendarmes), surgió una convocatoria de urgencia parar reunir el Consejo Directivo y evaluar los pasos a seguir.

A ella asistieron, en masa, el moyanismo (con la excepción de los Moyano, de viaje para ver la final de Independiente), la CATT y el barrionuevismo. No casualmente, al encuentro de Azopardo al 800, por el contrario, no asistieron el triunviro Héctor Daer (de viaje en España, regresa hoy), Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri y Armando Cavalieri.

Allí los sectores representados por Schmid y Acuña, quien parece abrevar a la posición del massismo de dar definitivamente un salto a la oposición dada la comprobación fáctica de que en el medio no hay una ancha avenida en la que transitar, resolvieron que hoy habría una movilización y que desde las 0 del viernes se encararía un paro nacional en caso de que los legisladores le dieran la media sanción faltante a la reforma

El anuncio hizo trinar a los Gordos e Independientes. Es que los presentes no escucharon el mensaje que transmitía la ausencia, o lo obviaron. No sólo los grandes gremios no están de acuerdo con movilizar y parar (salvo excepciones como Rodolfo Daer), sino que consideran que los Moyano se salieron con la suya. Para los Gordos el camionero los quiere arrastrar a una confrontación personal con el Gobierno (que además incluye asuntos sectoriales como el caso OCA), algo que han evitado, paradójicamente, con una cintura envidiable.

La estrategia de endurecer posiciones frente al macrismo parece no tener margen para congeniar con el ADN de quienes han demostrado una capacidad, inagotable, de camuflarse para integrar todos los oficialismos, más allá de los nombres propios y los colores políticos. Con más ganas de pintarse de amarillo que de pintarse la cara, hoy los Gordos y los Independientes le sacarán el cuerpo a la protesta y no serán protagonistas de la hipotética medida de fuerza.

Resta saber si estamos ante el principio del fin o es sólo otra escaramuza, esta vez de mayor intensidad, que se apagará con el correr de los días.

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