Julio López
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Resumen del “Khapaj Raymi” en la Plaza Naciones Unidas
Por Consejo de Acontecimientos Aborígenes - Wednesday, Dec. 27, 2017 at 5:02 PM

El jueves 21 de diciembre, el Consejo de Acontecimientos Aborígenes – CAA., llevó a cabo la ceremonia de inicio de la cosecha “KHAPAJ RAYMI” en la Capital Federal; en ella estuvieron presentes varios jóvenes y niños, el fuego sagrado de la ceremonia se inició el encendido en el horario pactado. Fue el momento en que empezó a circular por los alrededores nuevas presencias y el murmullo de los niños, sumándose al trinar de los pájaros que sostenía el lugar.

La plaza se encontraba casi intacta como cuando se lo había dejado el 1ro de agosto pasado en que se realizó la ceremonia a la Pachamama (Madre Tierra). Luego de colocar las wiphalas (símbolo sagrado del Kollasuyu) en los puntos estratégicos, se pudo observar a algunas personas con aspecto curioso circular muy cerca del lugar, así se dio inicio a los 25 años de actividad ininterrumpida.

Una vez realizado el círculo ceremonial, se invocó a los antiguos espíritus de los mares, se invocó a los antiguos espíritus de la gran pampa, del viento y de la lluvia. Se recordó a todos los ancianos que habían circulado en las ceremonias anteriores; se recordó que en los inicios, los primeros rituales eran realizados en el centro de la Plaza, lugar donde hoy está implantada una curiosa flor metálica. Esta situación llevo a reflexionar sobre papa Noel con abundante abrigo, sobre el arbolito cubierto con nieve de tergopol, se mencionó sobre los alimentos que se ingieren durante los festejos de la navidad, pertenecientes a la religión judeo-cristiana, a 38º de temperatura, que todo ello alteraría nuestra naturaleza.

Varios jóvenes presentes se miraron con sorpresa al encontrarse luego de muchos años, recordaron tiempos pasados donde de niños también recorrían sobre los pastizales en el centro de plaza; y que ahora no era más aquel centro, sino más acá el lugar del ritual. Este nuevo espacio en su momento era solo un relleno de escombros, y que las ofrendas ofrecidas año a año fueron haciendo reactivar el lugar, hoy es tierra fértil y llena de vida, donde es habitual encontrar una variedad de seres vivos, y también considerarla “semillero” ya que fue un espacio donde los niños han nacido y emergido a través de la reinvindicación de sus raices, su identidad cultural.

Al invocar a los antiguos Querandíes… al escuchar el silencio cuando se mencionó a los espíritus querandíes, ya el joven Amaru había anticipado “…nosotros no somos responsables del exterminio de la cultura Querandí, los responsables deben hacerse cargo de ello (…) hoy nosotros por haber nacido en este territorio, ya somos Querandí-Kollas…”. Uemura nos ilustro sobre las plantas sagradas, nos hablo sobre su travesía y su contacto con la simbología ancestral dentro de los montes amazónicos, dijo que desde el punto de vista de la medicina “… los elementos que hoy son considerados adictivos, es porque la gente hace mal uso de ellas (…) si todos usaríamos medidamente las plantas alucinógenas sin alterar su curso, beneficiaría mejor nuestra salud…”.

Lautaro niño Aymara, rogó para que los españoles no le saquen mas las tierras a los indígenas y aclaró “… cuando yo sea grande, voy a enseñar a mis hijos estas tradiciones…”; lo mismo Willka reflexionaba “… el capitalismo nos ha convertido en solo consumistas (…) tenemos que evitarlo, porque esa actitud envenena día a día a nuestro planeta tierra…”. Amankay destacó que los 25 años del Consejo es una forma de resistencia y afirmó que “nuestra identidad es un arma muy poderosa frente a tanto sometimiento…”; Ana Gloria, alentó a las nuevas generaciones a seguir unidos como hasta ahora y que transmitan a sus familias y a otras todas estas tradiciones.

El día fue hermoso y largo, muy aprovechado para el dialogo; ninguno de los presentes quería retirarse de la reunión porque fue atrapante la historia, los testimonios, la música, la danza alrededor de nuestro escribano cósmico (el abuelo fuego). El tiempo, la lluvia ya había advertido a los presentes, pero igual había que cerrar y ninguno intentaba moverse. Finalmente cuando se cerró el círculo; cuando practicaron el abrazo de la serpiente, apareció una pequeña moto con el guarda de la plaza, quien venía a avisar que ya era hora de cerrar el predio. De esa manera se emprendió el retiro colectivo y al llegar a la puerta de salida, cayó un gran chaparrón, como aviso de que el tiempo ceremonial había culminado y que los presentes iniciarían una nueva etapa.

Territorio Querandí, verano de 2017

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