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Comunidades guaraníes denuncian invasión de empresarios hoteleros
Por La Voz de Cataratas / Misiones - Monday, Mar. 19, 2018 at 2:52 PM

Las comunidades mbya guaraní Itá Poty Mirí, Yryapú, Yasy Porá y Tupá Mbaé que habitan las 600 Hectáreas de Iguazú, permanecen en alerta ante el avasallamiento de empresarios inmobiliarios sobre sus derechos básicos como tierras, educación, salud, medio ambiente que forman parte de su cultura ancestral. Motivados por esa preocupación reclaman que el Gobierno provincial accione en favor de su protección.

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Publicado el 18/03/2018

El cacique de Itá Poty Mirí (Pequeña flor de piedra), Estanislao Acosta, explicó que en nombre de su comunidad, integrada por 23 familias, realizó luna presentación junto al abogado del Frente Ciudadano Ambiental Capuera, Martín Ferroni, al Ejecutivo Provincial, y a los Ministerios de Ecología y Turismo, para que en el marco de la Ley de Acceso a la Información Pública, clarifiquen que veracidad tiene el arribo de complejos hoteleros en la Zona de las 600 Hectáreas, ya que según se afirma en un diario porteño, "el grupo español Globalia (dueño de agencias de viaje mayoristas y minoristas y de la cadena hotelera Be Live) desembarcaría en Iguazú con dos hoteles propios en la zona selvática de 600 Hectáreas, denominada Selva Iryapú, sobre el Río Iguazú y a 15 km del Parque Nacional, donde ya operan varios hoteles".

El cacique reiteró su preocupación por los avances de los hoteles de alta gama en la zona de las 600 Hectáreas, sin tener en cuenta al pueblo originario que siempre existió en ese lugar.
"En este caso somos cuatro comunidades que conforman unas 180 familias habitando las 600 Hectáreas: Yryapú (Sonido de agua) tiene 100, Jasy Porá, 55, Tupá Mbaé, 15 familias y en mi comunidad somos 23.

Nos preocupa la invasión de empresarios inmobiliarios extranjeros. Nosotros no tenemos acceso al agua potable, a la luz eléctrica, ni a otros servicios básicos, mientras el Gobierno es cómplice y negocia con las empresas sin proteger a nuestros pueblos ancestrales", reclamó Estanislao Acosta.

La aldea Itá Poty Mirí no cuenta con un establecimiento educativo; en Yryapú hay una escuela primaria y otra secundaria, y Jasy Porá posee una primaria biilingue; pero para las niñas y niños de Itá Poty las distancias son muy largas, ya que está ubicada a más de dos kilómetros de las otras aldeas.

"Ahora nuestra comunidad tiene 25 alumnos que comenzaron el ciclo escolar, pero nos asusta que vayan a la escuela de Jasy Porá, porque ya tuvimos inconvenientes con algunos que deben atravesar el lago. Hace unas semanas, una niña de 9 años fue molestada por un hombre blanco cuando cruzaba la ruta. Es preocupante la cantidad de turistas extranjeros que ingresan a la zona con autos. Es muy peligroso", señaló el cacique.

Además, Itá Poty Mirí carece de un centro de salud, y cuando se enferman deben concurrir al Hospital de Samic. Las aldeas Yryapú y Jasy Porá tienen salas de primeros auxilios, aunque el Ministerio de Salud Pública y Salud Indígena no contratan para trabajar en las salas a los agentes sanitarios de las comunidades.

El jefe de la comunidad Itá Poty, junto a su esposa, Andresa Maciel, también estuvo en la Legislatura provincial, acompañado por los miembros del Frente Ambiental Capuera, el guardaparque, Diego Ciarmiello y el abogado Martín Ferroni. Sereunieron con el presidente del Bloque de Diputados del Partido Agrario y Social, Martín Sereno, al que expusieron su preocupación por el avance de de hoteles en su territorio dentro de las 600 hectáreas.

"El Hotel Hilton empezó a desmontar en el año 2006, y arrasó con todo, hicieron lagos artificiales y una cancha de golf. En ese momento hablaron del hoyo 10, y ahora quieren completar 18 hoyos, sin importarles que ese lugar es reserva natural, y cuesta mucho hacer una recuperación. El lugar está contaminado, fue terrible el impacto ambiental, el daño que provocaron con el desmonte para hacer el lago artificial que está dentro de la comunidad, aún así logramos recuperar terrenos", manifestó el joven guaraní.

Para Acosta, después de tantos siglos, los pueblos originarios siguen siendo esclavizados, y el Estado provincial desconoce su derecho sobre las tierras como pueblos preexistentes. "Es como si nosotros fuéramos los invasores, los usurpadores cuando en realidad somos los dueños de la tierras. Es muy preocupante que el Gobierno avale el negocio de los grandes hoteles por sobre nuestros derechos ancestrales.
Prácticamente estamos acorralados por los hoteles. Esa es nuestra mayor preocupación en las 600 Hectáreas, y no solo el Estado provincial, sino también el Concejo Deliberante quien autorizó en el 2002, la la cesión de 275 hectáreas ", dijo.

La inquietud de los cuatro tekoá es coincidente ante el problema de usurpación. En diciembre los cuatro caciques junto a los miembros del Frente Capuera, participaron de una mesa de diálogo con los Ministerios de Ecología y Turismo de Misiones, la Subsecretaría de Tierras y la Jefatura de Gabinete y Medio Ambiente de la Nación, donde se trató la cesión de 275 hectáreas con títulos de propiedad, pero "lamentablemente ahora en un radio de de tres metros construyeron cabañas, y están invadiendo cada vez más, sin respetar la Ley de los pueblos originarios, que especifica que el Estado debería primero respetar y además otorgar territorio suficiente; la comunidad Yryapú cuenta con cien familias que son casi 500 habitantes. Es decir necesitan mas territorio y el Estado lo debe garantizarles".

Los caciques exigen que el Estado contenga y atienda a los pueblos originarios en la Zona Norte de Misiones, que se cumpla con la Constitución y con la aplicación de la Ley 26.160. "Queremos información sobre que piensan hacer en ese lugar, donde viven nuestras familias", remarcaron.

Por ese motivo recurrieron a la Legislatura, cansados de ser atropellados. "Jamás recibimos ayuda de la Dirección de Asuntos Guaraníes, ni del INAI, ni del Ministerio de Derechos Humanos. Nosotros tratamos de autogestionarnos, luchando para mantener la cultura; enseñar a los chicos nuestra lengua, mantener las escuelas bilingües.

Estamos pidiendo llegar a un acuerdo con la provincia para hacer un programa destinado a los pueblos originarios, porque somos ciudadanos con derechos", reclamó el líder de Itá Poty Mirí.

Acosta hizo notar la contradicción que mientras los hoteles cinco estrellas utilizan piscinas, los guaraníes no tienen agua potable. "Antes no nos preocupaba contar con perforaciones de agua porque teníamos las vertientes en buenas condiciones, pero ahora están contaminadas por los desagües de los hoteles que finalizan en las vertientes que rodean a las comunidades", lamentó.

Las comunidades sobreviven trabajando con sus artesanías en turismo y en agricultura. Como si fueran vendedores ambulantes ofrecen sus productos en distintos rincones de Iguazú. Reciben las tarjetas alimentarias y las madres son beneficiarias de la Asignación Universal por Hijo.

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