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"La tierra es nuestra vida"
Por Diario Norte / Chaco - Monday, Apr. 30, 2018 at 12:48 PM

2.200 INDÍGENAS DE TODO EL PAÍS DEBATIERON EL PROYECTO DE LEY DE PROPIEDAD COMUNITARIA

28 de Abril, 2018 - Convocada por el Consejo Consultivo y Participativo de Pueblos Indígenas de la República Argentina, la primera asamblea ordinaria del año se realizó el 20 y 21 de abril en Misión Chaqueña, comunidad wichí ubicada a 45 km de Embarcación, provincia de Salta. Debatieron el proyecto que en agosto se presentaría en el Congreso nacional.

Texto y fotos de Aracely Maldonado (Prensa Incupo)

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Foto: Ingreso a Misión Chaqueña.

Para entender mejor este proceso de lucha, liderado por el qarashé formoseño Félix Díaz, debemos remontarnos al 14 de febrero de 2015, cuando representantes de los cuatro pueblos que integran la organización Qo.Pi.Wi.Ni (Qom, Pilagá, Wichí, Nivaclé) desembarcaron en la 9 de julio dispuestos a acampar hasta que sus reclamos fueran atendidos por la presidencia de la Nación. “La tierra es nuestra vida” fue la consigna entonces, y aún sigue vigente.

De ese proceso de resistencia y petición a los tres poderes surgió este proyecto de Propiedad Comunitaria Indígena, “como respuesta específica del Poder Legislativo ante el reclamo de seguridad jurídica sobre el territorio ancestral, arrebatado en sucesivas instancias por el Estado Argentino y por particulares que avanzaron sobre tierra indígena”, fundamentan.

El reclamo concreto

En la cultura indígena, la relación entre los integrantes de una comunidad y el territorio ancestral es no sólo fuente de vida, sino parte esencial de su espiritualidad; dependen de él para sobrevivir como tales. Por eso, en los 34 artículos de este proyecto de ley se define claramente la Propiedad Comunitaria Indígena como un derecho humano fundamental que “respeta e incluye la noción de Territorio Ancestral, considerando al mismo como el espacio físico y espiritual dentro del cual se ha desarrollado históricamente la vida y la cultura de cada pueblo indígena”.

Lo que se reclama es que se les permita desarrollar su propio proyecto cultural de vida, y para ello entienden que es imprescindible recuperar no sólo la superficie, sino también el subsuelo, la biósfera y el espacio aéreo del territorio comunitario indígena. El alcance de este concepto los lleva a plantear, incluso, la restitución de los restos arqueológicos encontrados, “porque son parte vital de la cultura e identidad indígena”, y son de propiedad comunitaria, poniendo como garante no sólo al Estado nacional, también a los provinciales.

Félix Díaz lo explica con mirada integradora: “El territorio no es sólo del ser humano. El ambiente sano es para el desarrollo de cada ser (…) Ahí está la espiritualidad. Por eso, recuperar la espiritualidad es también respetar el espacio de los otros seres que viven en el monte, cuidándolo, porque necesitan ese territorio. (…) La manera de cuidar es una manera integrada, no se puede separar (…) porque el suelo sin su ambiente, no se puede concebir. El territorio es la herencia para el futuro. Cómo se puede esperar que la gente tenga su espacio si no se cuida lo que envuelve al suelo. El territorio abarca todo lo que envuelve; por eso hay que cuidar el ambiente, no se trata sólo del trabajo humano”.

La Asamblea

Dos días y dos noches viajaron los mapuches desde el sur, para llegar hasta Misión Chaqueña, una comunidad del Chaco salteño, de 4.000 habitantes “cien por ciento wichí”, como le gusta decir a su presidente, Pedro Argamasa. El río está avanzando sobre las 900 hectáreas que los anglicanos donaron para este pueblo, pero el principal problema no es el agua, sino que “cada año que pasa nos vemos más arrinconados por los terratenientes”. Y preocupa, porque la comunidad está creciendo y el gobierno no reacciona.

Desde el otro extremo del país, llegan en bandada los guaraníes de Misiones, y con ellos Alcides Ojeda, el cacique más joven del pueblo Mbya Guaraní, electo hace ocho meses en su comunidad Yryapú, de Puerto Iguazú. Con sólo 29 años está al frente de 100 familias, 560 personas en total. Los ancianos han tomado la decisión de dar paso a la fuerza de los más jóvenes, apuntalando con sabiduría ancestral.

Prácticamente todas las provincias del país representadas por diaguitas, comechingones, kollas, nivaclés, pilagás, qom… y la lista sigue. Dos mil doscientos indígenas que no tuvieron reparos en armar una carpa para dormir en medio del monte, una noche fresca para las temperaturas que acostumbran a trepar en esa región.

La logística implementada desde el Consejo Consultivo, con decenas de dispensers de agua caliente y fría, para mate o tereré, comida asegurada, un tendido de luz eléctrica y baños químicos, no alcanzó a brindar las comodidades de otros encuentros. Sin embargo, esto no impidió el debate en comisiones de los artículos de la ley mejorados por los aportes de asambleas pasadas, sino todo lo contrario. Observar de cerca las necesidades de ese pueblo, impulsó la unidad en la lucha de quienes se vieron reflejados en el monte devastado que se visualiza a lo largo del camino, ya sea entrando por Hickman o por Embarcación, pasando por Padre Lozano.

El himno nacional en lengua qom abrió la primera jornada, plagada de danzas, rogativas y plegarias, previo a las palabras de Félix Díaz, quien al anochecer dejó planteado el trabajo de revisión del proyecto de ley que se realizó a lo largo de todo el día siguiente. Trabajo grupal porque no todos los indígenas hablan la misma lengua, ni todos hablan castellano, y muchos ancianos no saben leer. De ahí la importancia de estas reuniones asamblearias.

Palabra de Qarashé

“Hoy es un día muy particular para todo el pueblo indígena”, comenzó diciendo Félix tras saludar en lengua qom. Se mostró emocionado por ver “a nuestras ancianas wichí de la zona danzar su música autóctona, demostrar esa fortaleza espiritual y física que las mantienen vivas, arraigadas sobre la madre tierra”.

Agradeció en primer lugar a los dueños de casa, “a los hermanos que nos han convocado a través de la Universidad del Monte y a todos quienes colaboraron para dejar el espacio en condiciones, para poder estar debajo de estas plantas que nos enriquecen”.

Conmovido, reconoció públicamente a “todos los hermanos que luchan día a día en su territorio, sin agua, sin medicamentos, caminos en mal estado para poder trasladarse. Esa lucha día a día sin recursos. Estar en el corazón del problema en este norte tan amplio, tan rico, pero que nos han empobrecido despojándonos de nuestra identidad cultural. Anteriormente este monte era nuestro supermercado, nuestra espiritualidad, nuestro alimento, todo teníamos a nuestro alcance. Reducir el territorio genera muerte, nuestros niños se mueren por desnutrición. Porque un indígena, por más hambre que tenga, jamás va a asaltar un supermercado, un banco, a un blanco”.

Luego de resaltar que “todos somos los actores directos” llamó a la unión necesaria de los pueblos a pesar de las internas que hay en las comunidades, para poder construir un mundo mejor en el que podamos dialogar y convivir a pesar de las diferencias. Apeló a trabajar por este proyecto responsabilizando a la ley 23.302 que según Félix originó los conflictos territoriales. Puntualizó que el art. 13 fue y es la llave que tienen los gobiernos “para quedarse con nuestro territorio legalmente”.

“Nosotros estamos reconocidos, integrados en un país, pero no tenemos el documento que te habilita jurídicamente para respaldarte, para que esa tierra no te saquen. Cuando el art. 75 inc. 17 de nuestra Constitución Nacional dice “(…) reconocer la propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan. La palabra ocupan significa que somos simples encargados de nuestros territorios ancestrales”. “Por eso es necesaria esta ley”, concluyó, agradecido porque la convocatoria superó todas las expectativas. “Ojalá que los hermanos se den cuenta de que esta lucha es nuestra, que no tenemos que estar esperando que los demás decidan sobre nosotros. Es una lucha muy dura pero muy necesaria”, fue su reflexión final.

La lucha indígena viene dando pasos firmes. El año pasado se logró la prórroga de la ley 26.160, de relevamiento territorial. Falta mucho aún, y es necesario culminar este proceso con la entrega de títulos comunitarios que respondan a los valores e identidad culturales de todas y cada una de las naciones indígenas de nuestro país.

Universidad del Monte

“Estamos dando espacio para hacer esta Asamblea porque ahora estamos contentos; cada vez vienen más pueblos originarios, ahora con este Consejo Consultivo vemos la unión, que es más fuerte. Es como un río que crece, si hay gotas no puede frenar, sí o sí nosotros tenemos que ser parte de un río que crece, para tener más fuerza”, ejemplifica Alberto Gómez, coordinador de la Universidad del Monte, un proyecto autónomo del Estado que rescata los saberes ancestrales, sólo comparable con la Universidad de la Tierra, de México, con la que tienen vinculación.

La Universidad del Monte nació en 2009 con una serie de premisas que Alberto repasa en su memoria: “La educación será su más alta función, entonces es gratuita, territorial, productiva, libertadora, antiimperialista, antiglobalizante, descolonizadora. Esta educación también es para la vida, porque aquí recuperamos lo que hicimos antes, nuestros alimentos naturales, contamos historias de los abuelos, estamos recuperando lo que era del monte, lo que eran nuestras costumbres. Y algunos jóvenes ven bien esto porque pensamos para el futuro. Estamos animando porque hay chicos que salen a estudiar a otras provincias como Córdoba, y si se reciben allá nosotros les decimos que vengan a trabajar acá”.

Padre de cinco hijos, Alberto siempre fue curioso, inquieto. Recuerda que a los ocho años aprendió de su padre a hacer artesanías en madera seca del monte, sobre todo palo santo. “Yo de chico volvía de la escuela, miraba cómo trabajaba mi viejo y cuando él almorzaba al medio día yo curioso agarraba la herramienta de él y jugaba, y así aprendí”, dice con simpleza.

Hoy integra la Comisión Nacional de Investigación del Genocidio Indígena y está leyendo a Osvaldo Bayer, “para conocer cómo fue la lucha en el sur”, dice mientras acuna a Awset, de sólo un mes, a quien el registro le permitió llevar el nombre en idioma de su abuelo. Una buena señal.

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Feliz Díaz.
Por Diario Norte / Chaco - Monday, Apr. 30, 2018 at 12:48 PM

Feliz Díaz....
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Alcides Ojeda.
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Alcides Ojeda....
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Alberto Gómez, su esposa y Awset.
Por Diario Norte / Chaco - Monday, Apr. 30, 2018 at 12:48 PM

Alberto Gómez, su es...
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