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Leuvucó, escenario de un casamiento rankülche
Por El Diario de La Pampa -
Thursday, Jun. 28, 2018 at 7:49 PM
Juan Pérez y Natalia Martínez se unieron bajo la dirección de la machi Ana María Domínguez. Una ceremonia de ese tipo no se registraba desde hace casi un siglo y medio, cuando los ranqueles fueron obligados al destierro.
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Juan Pérez y Natalia Martínez fueron los protagonistas del primer casamiento rankülche realizado en los últimos 140 años. Fue el pasado fin de semana en Leuvucó, en el oeste provincial.
Juan es descendiente ranquel e integrante de la comunidad Baigorrita. Junto con Natalia tienen a su cargo el taller artesanal “Tierra Ranquel”, en el que recrean objetos de la cultura aborigen del territorio pampeano.
Ambos decidieron unirse en una ceremonia que se desarrolló entre el sábado y el domingo pasado, en Leuvucó, y que fue guiada por la machi Ana María Domínguez.
“El viernes nos casamos por civil, ante un juez. Y el sábado por la noche nos trasladamos a Leuvucó, donde se hizo la ceremonia del fuego sagrado y nos casó la machi Ana María Domínguez”, comentó el propio Juan Pérez en declaraciones al sitio Diario Textual.
Además, explicó que “esta vez el casamiento fue entre una ‘winka’ (persona extranjera) y un ranquel”, y agregó que “fue emocionante y conmovedora. No teníamos en claro qué iba a suceder. Hacía años y años que no se hacía. Se prendió el fuego sagrado y ahí se hizo la presentación de la pareja en medio de palines y los sonidos de los kultrunes (tambores ceremoniales)”.
“Hubo, además, cuatro “consejeros” y dos “ñañas” o “abuelitas” que dieron sus consejos. Luego de la presentación, se hizo la vigilia del fuego sagrado donde se parlamentó, y en la madrugada, ya a la salida del sol, se realizó la rogativa. En ese momento se confirmó la pareja”, indicó.
Destierro y
regreso
Leuvucó fue el centro ranquel más poblado de la región, con aproximadamente unos 8.000 aborígenes que vivían alrededor de la laguna ubicada en esa zona.
En ese sitio se encuentra una escultura de unos 7 metros de altura aproximadamente que, además de marcar la referencia histórica del lugar, en su pecho aparecen representados los nichos de ocho aborígenes. Estas pequeñas figuras representan a cada uno de los jefes caciques más importantes de la Cultura Ranquel.
Las ocho dinastías fueron: Carripilún, Yanquetruz, Pichón Hualá, Manuel Baigorria, Mariano Rosas, Ramón Cabral, Epumer y Painé.
Con la denominada “Conquista del Desierto”, iniciada en 1878 por Julio Roca, los ranqueles fueron vencidos, despojados de sus tierras y condenados al exilio. Casi un siglo y medio después regresaron para celebrar el amor.
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