“Los ancestros nos acompañan y nos ayudan”

El programa Feria Franca de FM 92.1 Megafon de la Universidad Nacional de Lanús entrevistó a Soledad ‘Jasuka’ Roa del Consejo de Mujeres de Punta Querandí, a raíz de la importante victoria que significó la decisión de la Justicia Penal de San Isidro de rechazar el desalojo de la comunidad indígena. La referente de ascendencia guaraní habló de las distintas actividades que se llevan a cabo en el lugar y destacó uno de los principales objetivos: “Nuestro trabajo es que la sociedad se reconozca en sus raíces”. También subrayó que “los derechos indígenas nos resguardan”.

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

En abril, Diego Martínez, Juez de Garantías N°5 de Tigre, rechazó desalojar a la Comunidad Indígena Punta Querandí al considerar que no hay “delito de usurpación”, por lo que resolvió “no hacer lugar” a lo solicitado por Jorge O’Reilly. De esta forma, el presidente de EIDICO, desarrolladora de barrios privados, sufrió otra derrota en su estrategia de criminalizar a los miembros de Punta Querandí y desalojarlos de su territorio sagrado y comunitario. El empresario perdió la apelación en junio.

La representante del Consejo de Mujeres de Punta Querandí celebró los fallos de primera y segunda instancia en el juicio penal de desalojo, y al mismo tiempo remarcó otro logro obtenido en el juicio civil, en octubre pasado. “Fue una alegría muy grande para nosotros cuando la jueza reconoció la existencia de la comunidad, porque al principio la empresa había señalado solo a dos compañeros”, explicó.

Con respecto a esa demanda civil, donde O’Reilly manifiesta que la comunidad le usurpó su propiedad en el último año, los testigos serán llamados a declarar a mediado de septiembre. Ofrecidos por Punta Querandí darán su testimonio tres lugareños, una maestra que recorrió el lugar con sus alumnos, una referente espiritual del pueblo guaraní y una ex funcionaria del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas.

Mientras tanto, la realidad comunitaria se desarrolla en el territorio. “Nosotros seguimos haciendo, todos los domingos tenemos trabajos, desde huerta, estamos construyendo una Maloka que es una vivienda colectiva, tenemos el Museo y las visitas educativas”, enumeró ‘Jasuka’.

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

“La comunidad todo el tiempo va haciendo, recuperando y transmitiendo todo lo que es la realidad indígena que han intentado tapar”, explicó y apuntó a los daños sobre el patrimonio natural y cultural generados por los barrios privados:  “Más que avance son destrozos a la naturaleza y a los sitios arqueológicos que existían”.

Entre los comuneros y comuneras hay un optimismo que se explica de la siguiente manera: “Los derechos indígenas nos resguardan, tenemos fe en eso y en los ancestros que nos acompañan en Punta Querandí que es algo que sentimos todo el tiempo, estamos en contacto con ellos y nos ayudan en esta lucha de resistencia”.

Consultada por los inicios de la lucha en Punta Querandí, Soledad Roa relató que fue una vecina de un barrio cercano (Graciela Satalic) la primera en divulgar la existencia del lugar ante distintos sectores del movimiento indígena, a partir de la aparición de restos arqueológicos que resultaron tener mil años de antigüedad. “Se fue concentrando cada vez más gente descendiente de población originaria y vecinos del lugar y se conformó una comunidad indígena que tiene posesión del lugar”, manifestó.

Desde un comienzo hubo numerosos reclamos al Estado para que reconozca la importancia de Punta Querandí y evite su destrucción, pero no hubo respuestas y muchos funcionarios actuaron abiertamente para perjudicar el territorio. “La realidad es que estamos donde hay muchos barrios privados y han borrado esa historia indígena que tiene Buenos Aires. Estos emprendimientos han destruido un montón de enterratorios”, agregó la representante del Consejo de Mujeres.

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Foto: Guillermo Llamos

“Punta Querandí viene a ser como una piedra en el zapato para todos estos empresarios, que no ven el valor de la naturaleza, destrozan y rellenan todo, generando más inundaciones”, expresó. Y manifestó: “Defendemos este espacio porque muestra una historia distinta, yo vecina nacida en Tigre me fui enterrando con el correr de los años que Buenos Aires también tiene una historia indígena que se ha tratado de ocultar”.

Ante la falta de respuestas de las autoridades, la comunidad se fue fortaleciendo en su autonomía: “Como tuvimos abandono de todo tipo, del Estado municipal, provincial y nacional, levantamos un museo donde mostramos estas vasijas y el valor del lugar, tanto en lo material como en la parte espiritual”, explicó Soledad.

Con respecto a estos rituales la mujer explicó que se respetan las diversas cosmovisiones originarias. “Somos una comunidad multiétnica, somos hermanos guaraní, mapuche, kollas, qom, tratamos de recuperar todo tipo de cultura, también realizamos ceremonias, tenemos una Apacheta que allí hacemos celebraciones de los hermanos andinos y un Opy que es un lugar ceremonial guaraní”, agregó la mujer.

Desde el comienzo, todas las actividades han sido abiertas al conjunto de la sociedad: “Hacemos talleres educativos, vienen distintas escuelas, es un lugar donde uno puede conectarse con esa naturaleza, con la tierra, con un espacio distinto que en Tigre está quedando poco con el avance de los barrios privados”, relató.

Consultada sobre la relación que existe con habitantes cercanos, ‘Jasuka’ diferenció a quienes viven en los countries del Complejo Villa Nueva, de los lugareños: “Estamos linderos a un barrio privado pero no tenemos realmente mucho contacto con ellos”. Por el contrario, “tenemos muy buena relación con los vecinos, muchas veces vienen y comparten actividades con nosotros, estamos acompañados por ellos hace un montón de tiempo y reconocen la importancia del espacio”.

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Foto: Agostina López Oribe

Uno de los grandes objetivos es recuperar tanto la historia aborigen como el orgullo de provenir de dichos pueblos. “La realidad es que en Buenos Aires hay mucha descendencia originaria, que en el mundo que vivimos está muy denigrada y se desvaloriza, entonces nuestro trabajo es que la sociedad se reconozca en sus raíces”.

A cada uno de los integrantes de Punta Querandí, la lucha los atravesó muy profundamente. La representante del Consejo de Mujeres de la comunidad, describió: “Yo vengo de descendencia guaraní y nunca me hice cargo, por cuestiones que tienen que con discriminación, por cuestiones de vergüenza. Esto me cambió en un 100%: conectarse con el origen de uno es lo principal y también lo que tiene que ver con lo espiritual. En ese espacio me dieron un nombre guaraní que yo tengo que hacerlo valorar y es un cambio interno muy grande”.

Estos sentimientos también se despiertan “en las personas que van viniendo, porque cuando tenemos visitas de las escuelas, hay muchos chicos que al final de la charla terminan diciendo de dónde vienen sus padres, provincias del interior como Tucumán, Santiago del Estero”, explicó Soledad. Y concluyó: “El lugar mismo al ir y saber que es algo importante la parte indígena, hace que se pierda esa vergüenza. A los chicos les sirve un montón, es como que Punta Querandí te fortalece el espíritu, es impresionante lo que genera internamente”.

Fuente: https://puntaquerandi.com/2018/08/10/los-derechos-indigenas-nos-resguardan/

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

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Foto: Facundo Díaz

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

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Foto: Leo Crovetto

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

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Foto: Consejo de Comunicación – Punta Querandí

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