Romina Lescano, prima hermana de Daniel Solano, nos comentó más detalladamente diferentes aspectos de la lucha que toda la familia ha venido realizando. Pese a la condena a cadena perpetua, los policías asesinos siguen libres y los autores intelectuales están impunes.
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Allá por el año 2011 un joven guaraní de Misión Cherenta, de la localidad de Tartagal, Provincia de Salta, viajó 2300 kilómetros a la Provincia de Río Negro para trabajar en la cosecha de manzanas en el Alto Valle para la empresa multinacional Expofrut. Allí trabajó durante tres temporadas, pero en esta última el pago convenido no fue respetado, razón por la cual reclamó con firmeza esta injusticia y no fue escuchado.
La noche del 5 de noviembre de ese año, Daniel, fue con un grupo de trabajadores norteños a un boliche de Choele Choel, y pasadas las 3 fue retirado por la policía, quienes según testigos lo golpearon muy fuertemente y se lo llevaron para nunca más verlo.
Desde entonces su familia comenzó a buscarlo y especialmente su papá, Gualberto, quien lo hizo incansablemente.
Ante la falta de respuesta se instalaron en una carpa en la plaza y realizaron una huelga de hambre para obligar que la policía y la justicia iniciaran una investigación. También realizaron movilizaciones y todo tipo de protestas pidiendo la aparición de Daniel y que se haga justicia. Finalmente procesaron a 7 policías que fueron vistos por testigos como los que atacaron al joven guaraní.
Lamentablemente, don Gualberto no pudo escuchar la sentencia del juicio que el 1º de agosto determinó la prisión perpetua para los policías, porque falleció en el mes de abril.
Hablamos con Romina Lescano, prima hermana de Daniel Solano, quién nos comenta más detalladamente diferentes aspectos de la lucha que toda la familia ha venido realizando en busca de justicia.
Fuente: https://radioteca.net/audio/la-lucha-de-la-familia-de-daniel-solano-en-busca-d/