Astillero Río Santiago: una lucha que puede dinamitar los planes de Vidal

El ataque de Cambiemos se profundizó con la represión y ahora millones ven esta lucha testigo. El ARS derrotó la privatización en los 90: también puede derrotar a este Gobierno.

Foto: Mariana Luna

Por Juana Galarraga, para LID

Probablemente la mayoría de la población no sabía de la existencia del Astillero Río Santiago (ARS), ni donde está, ni qué se hace allí. Hace algunas semanas millones pudieron escuchar al presidente decir que había que dinamitarlo. Días después Jorge Lanata en Periodismo Para Todos (PPT), lanzó al aire su versión sobre qué es lo que sucede en esta fábrica de la localidad bonaerense de Ensenada.

El informe presentado por el conductor tuvo como objetivo instalar que el ARS es una estructura improductiva y que las más de 3000 personas que perciben un salario por trabajar allí, en realidad cobran por no hacer nada, porque el ARS “hace más de 10 años que no fabrica ningún barco”. Ese fue, a grandes rasgos, el contenido de aquel informe que solo puede ser funcional a un plan: ajustar, despedir o vaciar si se habla en términos literales; “dinamitar” si se acude a la metáfora presidencial.

No solo es mentira que el ARS no produce nada, si no que la responsabilidad de que hoy no se terminen determinadas obras es del Gobierno que no libera presupuesto para compra de materiales.

Este martes, los principales medios de comunicación hegemónicos tuvieron que mostrar otra versión de la historia. Si bien desde que empezó el conflicto ha tenido algún espacio en los noticieros, esta semana la lucha del ARS contra el ataque del gobierno de Vidal y Macri dio un salto en conocimiento público. Los medios tuvieron que dar cuenta de una gran batalla. Trabajadores y trabajadoras enfrentaron la represión policial en las inmediaciones de la Gobernación, en el marco de una provocación premeditada por Vidal.

El Gobierno canceló unilateralmente una reunión paritaria luego de efectuar descuentos en los salarios de los trabajadores. Ser recibidos por Vidal, era lo que exigía la columna que movilizó el martes al mediodía desde la bajada de la autopista Buenos Aires – La Plata. La gobernadora lo hizo, pero no en una mesa para dialogar, sino con gases, balas de goma e hidrantes. Un operativo salvaje repelió la concentración y patrulleros atropellaron gente. El país pudo ver por televisión, que cientos de laburantes cantaban que al ARS se lo defiende “hasta la muerte”.

El ataque del Gobierno al ARS comenzó con la campaña sucia de Macri y Lanata. Siguió con descuentos y ataques a las condiciones de trabajo. Se profundizó con la represión y la detención de obreros que fueron golpeados en la comisaría. El miércoles, todo esto fue legitimado por Esteban Bullrich en el Senado y por Vidal ante el periodista oficialista, Luis Majul, en televisión.

Sí se pudo, sí se puede

“Hay cientos de miles de trabajadores en todo el país que conocen esta historia de lucha. Y están mirando que si el Astillero triunfa vamos a estar en mejores condiciones para derrotar el ajuste”, sostuvo el histórico referente del PTS y trabajador del Astillero, José Montes, en un acto que se realizó el miércoles. Apenas 24 horas después de la represión y de la difamación por parte del Gobierno contra esta lucha, la “familia del ARS” salió de nuevo a la calle y volvió a copar el centro de la ciudad de las diagonales.

José Montes - Foto: Joaquín Díaz Reck
José Montes – Foto: Joaquín Díaz Reck

Muchos mensajes de solidaridad y repudio a la represión llegaron desde todo el país a La Plata. El ARS hoy sabe que millones miran con atención porque enfrentan ataques similares, porque padecen los tarifazos y la inflación por igual, porque el Gobierno ha dinamitado su calidad de vida, sus fuentes de trabajo o el poder adquisitivo de sus salarios.

“Tenemos el orgullo de que el ARS fue la única empresa estatal del país que no se pudo privatizar gracias a la lucha de los trabajadores” sostuvo Montes en el mismo discurso, haciendo alusión a la tradición del Astillero que derrotó los planes de Menem en los 90. “Sí se puede”, en otras bocas y en otros brazos muy diferentes a los de Cambiemos. Sí se puede enfrentar los planes de gobiernos vaciadores y privatizadores. Hoy como en los 90, sí se puede “dinamitar el plan de ajuste de Macri unidos y en las calles”, para usar las palabras de Montes. El Negro, como le llaman, fue protagonista de aquella gesta, hito en la historia de la clase obrera argentina, orgullo de la región.

Una muestra de la potencia que tiene la coordinación de las luchas tuvo su expresión en el centro platense. La columna de obreros y obreras del ARS fue ovacionada por la comunidad educativa cuando pasó frente al Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata al grito de “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”.

El día anterior, en ese mismo edificio se despidieron los restos de la Abuela de Plaza de Mayo, Chicha Mariani. El cortejo fúnebre no podía salir por la represión que desató la Bonaerense. Poco antes de los palos y los gases, el ARS cantó y rindió su homenaje a las Abuelas al pasar por el lugar.

Este miércoles la columna del ARS volvió a pasar por el Rectorado pero acompañada por miles de estudiantes universitarios, terciarios y secundarios, docentes y no docentes. Se estima que unas 10 mil personas nutrieron la marcha. Ante el aplauso en el Rectorado, a más de uno se le piantó un lagrimón. La educación pública también está en pie de lucha a lo largo y a lo ancho del país contra el ajuste. El aplauso a quienes el día anterior batallaron contra la policía en defensa de sus puestos de trabajo, fue una reivindicación a su combatividad. Fue una forma de decir que sí, que efectivamente se puede derrotar a este gobierno que también dinamita los hospitales, las universidades y las escuelas públicas.

Que se vea

“Ahora que sí nos ven” es una frase que popularizó el movimiento de mujeres en Argentina. La Marea Verde en su lucha por el derecho al aborto ya dejó en claro cuál es la vía para conquistar derechos y enfrentar ataques. Tomar las calles, hacerlas propias y batallar en ese terreno. En la calle se configuran escenarios opuestos por el vértice a los recintos y despachos donde la política burguesa negocia con derechos de millones como prenda de cambio. Así fue como actuó el Senado ante el grito del movimiento de mujeres.

“Los medios no lo están mostrando. En ningún lado se está mostrando la lucha docente. No se habla del paro. Me parece que si no paramos y nos movilizamos, si no seguimos haciéndonos ver nos van a seguir pasando por encima”. La conclusión fue expresada por una estudiante platense ante este diario, durante la marcha que se realizó el miércoles en La Plata. Ese día estaba pautado un abrazo a la universidad en lucha, al igual que otras 56 universidades del país donde el paro de docentes universitarios en defensa de la educación pública y sus salarios es contundente. El abrazo finalmente se produjo pero junto a la columna del Astillero y en la confluencia de las luchas.

Las asambleas y movilizaciones de la comunidad educativa de las universidades se replican en distintos puntos y reúnen a miles. De la misma forma movilizaciones, ocupaciones de edificios y piquetes han tenido lugar en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, luego del crimen social de Moreno que se cobró la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. Nada de esto ocupa los espacios centrales de la televisión, de los diarios, ni programas de radio masivos. La invisibilización de las luchas y del profundo malestar social contrasta con la súper exposición de las operaciones montadas con poco sustento judicial y periodístico.

A pesar de la irrupción en los medios del martes, la jornada del miércoles, cuando la familia del ARS y la comunidad educativa platense se abrazaron en la calle, no fue noticia salvo pocas excepciones (entre ellas este diario que tiene como propósito estar al servicio de las luchas de la clase obrera y el pueblo pobre).

Movilizaciones de miles como muestran el conflicto universitario, procesos como el abierto en las escuelas bonaerenses tras el crimen social de Moreno, luchas contra despidos y ataques a las condiciones laborales, o la marea verde por el derecho al aborto, han demostrado que fuerzas para pelear y salir a la calle hay. Si todas estas peleas no se unifican en una gran lucha contra el ajuste y el FMI, es por el rol de las conducciones sindicales que las dejan aisladas, tanto a nivel provincial como nacional. La CGT “dialoga” con el FMI. En el lanzamiento del espacio 21F Moyano dijo que la mejor herramienta de los trabajadores “es el voto” en 2019. Mientras, el ajuste golpea.

Como señalaba José Montes al finalizar su discurso frente a la gobernación, “no se puede esperar al 2019 a ver si un nuevo gobierno trae soluciones. Lo que se necesita es, ahora, la unidad en las calles. Por eso queremos discutir en el plenario del 24, la perspectiva de un paro nacional que es lo que realmente necesitamos para derrotar el ajuste”.

Luego de la represión el ARS amaneció con una gran moral y decisión de seguir la lucha. No solo marchó si no que instaló una carpa frente a la Gobernación. También convoca a un plenario que se realizará el viernes en Punta Lara. El ARS tiene pautado definir más acciones de lucha, masificar más la pelea para convertirse en un punto de referencia para muchos otros sectores que quieren enfrentar el ajuste de Cambiemos y los gobernadores, en sintonía con los planes del FMI, en todo el país.

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