Una oportunidad para derrotarlos: nuestra resistencia abre el camino

UNA OPORTUNIDAD PARA DERROTARLOS

NUESTRA RESISTENCIA ABRE EL CAMINO

El desastre de la economía nacional provocado por el gobierno PRO imperialista de Macri acabó con sus mentiras. Con ellos no hubo ni habrá “brotes verdes”, “lluvia de inversiones”, “luz al final del túnel”, “pobreza cero”, ni “revolución de la alegría”. Sus planes se centran exclusivamente en liquidar todas las conquistas y derechos de lxs trabajadorxs y el pueblo para que sigan acumulando más riqueza los dueños del poder real en este capitalismo dependiente y depredador: esa minoría de oligarcas, banqueros y grandes empresarios locales y trasnacionales que se beneficiaron con todos los Gobiernos y cuyos gerentes hoy manejan directamente todas las riendas del Estado. La creciente deuda externa sólo sirve para que los grandes especuladores se enriquezcan , fugando capitales al exterior. El macrismo volvió a poner en manos del FMI la la economía nacional para que lo auxilie con sus préstamos

Nos hacen pagar un ajuste en el que sólo crecen la recesión (con suspensiones y despidos, y cierres de fuentes de trabajo tanto en las empresas privadas como en el sector estatal), la inflación y los techos salariales (que destruyen nuestros salarios, las jubilaciones y los ingresos populares), y los tarifazos en servicios públicos y transporte. Arrinconan a las pequeñas empresas que deben cerrar, mientras aumentan el hambre y la miseria. Empeoran aún más las condiciones de vida del pueblo trabajador, incluyendo a muchos sectores medios. Quienes más sufren son las mujeres más empobrecidas sobre quienes recae, en esta sociedad donde sigue dominando el patriarcado, el mayor peso para sostener a sus familias en medio de esta crisis que generaron las clases dominantes.

Pero también crecen la bronca y la lucha popular, y el Gobierno avanza en la represión para intentar imponer sus planes. Por eso hay cada vez más palos, gases, balas y detenciones arbitrarias en las manifestaciones, mataron a Santiago Maldonado y Rafael Nahuel en territorio mapuche, militarizan las empresas en conflicto y las barriadas populares, crece el “gatillo fácil”, la Bullrich y Macri elogian al cana Chocobar por su asesinato por la espalda al pibe desarmado, y decretan que los militares se sumen a la represión interna.

Un Gobierno Más Debilitado

Semejante plan antipopular es cada vez más visible, a pesar de la colaboración de la conducción más transera de la CGT y de las distintas fracciones de la burocracia sindical, de los sectores más conciliadores de la “oposición política” y de los grandes medios de comunicación. El Gobierno de Cambiemos ha perdido muchísimo peso político después de ganar las elecciones legislativas, y por eso no han podido avanzar al ritmo que pretenden con el conjunto de sus reformas antipopulares, como la reforma laboral flexibilizadora.

La razón principal debe buscarse en la enorme resistencia popular. Las inmensas y combativas movilizaciones de diciembre contra la reforma previsional, que disminuyó aún más las jubilaciones, han sido un punto de inflexión. Aunque el Gobierno logró aprobar esa nefasta ley, sufrió una derrota política a sólo sesenta días de ganar las elecciones legislativas, y quedó deslegitimado frente a gran parte de la opinión pública . Desde entonces, las movilizaciones populares no han podido ser totalmente controladas por el poder dominante.

La indignación después de los recientes asesinatos laborales de dos trabajadorxs de la educación en una escuela de Moreno, con miles de docentes y auxiliares de la escuelas reclamando por las terribles condiciones edilicias donde trabaja y estudia la mayoría de la población del conurbano, muestra que ante cada agresión recibida vuelve a surgir la capacidad de lucha popular, y tras esas movilizaciones espontáneas y masivas asoma una pueblada mayor que desborde la institucionalidad burguesa, lo que desvela a las clases dirigentes, sean oficialistas o circunstancialmente opositoras.

La fabulosa lucha del movimiento de mujeres y disidencias sexuales por conquistar el derecho al aborto legal, seguro y gratuito marca un punto trascendente. Las cientos de acciones y movidas colectivas y las dos marchas gigantescas en el Congreso, con más de un millón de mujeres y hombres, desnudaron la miseria política del conservador Senado, donde una mayoría de impresentables de todo tipo optaron por privilegiar su alianza con las fuerzas más reaccionarias de nuestra sociedad, encabezadas por la Iglesia Católica y el evangelismo, votando para que el aborto siga siendo clandestino, dándole la espalda al derecho a la salud reproductiva de la mitad de la población. El macrismo intentó instalar el tema en la agenda pública para dividir al movimiento popular (en especial, al peronismo y los movimientos sociales vinculados con el Papa) y para disminuir la bronca contra el ajuste sobre nuestras vidas. Pero la jugada le salió mal: el movimiento de mujeres ha crecido notablemente, en especial entre miles y miles de jóvenes, y el reclamo por el derecho al aborto ha ganado la pelea pública.

Hoy aparece un Gobierno mucho más debilitado, y muchos piensan alternativas por si no llegan hasta recambio presidencial de 2019. La suma de la crisis financiera desatada desde abril y esa resistencia popular creciente está en la raíz de la incertidumbre que cruza a los dueños del poder.

La Corrupción Los Golpea Y Nos Mata

Para sobrellevar su debilitamiento frente a la crisis, el Gobierno no sólo insiste en su plan hambreador, sino que lanza golpes a ciegas. La operación impulsada desde el centro del poder, a través del aparato judicial, para golpear al kirchnerismo por los negociados en las obras públicas, ahora se vuelve contra todas las empresas que rodean al propio Gobierno. Sin proponérselo, el Gobierno pone en debate ante las mayorías populares la necesidad de acabar con los históricos y estrechos vínculos de la “patria contratista” con los sucesivos Gobiernos. Las coimas involucran a todas las empresas que crecieron y viven del Estado, entre las que sobresalen los grupos estrechamente ligados a Macri.

Aunque las denuncias contra la corrupción en general se focalizan sobre las direcciones políticas anteriores, en especial con aquellas no alineadas directamente con el imperialismo, y tratan de presentar a las grandes empresas como víctimas de una extorsión, para que puedan seguir haciendo negocios con el Estado, su repercusión cuestiona a todo el régimen político y económico que dirige nuestro país, incluyendo al actual equipo de Cambiemos.

El escándalo también se conecta con la creciente disputa entre China (que busca aumentar su influencia comercial y financiera en nuestro continente) y EEUU (bajo la dirección del ala “Todo para los americanos” de Trump), que pretende acrecentar su control total. Esta disputa está en el trasfondo de los cambios regresivos en nuestro continente, como el golpe en Brasil.

En medio de la crisis que nos golpea duramente, los negociados denunciados pueden transformarse en un incentivo poderoso para el debate político de nuestro pueblo. Todo está cuestionado, no solamente la corrupción empresarial y las complicidades políticas. La crisis cuestiona la institucionalidad del capitalismo argentino y su creciente subordinación al imperialismo.

Una Oportunidad Se Abre Para Lxs Trabajadorxs Y El Pueblo

Esta crisis del régimen político nos da una enorme oportunidad al movimiento obrero y popular, si actuamos conscientemente para cambiar a fondo la situación del pueblo, con objetivos revolucionarios. Para derrotarlos de verdad, para que se vayan y no vuelvan, y también para que el recambio no sea aprovechado por el “capitalismo humano” sostenido por distintos sectores burgueses, es necesario actuar ahora, con audacia y con firmeza, profundamente comprometidxs con los sufrimientos y necesidades de la clase trabajadora y del pueblo.

Desde el MULCS, en el marco del proceso unitario que conformó recientemente el Movimiento de los Pueblos – Por un socialismo feminista desde abajo, vemos que podemos frenar la ofensiva oligárquica primero y derrotarlos después, para acabar con los planes del Gobierno de Cambiemos, que son también los planes del imperialismo yanqui para nuestro continente.

Para derrotarlos, necesitamos la más amplia unidad del movimiento popular, del movimiento obrero y los movimientos territoriales, que actúan en los barrios más golpeados por la miseria y el hambre.

Pero al mismo tiempo, para que las luchas populares no sean nuevamente absorbidas por quienes terminan conciliando con el gran capital (aunque digan combatirlo), necesitamos construir una amplia alternativa política de masas, que lleve adelante las aspiraciones actuales del pueblo trabajador, que una los reclamos del movimiento de mujeres y diversidades sexuales con las luchas contra los despidos y la baja salarial, que unifique al activismo social y político con los movimientos de masas en lucha, que sea profundamente antiimperialista, anticapitalista y feminista, construyendo poder popular y luchando por el poder político, con la pelea en la calle como método, y con el socialismo como objetivo.

Con esa fuerza y con esa convicción profunda, hay que actuar.

Ahora es cuando

MOVIMIENTO POR LA UNIDAD LATINOAMERICANA Y EL CAMBIO SOCIAL

Agosto de 2018

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