Texto repartido hoy a la mañana a compañeros Trabajadores de distintos rubros.

ALERTA DEVALUACIÓN DE NUESTRO SALARIO

 

Ayer, en unas horas de mercado, el peso -o sea la moneda de salario que cobramos los trabajadores- se devaluó 8%.

Esto quiere decir que el salario real, la capacidad de compra de medios de vida, cayó dramáticamente en un tiempo vertiginoso. Supongamos un trabajador que recibió una paga por la mañana temprano y permaneció en su puesto de trabajo. Por la tarde, esos mil se convirtieron en unas chirolas más que 900. O sea, perdió la capacidad de comprar 1 kg. de cerdo, o 1 kg de yerba, o lo que fuera.

Podría decirse que no es así de tremebundo, que los aumentos no llegan en el día. Lamentablemente están llegando con una regularidad e inmediatez que espanta. Es la realidad que hemos constatado y que muchos comerciantes ya vociferan: “los mayoristas con un mail te cambian la lista de precios de la mañana a la tarde…”.

 

No es un proceso extraño. Se viene registrando desde hace meses. Pero claro, en el día de ayer el salto devaluatorio fue enorme y ese trabajador que mencionamos, perdió durante sus horas de trabajo 8 centavos de cada peso, 80 ctvs de cada 10, 8 pesos de cada 100 y 80 de cada 1.000…

Nos vemos precisados a subrayar de esta manera escolar primaria lo que está pasando porque no encontramos otra forma de destacar la importancia de la celeridad conque nos saquea la política económica del Gobierno al servicio del FMI. Es la cara tosca de decirlo, sí; primaria y sin técnicas explicaciones, sí; pero es la que nosotros, cuando un cuadro de “macro”, una danza de cifras mil millonarias, nos dejan tiesos cuando vemos por televisión los análisis de los sucesos que además, son ya vertiginosos.

La caída del salario real, el aumento del costo de vida, ya puede y debe medirse por horas. Por ejemplo, ayer nos devaluaban 1,6 % por hora de operaciones cambiarias.

Entonces, no podemos menos que pensar en las dirigencias sindicales que se hacen los burros con las urgencias que se nos presentan, usando medidas de tiempo como “segunda quincena del mes que viene”, etc.

Demasiados largos plazos esos para salir a enfrentar un saqueo a los salarios que se puede registrar, como decimos, por hora.

Y no es que hagamos tremendismos al cuete nomás: de lo que más se precian -por ejemplo Quintana que fue a convencer a los grandes capitalistas imperialistas en Wall Street- es de que este Gobierno logró el éxito de bajar el salario real. No mentía: el salario real en Argentina pasó de ser el primero en América del Sur, a ser el quinto. Sin embargo, pretenden someternos más y más.

Si no hay respuesta inmediata, lo van a lograr y levantarse de una derrota por luchas que no se dieron es muy difícil, porque es histórico que a los vencidos por abandono les cuesta infinitamente más levantar cabeza.

Advertimos todo esto con la simpleza cruel que impone la realidad inmediata. Hoy puede haber otro golpe devaluatorio. Hoy nadie sabe a cuánto cotizará el dólar, pero tiende a subir y cuando decimos tiende queremos decir que la situación desde ayer a empeorado y entonces, que el pronóstico de que va a subir, lo conocen todos, particularmente los grandes financistas que son los únicos capaces de incidir en la compraventa; que un salto de 2 $ como el de ayer nunca se ha visto, lo dicen todos; que las razones de la disparada de ayer permanecen hoy y se agudizan porque era mentira lo que dijo Macri (que habían acordado con el FMI para tener dólares a eso de las 10 de la mañana de hoy, un delirio más o menos así) y recién el año que viene le van a depositar, lo repiten todos. Pero no se arriesgan cifras y debemos decir con la preocupación de los que hasta ahora no pudimos cambiar el rumbo y lo sufrimos con nuestro propio pellejo, que la cifra de 40 $ para hoy se susurra, se niega, se rumorea, se teme y se festeja en las madrigueras de la especulación, se niega y se propone, lo que corno fuera, pero está en la boca cerrada de todos.

30 / 08 / 2018