Editorial de El Roble de Septiembre: “A la mierda todo”

Es difícil sintetizar una lectura sobre el momento actual. Desde El Roble siempre tratamos de mencionar los hechos más relevantes de la actualidad, analizar por qué en este sistema siempre perdemos quienes laburamos todos los días y ganan los patrones y sus políticos. Este número no será la excepción pero pasan tantas cosas que a veces no sabemos por dónde empezar.

Al cierre de esta edición el dólar cerró 37, 50 luego de un jueves en el que llegó a 42. Así dicho parece un número más o podemos pensar que no nos importa el dolar porque no tenemos ahorros que cuidar ni estamos pensando en viajar al exterior. Pero el gran problema es que el precio de ese papel verde condiciona los precios internos: la comida, el pasaje, el combustible, los servicios, los medicamentos, el precio de cualquier producto. Y ese efecto lo veremos en algunos meses, cuando se transforme en devaluación, llegando a los precios. Nuestro salario se devalúa todos los días y nos alcanza para cada vez menos. Pero eso es algo que no tenemos que contar…. lo vivimos en carne propia.

Según un informe de la CTA-A el salario mínimo vital y móvil para este año es de apenas 10 mil pesos y que el 35% de lxs trabajadorxs ocupadxs cobra menos que eso. Estima que para fin de año la caída real del salario mínimo será del 8,5% respecto al año pasado. También muestra que el salario real de lxs trabajadorxs del sector privado cayó un 6% y el de lxs trabajadorxs públicos un 9% en el último año. En otros sectores este porcentaje es aún más alto y es en aquellos donde no hay negociaciones colectivas porque mientras más precario sea el trabajo, menos posibilidad de obtener mejoras salariales. Los últimos datos que publicó el Indec indican que al menos el 34 por ciento de los asalariadxs estamos precarizadxs y el 25,7 somos pobres. Nada indica que este panorama vaya mejorar. Y frente a esto, la CGT convocó a un paro general recién para el 25 de septiembre… falta mucho como para saber si lo mantendrán.

Quizás un buen modo de subir el ánimo es recordarnos que en momentos de crisis tenemos que hacer lo imposible por unir nuestras fuerzas, tener siempre los valores de la solidaridad y la mano levantada para cada compañerx que sale a luchar por su fuente de trabajo, por aumento salarial, porque las condiciones laborales son cada vez peores ya que somos la primera variable de ajuste. Una tarea fundamental es no olvidarnos de esto: somos una misma clase trabajemos en el estado o en el sector privado, produzcamos caños, autopartes, ropa, comida; trabajemos en capital o en provincia, en el sector de la educación, de la salud, en servicios, hagamos changas de lo que podamos, laburemos en empresas chicas o grandes, o estemos sin laburo o nos ocupemos de los trabajos en la casa o el cuidado de otras personas sin cobrar un sueldo. Somos de la misma clase trabajadora.

Pero los planes del gobierno no hace distinciones. Deben hacer pasar el ajuste porque es lo que piden todos los capitalistas. Y por eso las fuerzas represivas están cada vez más en las calles tratando de callar nuestra voz: la de las mujeres que salimos por el aborto legal y contra la violencia patriarcal; la de cada sector que está en lucha como el universitario, que lleva casi un mes de paro por el recorte en el presupuesto y porque la oferta salarial es un chiste; o la del conjunto de trabajadorxs que sale a defender los cierres y despidos como los compañeros de Astilleros Río Santiago, como TELAM, como el INTI, Agroindustria y tantos otros;  a cada comunidad que sale a decir NO a la minería contaminante o a la producción con transgénicos como es el caso de Jáchal que se opone a la multinacional Barrick Gold. Por todo esto es fundamental la UNIDAD Y SOLIDARIDAD. Porque vamos a seguir resistiendo cada uno de los ataques y si estamos divididos es segura la derrota.

Gran ejemplo de esta unidad fue la marcha convocada en principio por docentes, no docentes y estudiantes de las universidades, pero que se transformó en una convocatoria necesaria para todo el pueblo trabajador que quería salir a Plaza de mayo, a reclamar y hacer sentir el repudio hacia la política del gobierno.

Toda la máxima unidad en la calle y en ese camino ir desarrollando un programa que ponga por delante los intereses de nuestra clase. Nuestra opción nunca será junto a ninguna opción de la burguesía, por más lindo que sea su discurso. La única forma de barrer de una vez por todas con este sistema es acabando con la explotación y con todo tipo de opresiones. Solo la organización obrera y de todos los sectores oprimidos será la que plantee otra forma de vida y salga a conseguirlo, en las calles y con organización.

Descargar completo en PDF acá.

Equipo de El Roble.

Fuente: https://periodicoelroble.wordpress.com/2018/09/03/editorial-de-el-roble-de-septiembre-a-la-mierda-todo/

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