En la eterna disputa entre los “gordos” de los grandes gremios y Hugo Moyano por el control de la CGT Luis Barrionuevo volvió a emerger de su propio ostracismo como el sostén de la actual conducción y en esa línea apuntará a constituirse en un eje del peronismo no kirchnerista. Prueba de ello ayer juntó en su sindicato, el de los gastronómicos, a la plana mayor de la central obrera con el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, para avanzar en el armado del acto sindical por el 17 de octubre, el Día de la Lealtad Peronista, en esa provincia junto a otros mandatarios, legisladores y dirigentes de todo el país.
El encuentro, que había adelantado este diario, se desarrolló bajo el paraguas de la más nueva versión de las 62 Organizaciones, el sello que en la jerga sindical se lo conoce como “el brazo político del movimiento obrero” y que con la de Barrionuevo suman en total tres franquicias en funcionamiento que rivalizan entre si y se adjudican respectivamente la plena legalidad. De todas, sin embargo, la de Barrionuevo mostró ayer que cuenta con el mayor volumen por agrupar a sindicatos de peso como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Sanidad, Construcción (Uocra), Obras Sanitarias, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los maquinistas de trenes de La Fraternidad, entre otros.
Aunque fugaz, la presencia ayer de Manzur ratificó la intención de Barrionuevo de proyectar su última aventura gremial al terreno de la política partidaria como factor de unidad de todos los sectores del peronismo que se oponen o no reconocen a Cristina de Kirchner como su líder: gobernadores, senadores, diputados, referentes territoriales y los gremios de la CGT no alineados con Moyano. En Tucumán el sector espera reunir a unas 100 mil personas así como una decena de mandatarios provinciales, Miguel Ángel Pichetto, Sergio Massa y Juan Schiaretti, tres de los cuatro partícipes de una foto planificada la semana pasada. El cuarto, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, parecía anoche descartado por su distanciamiento con el anfitrión del acto.
Para el gastronómico, el zarpazo sobre el sello de las 62 Organizaciones fue un mecanismo para recuperar protagonismo tras haber sido eyectado de la intervención del PJ por una resolución de la Cámara Federal que dio vuelta el dictamen de la jueza María Servini, que lo había puesto en ese lugar. Y lo desarrolló con la suficiente apertura como para sumar voluntades de casi todos los espacios internos de la CGT, incluso de gremios opositores al Ejecutivo como la Asociación Bancaria, y hasta exaliados de Moyano a los que convenció esta misma semana de quedarse en la central y no seguir los pasos del triunviro Juan Carlos Schmid.
Con ese nuevo paraguas el martes resolvieron su continuidad en el Consejo Directivo de CGT gremialistas como Julio Piumato (judiciales), Carlos Frigerio (cerveceros) y Jorge Sola (empleados del seguro) y media docena más de integrantes de ese órgano ejecutivo. Ayer, en cambio, oficializó su salida el aeronavegante Juan Pablo Brey, quien les debe a los Moyano el apoyo inicial para que ganara la elección de ese sindicato. Lo hizo por carta documento en los mismos términos que Schmid, de manera indeclinable.
En tanto, la jefatura de la central hará hoy una marcha a una sede del Ministerio de Producción para protestar por los despidos y suspensiones en la actividad y la falta de una política activa de protección del empleo y la industria nacional. Será una convocatoria de la CGT pero con un carácter transversal por contemplar, además de UOM, Alimentación o Sanidad, a sindicatos que no integran la conducción como los mecánicos del Smata y otros que incluso participan de la opositora Corriente Federal de Trabajadores (CFT) como la Federación Gráfica Bonaerense o el gremio de televisión (SAT). Los gremialistas marcharán frente a las oficinas del ministro Dante Sica que funcionan en la sede de la cartera de Economía, en la Plaza de Mayo.
Fuente: http://www.ambito.com/935565-barrionuevo-sostiene-cgt-y-apunta-al-pj