El rol clave de la ciencia y la tecnología para la soberanía nacional

En el Acampe en el Congreso realizado la semana pasada por la CTA Autónoma, trabajadorxs de Ciencia y Tecnología hablaron de las consecuencias del ajuste y el Presupuesto 2019.

La segunda charla en el último día del acampe en el Congreso Nacional fue protagonizada por los trabajadores y trabajadoras de los organismos de Ciencia y Tecnología. Las consecuencias de la política de ajuste desde el inicio del Gobierno de Cambiemos y el impacto, de aprobarse, del Presupuesto 2019, fueron los dos ejes de trabajo.

Giselle Santana, delegada general de ATE en INTI, esbozó una conclusión: “Todos sabemos que los presupuestos son dibujos, pero sí definen una orientación política. Este proyecto deja en claro que el Gobierno va por un ajuste brutal y un ataque a las conquistas históricas de nuestra clase, a la medida del FMI y los acreedores internacionales. Por eso, no tiene posibilidad de enmienda, tiene que ser rechazado de plano”.

El primero en tomar la palabra fue Gabriel Bober, delegado general de ATE CONICET Capital. “Todos los trabajadores, sean becarios, investigadores, personal de asistencia técnica o administrativos, vienen padeciendo el achique, los despidos, la reducción salarial, la falta de condiciones para investigar. Ahora, hemos visto a las mismas autoridades de los Institutos decir que no les alcanza el presupuesto ni para pagar la luz o el gas”, manifestó. “Eso está produciendo que muchos compañeros renuncien y una nueva fuga de cerebros”, agregó.

Silvia, investigadora despedida en Tucumán, también aportó su mirada: “Pertenezco a la red federal de afectados. Este año fuimos 400 que nos quedamos en la calle por la reducción en los ingresos. Muchos se van al exterior pero muchos queremos seguir haciendo ciencia en el país”. Por su parte, una investigadora de Jóvenes Científicxs Precarizados se refirió a la experiencia de lxs becarios, el sector más golpeado por la política de gobierno.

Daniel Sánchez, delegado de CNEA, explicó que si bien en el presupuesto figura que los fondos destinados a ese organismo crecerían un 75% -sin considerar la inflación-, “los números no reflejan lo que pasa en el sector”. “Por ejemplo”, señaló, “la planta de agua pesada (PIAP) tiene presupuesto cero. Además, el porcentaje mayor va a estar orientado a la producción de reactores para exportación, que creemos que van a terminar en manos de una sociedad Anónima. A esto se suma la subordinación al Organismo Internacional de Energía Atómica. Nos ponen grillete para trabar el desarrollo nacional y soberano”, añadió.

Bruno de Alto y Marcelo Isleño se refirieron a la situación del INTI. Si bien hasta hace poco al Gobierno le interesaban cuatro líneas de trabajo: alimentación, energía, transporte y alimentos; ahora, “en el plan de gobierno, el INTI no tiene razón de ser”, dijo De Alto. Por ejemplo, un área crucial era la asistencia a PYME.  Sobre esto, Isleño precisó: “Se cerraron seis unidades de atención en el interior de país que atendían a 600 PYMES. Esas empresas dejaron de ser atendidas y hablamos de economías regionales que están siendo arrasadas”.

Ante esa situación, el trabajador repudió un comunicado oficial firmado por el titular del organismo, Javier Ibañez, quien celebró que el organismo creció un 7% en agosto, respecto a 2017, y que culpo a los gremios por generar pérdidas por 50 millones de pesos en el primer trimestre. “Pero no dice que ellos fueron responsable de los 257 despidos y de un lock out patronal”, expresó.

Por su parte, Raúl Llaneza, delegado general de Indec, alertó que para el año que viene, el Gobierno tiene previsto aplicar un recorte del 21% en estadística pública. Finalmente, habló de los últimos ejercicios hechos por esa junta interna de ATE sobre el Salario Mínimo y la pérdida salarial. “Desde que asumió Macri, un trabajador que cobra 18 mil pesos, perdió 82 mil, en 34 meses”, ejemplificó.

El cierre estuvo a cargo de Eduardo Moyano, de FOETRA y de la mesa de la CTA Autónoma, quien habló de un sector que si bien fue privatizado en los ´90, sus trabajadores siguen reivindicando a la comunicación como un derecho y no como una mercancía, que debe estar en manos estatales.

A la par, indicó: “Las telecomunicaciones también son una industria extractiva”. Y al relacionarlo con el debate en torno al Presupuesto explicó: “No sólo se compone de a dónde orientamos el gasto sino en dónde ponemos los recursos y hablamos de un sector que, con 20 mil millones de dólares de ganancias, evade impuestos, deriva las ganancias a las casas matrices al exterior, una industria donde el 100% de los insumos son importados y en la cual también importamos el conocimiento”, cerró.

Conversatorio de trabajadoras

A continuación, con la presencia de la Secretaria de Género de la CTA-A y de Organización en ATE, las mujeres trabajadoras de Ciencia y Tecnología realizaron un conversatorio: “Somos administrativas, somos técnicas, somos investigadoras de Ciencia y Tecnología, y ponemos en debate cuestiones relacionadas con nuestro rol en ámbitos históricamente ocupados por hombres, blancos, heterosexuales, y que van más allá de una licencia por maternidad”, expresaron.

De esta manera, las trabajadoras reivindicaron la importancia de una perspectiva feminista en los debates y conflictos gremiales pero rechazaron que se las asigne sólo a charlas de temáticas de género.

Fuente: http://www.ate.org.ar/nota.asp?id=13434

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