¿Dónde están los dólares?

Durante el año 2017, 15 grandes empresas exportaron por un total de casi U$S 27.400 millones. Con un dólar de entonces a $ 20 obtuvieron cerca de $ 548.000 millones. Con la devaluación de este año, que puso el dólar a un valor cercano a los $ 40, ese volumen de exportaciones se duplicó. Así, a estas empresas el gobierno Cambiemos le transfirió una cantidad de dinero similar al recorte en el gasto público que le pide el Fondo Monetario Internacional.

Los datos de exportaciones – que surgen del ranking publicado por la Revista Prensa Económica – son el puntapié inicial del análisis que realizó el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas para mostrar la salvaje transferencia de ingresos que provocó la devaluación y dónde están los dólares que “le faltan” a nuestro país que fuimos a pedírselos al FMI.

El informe del IPPyP muestra que 10 del total de esas 15, son cerealeras, empresas que además ocupan los 6 primeros puestos en el ranking de exportadoras (Cargill, Cofco, Bunge, Deheza, LDC Argentina y Vicentín). Hay además 1 Aceitera (Molinos), 2 automotrices (Toyota y Volkwagen) y 1 elaboradora de aluminio (Aluar).

Como vemos, las exportadoras vinculadas a la producción primaria concentraron la mayor cantidad de dólares de las exportaciones, ratificando en números una estructura productiva primarizada.

Los más de $ 500.000 millones que les regaló la devaluación representan, dice el informe, “una brutal y regresiva transferencia de ingresos desde la mayor parte de la sociedad a los exportadores. Es decir, el Gobierno propone sacrificar obra pública, reducir salarios y personal del Estado, continuar con los tarifazos y la recesión, en suma pagar deuda ampliando la desigualdad”.  Y agrega que “estableciendo una retención del 50% sobre cada dólar exportado por estas 15 empresas, esto permitiría alcanzar el tan mentado déficit 0 con una más equitativa distribución del ingreso. Sin sacrificar el presupuesto de salud, obra pública, educación, universidad, etc.”

“En el marco de una situación  que exhibe inocultables ganadores, la decisión oficial de establecer retenciones de 3 y 4 pesos del  conjunto de los exportadores es francamente lamentable. Mientras a los ciudadanos de a pie se le  dolarizan las tarifas de los servicios públicos, a los exportadores que cobran un dólar muy alto, se les pesifican las retenciones. Impresentable”, afirma el economista Claudio Lozano en otro informe del IPPyP, continuidad del anterior.

“Del mismo modo que en relación al déficit fiscal se pueden proponer alternativas, también pueden plantearse alternativas en relación al déficit que en materia de divisas tiene nuestro país. El análisis de los actores que intervienen en el comercio exterior argentino permite detectar la existencia de 50 empresas que a lo largo de la última década y media, exhiben saldos en divisas superavitarios que son tres, cuatro o cinco veces el saldo comercial del país. Es más, mantienen un brutal saldo favorable aun cuando el saldo comercial del país es negativo”, detalla.

Si bien los datos disponibles son del año 2015, en ellos se lee que 50 empresas exportaron en ese año un total de U$S 33.460 millones e importaron U$S 2.170. O sea que obtuvieron un saldo comercial positivo de U$S 31.290 millones, en el mismo año en el que la economía presentó un déficit comercial de U$S 3.420 millones. De este total, el 70% está concentrado en solo 12 empresas:  Cargill, Bunge, Dreyfus, Toyota, Nidera, Vicentin, Ford, Noble, Molinos, Pan American Energy, Oleaginosa Moreno y Asociación de Coop. Argentina. Claramente allí están los dólares que faltan. “Empresas que operan en el país, que en muchos casos tienen deudas pendientes de carácter impositivo con el Estado, que en algunos casos fueron tomadoras de deuda en tiempos de Martínez de Hoz, realizaron formidables ganancias financieras para luego traspasarle la deuda al Estado, que fueron beneficiarias del blanqueo y que incluso se han transformado en Acreedores del Estado argentino. Empresas que seguramente hoy, en un nuevo contexto de saldo comercial negativo, deben disponer de un excedente en divisas de magnitud”, afirma Lozano.

“En la Argentina (pese a la existencia de desequilibrios productivos ciertos) no es que no tengamos dólares, sino que no tenemos un adecuado control público de las divisas que generamos. La desregulación en el ingreso y egreso de capitales, la existencia de regímenes que permiten que los exportadores no ingresen las divisas al país, la ausencia de plazos para liquidar los dólares de exportación, y la ausencia de controles públicos sustituidos por las declaraciones juradas de las empresas, propician un escenario proclive a que el Estado argentino maneje muchos menos dólares que los que estaríamos en condiciones de disponer”, agrega el economista.

Es que mientras que se cierra un acuerdo con el FMI que nos endeuda en U$S 57.100 a tres años, se fugaron del país  $56.000 millones en poco más de dos.

El último viernes se conoció la firma de una Resolución de la Secretaría de Energía que establece una compensación para las distribuidoras de gas por la devaluación del peso argentino con respecto al dólar. O sea que el gobierno pretende que los usuarios le paguemos a las distribuidoras en 24 cuotas –  con retroactividad de un servicio ya consumido y pagando intereses sobre intereses – la devaluación a la que deben hacer frente por sus compras a las petroleras que lo extraen y cobran en dólares.

Así otra vez, el gobierno decide resguardar a las empresas que tienen sus precios dolarizados (como las petroleras, las prestadoras de servicios públicos privatizados, los grandes pooles de siembra, las mineras) y pretende poner el ajuste otra vez sobre nuestras espaldas.

“Queda claro en la coyuntura el beneficio para especuladores, acreedores externos, la banca, empresas privatizadas extranjerizadas de servicios públicos, las petroleras, el gran “campo” y los grandes exportadores.  Es algo que se expresa en el 74% de interés que aprovechan los bancos por la política de restricción monetaria del BCRA, afectando cualquier propósito de financiamiento productivo.  Del mismo modo operan petroleras y privatizadas que dolarizaron sus precios a costa del conjunto social, o aquellos tributarios del alza del tipo de cambio, para especulación o exportación”, afirma Julio Gambina en su artículo Macri: ¿fracaso de la política económica?.

Todos estos son los sectores que se han beneficiado, y lo siguen haciendo, de la suba 100% del dólar quienes además son los beneficiarios de las medidas económicas que tomo el gobierno de Macri desde que asumió.

Fuente: http://www.redeco.com.ar/nacional/economia/25086-%C2%BFd%C3%B3nde-est%C3%A1n-los-d%C3%B3lares

 

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