Juan Chico: “No tenemos que perder los sitios donde la gente dio la vida”

Los días 24, 25 y 26 de octubre se realizó en la ciudad de Resistencia, Chaco, el II Congreso Internacional de Derecho Constitucional Indígena. El encuentro estuvo organizado por la Subsecretaría de Promoción de Derechos Humanos, la Secretaría de Derechos Humanos y el Centro de Estudios Judiciales del Poder Judicial de la provincia de Chaco y contó con la asistencia y participación de dirigentes y dirigentas indígenas de los Pueblos Qom, Moqoit y Wichí, así también como de abogados y abogadas especialistas en Derecho Indígena.

La Agencia Periodística Timbó tuvo la oportunidad de entrevistar en la ocasión a Juan Chico, historiador, investigador y escritor del Pueblo Qom, expositor en uno de los paneles y que cuenta con una larga trayectoria en el campo de la lucha por el reconocimiento por parte del Estado del genocidio cometido contra los Pueblos Indígenas, así también como de la visibilización y reconstrucción de la memoria más allá de la historia oficial.

Agencia Periodística Timbó: ¿Cuáles son tus proyectos en este momento?

Juan Chico: Hace poco sacamos un texto que se llama “La Luciérnaga y el Mosquito”, que está pensado para docentes de Nivel Inicial y tenemos varios más, pero decidimos dejar para el año que viene. Queremos emprender una editorial propia por el hecho de que hay muchas producciones del trabajo que venimos haciendo los últimos años, pero a veces cuesta cuando uno tiene que depender de una editorial que no es nuestra. Sin el ánimo de ofender, con la editorial, tanto con Contexto como con Cospel venimos trabajando bien, pero vemos también que es un momento en el que nosotros los Pueblos Indígenas o los que escribimos en este caso, de empezar a tratar de tener nuestra propia editorial para las producciones nuestras.

Así que estamos en proyecto con varios textos con contenido para Nivel Inicial y un texto que hace rato lo hemos terminado, que se llama “Pueblos Indígenas y Sarmiento” y otro sobre La Masacre del Zapallar. Y por supuesto esos saldrían el año que viene.

APT: En tu tarea de investigación siempre te has abocado a sacar a la luz hechos históricos sobre los Pueblos Indígenas, invisibilizados o contados desde la versión oficial del Estado. En este momento, estas participando de la restitución de restos de víctimas de las llamadas Campañas Militares al Chaco que estaban en poder del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, ¿cómo fue este proceso?

Juan Chico: En realidad, estamos trabajando desde hace varios años, desde que está vigente la ley que permite a los Pueblos Indígenas poder retirar de museos tanto privados y públicos los restos que pertenecen a los Pueblos Indígenas (Ley 25.517). El año pasado, en el marco del I Seminario sobre Genocidio Indígena hemos elevado una nota al Museo de Ciencias Naturales de La Plata y al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que es el organismo de aplicación de esa ley, y fue así que en julio de este año hemos podido lograrlo. Ya habíamos identificado con el acompañamiento del Grupo Guías, a nueve fusilados qom durante la mal llamada Campaña del Chaco y una pequeña biografía de en qué momento fueron ellos muertos, en qué momento, en qué lugar geográfico incluso y fue así que este año pudimos retirar.

Ahora estamos tramitando para hacer un monumento en Napalpí donde ocurrió la masacre y poder juntar todo lo que pasó entre 1870 y 1890 en el proceso sistemático de genocidio indígena donde fueron muertos estos nueve fusilados, los llamamos nosotros porque realmente fueron fusilados. Uno de ellos fue muerto incluso por el Coronel Obligado. El Coronel Obligado acá en nuestra provincia, el Salón de Acuerdos de la Casa de Gobierno se llama Obligado, le da nombre a calles, a escuelas, y por supuesto, sin el ánimo de ofender a esta persona, a esta figura, lo que estamos contando es la verdad de lo que Obligado fue para nosotros los Pueblos Indígenas.

Entonces estamos en plena etapa de querer construir una especie de monumento en Napalpí, donde van a descansar los nueve fusilados y nos pareció conveniente, y a la comunidad del lugar también, que puedan descansar junto a los muertos de la Masacre de Napalpí de 1924.

APT: ¿Qué importancia tiene para los Pueblos Indígenas, por un lado, la exhibición por tantos años de restos humanos de las comunidades en los museos y, por otro lado, el surgimiento de leyes y procesos de restitución?

Juan Chico: Sin duda, intenta reparar un daño ocasionado. Estos nueve fueron fusilados defendiendo un territorio, luego llevados, exhibidos como trofeos de guerra y expuestos en una vitrina. El mensaje que querían dar a la sociedad, el Estado argentino y el Museo de Ciencias Naturales, era dehumanizar, que no eran sujetos de derecho, cuando se construye la identidad argentina después de la Constitución de 1853 donde pensaron en una futura Argentina blanca, gringa, bajada de los barcos. Ese pensamiento de gobernar y poblar, que era un desierto y que había que poblarlo, fue deshumanizando a los Pueblos Indígenas.

Después de 130 años de estar expuestos como trofeos de guerra, como objetos de estudio, sin duda, siempre fueron humanos, siempre fueron sujetos de derecho, pero no había un reconocimiento. Más allá del reconocimiento explícito de la ley, también el reconocimiento social y de nosotros, los propios Pueblos Indígenas. Mucha de nuestra gente, que en varias ocasiones visitó el museo, no tomaba dimensión de lo que estaba pasando ahí porque muchos de los casos no se sabían. De hecho, el Museo de Ciencias Naturales de La Plata tiene más de cinco mil restos humanos pertenecientes a los Pueblos Indígenas que fueron tomados en lo que mencioné hoy, durante la mal llamada Campaña al Chaco y en especial la campaña al sur.

APT: Recientemente recibieron al Equipo Argentino de Antropología Forense para seguir avanzando en la causa de la Masacre de Napalpí, ¿cómo evalúas este paso?

Juan Chico: Este mes hemos recibido la visita de parte del equipo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Hace varios años veníamos insistiendo y venimos insistiendo, desde el Grupo Guías y en este caso el EAAF, para hacer un trabajo de excavación. Porque, más allá de que nosotros sabemos y nuestros Pueblos y gran parte de la sociedad chaqueña es consciente que la masacre ocurrió, para la Justicia tenemos que llevar pruebas.

Entonces, qué mejor en este caso que el EAAF, que tiene un reconocimiento no sólo a nivel argentino sino a nivel mundial. Pensar que estuvieron trabajando en Darwin todo este tiempo con la identificación de los soldados caídos. Y que vengan a Napalpí sin duda nos genera esperanza, porque incluso nos disiparon varias dudas. Nosotros que no somos expertos en eso, después de 94 años de ocurrida la matanza, nos preguntábamos si los huesos están todavía, si hay elementos que se puedan recuperar como prueba. Y cuando ese día ellos vieron el terreno dijeron que sí, que es factible, por el tipo de tierra que hay en la zona, que se puedan encontrar los cuerpos.

Empezamos una primera visita y la idea es que el año que viene se pueda hacer un trabajo de campo donde podamos demostrar a la Justicia y a la sociedad, que sigue negando en muchos casos, la Masacre de Napalpí, que acá están los hechos, acá están las pruebas. Lo que nuestros viejos nos contaron, nos transmitieron, no estaban mintiendo, sino que ellos lo sufrieron en carne propia y acá están las fosas donde tiraron a nuestros mayores que estaban defendiendo el territorio.

Sin duda, es un hecho histórico, único, para los Pueblos Indígenas y nuestra comunidad qom de Napalpí.

APT: Después de tantos años de lucha contra un discurso de invisibilización de los Pueblos Indígenas y de la historia, ¿están ahora viéndose los frutos de forma más rápida?

Juan Chico: Sí, totalmente, de hecho, el año que viene, van a hacer 20 años que de forma sistemática venimos trabajando con Napalpí. Entonces, que el año pasado hayamos hecho el pedido de restitución y haya salido este año; con el EAAF habíamos tenido conversaciones, encuentros y ellos siempre manifestaron, por el trabajo de visibilización de instalar lo que pasó en Napalpí, poder hacer ellos el trabajo de campo. Sin duda este año poder lograr eso, es un avance y, sin duda, conforta el alma y el espíritu que al fin podamos probar principalmente, no a nuestra gente, sino a esta Justicia que sigue negando los derechos de los Pueblos Indígenas. Por eso que el EAAF haya visitado, que hayamos retirado los nueve cuerpos de los fusilados qom del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, es esperanzador porque son nueve los que pudimos identificar, pero son cientos y miles del NEA y del NOA que están expuestos aún o guardados en los cajones del sótano del museo.

APT: Una breve referencia al congreso, ¿qué importancia tiene la incorporación de los Derechos Indígenas en la Constitución Nacional y qué vigencia tiene esto hoy?

Juan Chico: Uno celebra que el derecho constitucional indígena esté plasmado, pero del dicho al hecho hay un largo trecho. En los últimos años y sin el ánimo de querer atacar al gobierno actual, al gobierno nacional, pero desde el 2015 estamos sufriendo un retroceso en el reconocimiento del derecho de los Pueblos Indígenas que se ve también acompañado por muchos sectores de la sociedad que en su momento pensamos que eran nuestros aliados en la lucha indígena.
De hecho, habrás visto que también aquí en el congreso un grupo de docentes de la escuela bilingüe de Cacique Pelayo están haciendo un bono contribución para ese futuro monumento que te conté en Napalpí para los fusilados y los masacrados en Napalpí. Y eso se da porque hemos agotado instancias de diálogo y de propuesta, en este caso, al Estado chaqueño.

Entonces, por un lado, celebramos porque eso hace que no nos quedemos y nos reorganicemos, el grupo de docentes se organizó y dijo vamos a hacer un bono, vamos a sortear libros, una canasta y vamos nosotros a apropiarnos y hacer nosotros nuestro monumento. Por supuesto, el monumento es de carácter simbólico, es decir, no tenemos que perder los sitios de memoria, los sitios de historia y más los sitios donde la gente dio la vida defendiendo el territorio. Sin duda uno celebra estos tipos de espacios, pero somos aún críticos de la forma en que se están manejando los derechos de los Pueblos Indígenas en la provincia de Chaco.

Hoy en mi intervención yo hacía mención de lo que está pasando en Miraflores, cuando recientemente hicimos una visita de tres días a los lotes, viendo cómo está la gente, los hermanos tienen 36 denuncias en la Fiscalía. Y lo triste y lamentable que ellos nos contaban es que el único que vino, que se sentó con nosotros y nos escuchó fue Egidio García. No vinieron Derechos Humanos, no vinieron la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, sí el Ejecutivo creó una Comisión de Interpoder que recién entre el 7 y el 9 de noviembre creo que van a ir a juntarse con los hermanos allá.

¿Y por qué pasa esto? Hoy en mi intervención hacía mención de que a veces las leyes están para ser cumplidas por el pobre, por el sector popular. Y las leyes muchas veces se hicieron con la esperanza, nosotros los Pueblos Indígenas y el sector popular, tener esperanza, pero nos damos cuenta que muchas veces la Justicia responde a determinados intereses que escapan a los intereses de los Pueblos. La situación de Miraflores es hoy muy delicada porque tanto la Justicia como el Ejecutivo no actuaron de forma inmediata como se da en otros casos. Por eso decimos que los Pueblos Indígenas parece que tenemos Derechos Humanos de tercera o de cuarta, porque cuando la víctima de una represión, cuando la víctima no es de un Pueblo Indígena o tiene un color de piel diferente parece que los organismos de Derechos Humanos, no todos, pero la mayoría que están cerca y relacionados con el Estado, sin duda corren rápido. Pero cuando se trata de nuestros muertos, que tienen nuestro color, parece que los Derechos Humanos llegan un poquito más tarde. Que es lo que está pasando en Miraflores.

En Miraflores existe un decreto del gobierno nacional donde se les entrega 10.000 hectáreas (a los Pueblos Indígenas) en 1931, ratificado por el gobierno de facto en el año 1979. Pero en este proceso del ‘70 para acá, los sectores de poder económico y muchos de ellos ligados con el gobierno de turno incluso, adquirieron un título y como hoy mencionaba en mi intervención, nos dolió tanto cuando una abuela trataba de explicar en su poco castellano al ayudante de fiscal diciéndole: “Yo no tengo el título, lo que yo tengo es memoria. Ahí, en ese lugar donde vos no querés desalojar, están los huesos de nuestros viejos”.

Creo que es un llamado de atención para la Justicia, según estas leyes vigentes que solamente están a favor de aquel que nos oprime continuamente y no de los Pueblos oprimidos. Nos interpela como Pueblo, como sociedad chaqueña, para empezar a rever algunas cosas que damos por sentado que son así y sin embargo tenemos que reverlas para el bien del Pueblo. Alguien dijo alguna vez que todos tenemos los mismos derechos y no, vamos a ser sinceros, no todos somos iguales ante la ley. Somos iguales ante la ley cuando tenemos que acatar esas leyes, pero cuando esas leyes tienen que defendernos contra aquel que nos oprime, ahí hay diferencia: primero tiene derecho aquel que ostenta un poder económico. De hecho, ese día, los hermanos decían “no podemos ir”, el ayudante de fiscal les decía “eso vaya y dígaselo al juez”, y el abuelo le decía “ni siquiera puedo llegar a Miraflores, en la situación económica y social que vivimos los indígenas, ¿cómo llego yo a Castelli para explicarle al juez que ese es mi territorio?”. Esto nos interpela y ahí hay mucho para hacer.

Estos espacios uno los celebra, pero insisto, no tiene que quedar sólo en congresos, en dichos, sino tiene que realmente acercarse a la realidad de lo que estamos padeciendo los Pueblos Indígenas.

Fuente: Agencia Periodística Timbó

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