Aceiteros: “Nadie nos regaló nada, todo lo que hemos logrado se alcanzó con la lucha”

Los aceiteros volvieron a ser noticia: en enero del próximo año el salario inicial será de $43.821. Los titulares inundaron los medios y las redes se hicieron eco. Desde ANRed dialogamos con Cristian Montaño, trabajador aceitero e integrante de la comisión directiva, quien nos contó cuáles son los pilares de la organización sindical, cómo ve la situación actual y, sobre todo, porqué hay que dejar de hablar de porcentajes cuando se trata de salarios.

Dirigentes aceiteros

El jueves por la tarde se firmó un nuevo acuerdo salarial entre la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina y tres cámaras empresariales, CIARA-CEC, CARBIO y CIAVEC. Pronto la noticia se expandió: en el país del ajuste, la reciente paritaria lleva el salario básico inicial a $43.821,83.- a partir del 1° de enero de 2019.

Dialogamos con Cristian Montaño, trabajador de Oleaginosa Moreno Puerto Galván (Bahía Blanca, Prov. de Buenos Aires) y Secretario de Prensa y Formación de la Federación, para conocer en profundidad el proceso por el cual los aceiteros y aceiteras levantan la bandera del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) y logran estos acuerdos.

-¿En qué consiste el nuevo acuerdo salarial?

-En abril de 2018 la categoría inicial de los trabajadores y las trabajadoras aceiteras era de $25.000. Debido a la situación económica del país, la inflación y todas las problemáticas que surgen día a día, en agosto de 2018 desde la Federación hicimos una revisión de ese acuerdo y en ese momento llevamos la categoría inicial a $31.250 al 1º de agosto. En abril, el acuerdo fue retroactivo a tres meses, es decir a enero 2018. Al adelantarlo tres meses, ya que nuestro acuerdo vencía el 31 de marzo de 2019, nos daba que al 31 de diciembre teníamos que volver a juntarnos para hacer la revisión anual. Nos juntamos con la Ciara, que es la Cámara de la Industria Aceitera, y después varias negociaciones se llegó al acuerdo de que a partir del 1º de diciembre la categoría inicial es de $35.627 y, a partir del 1º de enero de 2019, $43.821, más $1000 de presentismo. Si hacemos una revisión de nuestra paritaria que fue retroactiva a enero 2018 y si queremos hablar de términos porcentuales, que hoy a los medios es lo que más ruido le hace, estamos hablando -entre las 4 categorías que tenemos- entre un 75,29% y 75,28%, con revisión en junio de 2019. También se consiguió un bono, que lo tomamos como participación de ganancias de la empresa, el cual se pagará en enero 2019 para todos los trabajadores y trabajadoras aceiteros del país y de cualquier categoría de $33.733.

-Justamente, los aceiteros siempre hablan de salario mínimo vital y móvil (SMVyM) en lugar de porcentajes, algo muy instalado en las discusiones paritarias. Escuché a Daniel Yofra, Secretario General de la Federación, explicar más de una vez que si vos tenés un salario de hambre aunque le apliques un porcentaje alto de aumento tu salario va  seguir siendo de hambre. ¿Cómo surgió el planteo de hablar de SMVyM?

-Los aceiteros tomamos el concepto de SMVyM por el 2004; no todos los aceiteros, sino los de Rosario, cuando conocen a Horacio Zamboni y empieza a plantear lo que tendría que ganar un trabajador o una trabajadora para vivir dignamente como dice el artículo 14bis de la Constitución Nacional y el 116 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT). Horacio plantea a la Comisión Directiva de Rosario y a las Comisiones Internas lo que era el SMVyM y que no había que pelear por inflación o necesidades básicas sino que había algo escrito en nuestra Carta Magna y en la LCT.

En Rosario logran instalar el SMVyM y empezar a pelear por eso y no en términos porcentuales. Uno de los primeros aumentos era arriba del 100 por ciento, pero el tema no era en términos porcentuales, porque, como dice Daniel, si vos le ponés porcentaje alto a un salario de miseria sigue siendo miseria. Así que en 2004 empiezan -junto con Horacio y un estudio de economistas que toman además lo que era la realidad de una familia y todo lo que necesita para vivir dignamente- el planteo del SMVyM, lo instalan en Rosario y logran ganar.

En ese momento la Federación estaba dirigida por burócratas que lo único que hacían era poner un salario de miseria y después que cada uno de los sindicatos adheridos a la Federación peleara con las empresas si podían ganar un poco más, dividiendo de esta forma a todas las seccionales, a todos los trabajadores y trabajadoras.

En 2009 se produce un cambio grande. Rosario vuelve a la Federación y gana las elecciones y se instala a nivel nacional la unidad y la pelea por el SMVyM. O sea que todos en su conjunto teníamos que pelear el SMVyM para todos los trabajadores del país. No sólo en un sector de Rosario que tenía grandes fábricas sino en todo el país: en fábricas grandes y chicas, en puertos, en almacenaje, en todos los lugares del país donde hubiera un trabajador o trabajadora aceitera plantear el SMVyM, porque los números de las empresas -al margen de eso- daban. El tema era cubrir las necesidades de una familia para que puedan vivir dignamente. Así es como surge el planteo del SMVyM en la Federación.

-¿Por qué creés que cuesta que otros gremios tomen como reivindicación el SMVyM?

-Creo que parte de los gremios se olvidaron que existe el SMVyM, que hay dos leyes que son esenciales que lo definen y lo defienden. Y los que no se olvidaron me parece que no lo plantean porque saben que están muy lejos y que si tienen que hacer realmente un planteo de lo que es el SMVyM estarían con sueldos muy lejanos a lo que son las necesidades de los trabajadores y trabajadoras hoy en día.

También pasa que la mayoría de los dirigentes de muchos gremios se desprenden mucho de los trabajadores y de las bases una vez que llegan al lugar que quieren estar y muchos delegados de base también, que son sacados de las fábricas o de sus puestos de trabajo. Creo que pierden el contacto con los trabajadores, se desentienden de eso y no entienden ni saben cuáles son las necesidades de los trabajadores y las trabajadoras. Por ende creo que no pueden discutir con la patronal lo que realmente necesitan los trabajadores y las trabajadoras para vivir.

Además es un tema de confusiones, porque los gobiernos te plantean los aumentos en términos porcentuales, te quieren hacer pensar en inflación futura o pasada, te confunden el SMVyM con la canasta básica. Son planteos de los gobiernos para desviar la mirada de lo que es realmente lo que necesitan los trabajadores y trabajadoras para vivir dignamente. Son desvíos que lo usaron todos los gobiernos y creo que a algunos dirigentes los terminan convenciendo, desviando de esa discusión real que hay que dar, que es una disputa entre el trabajador y el capital, pero me parece que tampoco tienen la fuerza o la organización para pelear un SMVyM digno para cada uno de los trabajadores y trabajadoras. Creo que no lo ven o no sé si lo quieren hacer por conveniencia, por relaciones con los gobiernos de turno, por “gauchadas” o cosas que les deben, pero realmente no pelean por lo que necesitan los trabajadores.

Creo que los aceiteros y los desmotadores somos uno de los pocos gremios que realmente vamos con el planteo del SMVyM. Se han acercado otros gremios a los cuales se los hemos explicado y les hemos tratado de enseñar o de cómo tratar de plantearlo pero después cuando llegan a las negociaciones salariales terminan hablando de términos porcentuales en vez realmente de lo que necesita un trabajador para vivir dignamente.

-Más allá de que sean trabajadores de un sector estratégico y exportador, con empresas millonarias como Cargill, Cofco, Bunge y otras, es claro que hay que dar la pelea igual. La huelga de 25 días que llevaron adelante en 2015 es quizás el ejemplo histórico. ¿Cuál es la fortaleza, los principios, que sostienen los aceiteros en su conjunto?

-Como te decía, a partir del 2004 empezó Rosario peleando el SMVyM y después en el 2009 lo lleva a la Federación y se hace nacional. Para que tengamos una idea de lo que es la solidaridad y la conciencia de clase del trabajador y trabajadora aceitera: en el 2009, 2010, se hace uno de los primeros planteos de SMVyM a nivel nacional. Por darte un ejemplo, si un trabajador aceitero o aceitera de Rosario en ese momento ganaba $1000 la media en el país era de $700. En el 2010 se plantea, por darte un ejemplo, el SMVyM en $1100, por decirte. Los compañeros de Rosario recibirían un aumento de $100, ahora el resto de la media del país recibiría un aumento de $400. ¿A qué voy? A la conciencia de clase del trabajador y al laburo que se hizo para entender que teníamos que ser solidarios con el resto de los compañeros, que teníamos que ayudar a que todos lleguen al SMVyM y una vez que todos estuviéramos en el salario SMVyM iba a ser mucho más fácil dar la lucha en adelante. Por eso cuando hablo de los principios me parece que uno de los más grandes que tenemos es la solidaridad frente al resto de los compañeros y compañeras y la conciencia de clase. Los compañeros en ningún momento lo discutieron.

Al margen de eso, se empezó a trabajar muchísimo en lo que es la parte gremial. En esa época no había delegados de base así que cuando se recupera la Federación se insta a todos los sindicatos a hacer elecciones de delegados en todas las fábricas del país. Si los sindicatos se negaban a hacer elecciones de delegados se bajaba directamente de Federación. Creemos y entendemos que el principal punto y principio que debe tener una organización gremial son los delegados de base, que son los que están todo el día en la fábrica con los compañeros trabajando y son los que realmente ven el día a día, las necesidades de los compañeros, las problemáticas que tienen, no solo salariales sino de la vida misma. Si las bases no están organizadas, no están concientizadas, creo que no se puede tener una organización a nivel nacional con conciencia o que pueda luchar o dar las batallas que nos ha tocado dar a lo largo de esta corta vida en si después que se recuperó nuestra organización nacional que estaba manejada por la burocracia.

Los delegados de base es lo primordial, haciendo conciencia en las fábricas; el planteo del SMVyM es otro. Siempre instar a los compañeros que todo lo que se quiera lograr es a través de la lucha, de llevar adelante huelgas, quite de colaboración, de retención de tareas. Nadie nos regaló nada, todo lo que hemos logrado se alcanzó con la lucha y los compañeros están conscientes, lo entienden y apoyan todas las medidas.

Cristian Montaño. Foto: Sofía Alberti, Prensa Federación / 68° Congreso Nacional Ordinario Aceitero y Desmotador

Cuando nos tocó transitar los 25 días de paro por paritarias en el 2015, veníamos de dar batallas, de hacer paros, de hacer huelgas. Acá en Bahía Blanca tuvimos un conflicto muy grande de 8 meses, de quite de colaboración, pero 25 días de paro es mucho, es largo y no estábamos acostumbrados a hacer tantos días corridos de paro. Fue un conflicto muy grande, muy desgastante, pero al margen de eso siempre tratamos de sacar lo bueno de lo que nos pasa. Había muchos lugares donde todavía había desunión, diferencias que al momento de plantear una huelga se expresaban y yo lo que ví, lo que me tocó ver en Bahía Blanca, los 25 días de huelga nos unió muchísimo más. Estar todos juntos, convivir todos los días, se logró una unión diferente, se saldaron muchas dudas, fue muy bueno para la organización gremial.

Había que contener a los compañeros porque se empezó con un día, dos, tres, una semana y ya a lo último los compañeros estaban preocupados, pero ahí está el rol de los delegados, de los dirigentes gremiales de tratar de concientizar, de contener, para que la lucha siguiera porque no era una cuestión de dinero, porque estas empresas trasnacionales ganan fortunas, la levantan en pala. No era una cuestión monetaria, porque las pérdidas que tuvieron fueron millonarias. Podían haber pagado los aumentos de ese año, del que seguía y del otro, sino que era otra vez la disputa del capital y de querer doblegar a los compañeros y compañeras justo en un momento clave que se venía un cambio de gobierno, que no sabíamos qué tipo de gobierno iba a venir. Fue todo una cuestión política y de derechos que querían marcar en ese momento apoyado por el gobierno que ponía un tope salarial.

Se logró lo que queríamos si bien fue desgastante. Cuando los compañeros recibían los recibos de sueldo eran de $500, de $1000, pero el tema era dar la batalla, ganarla. El laburo con los compañeros era decirles que en algún momento esta batalla había que darla. Si no era ese año, sería el siguiente, o el otro, en algún momento los empresarios iban a venir por nosotros, iban a poner toda la carne en el asador, e íbamos a tener que dar la batalla.

En términos de principios lo que más decimos es la unión de las bases concientizadas; para todo lo que se quiera tener hay que hacer huelga; la bandera del SMVyM siempre adelante, cueste lo que cueste; defender a los compañeros y los puestos de trabajo a lo que dé lugar; y defender la salud de los compañeros con el comité mixto de salud y seguridad y trabajando en las fábricas para que no enfermen ni se nos mueran compañeros.

-Al menos la mitad de los trabajadores registrados gana unos $18.000. Quizás sea hasta incómodo, en este escenario, decir que el salario inicial de un aceitero superará los $40.000. No por eso, por supuesto, hay que nivelar hacia abajo. Pero ¿qué sensación tenés frente a esos salarios de hambre de la gran mayoría?

-Tristeza, angustia, porque creo que los trabajadores y las trabajadoras no se merecen esos salarios. Hoy podemos hablar de trabajadores que laburan 8 horas pero hay otros que trabajan 10, 11, 12, para llegar a ese salario de $18.000 de una media. Si trabajan 12 horas y necesitás 8 para descansar, ya tenés 20 horas, lo que también implica que te quedan 4 horas para compartir con la familia. Creo que lo que todo trabajador quiere, como decía Horacio, es tener un buen salario en 8hs de trabajo y el resto para poder disfrutar, para tener esparcimiento, disfrutar con la familia.

Hoy con $18.000 no se vive, no sirve, no alcanza. Ningún trabajador debería ganar ese salario. Ojalá pudieran ganar lo que los aceiteros ganamos porque es lo que se merecen, es la reivindicación del SMVyM, para que puedan vivir dignamente.

Creo también que los trabajadores, como organización de base, quieren pelear por algo más porque se nota el descontento la mayoría de los gremios. Lo que pasa es que los dirigentes no están a la altura de lo que quieren los trabajadores ni lo que necesitan, ni a altura de pelear como tienen los trabajadores.

Hay un cambio en las bases con ganas de pelear primero por los salarios, que es lo que le da de comer a la familia, y después por otras cuestiones, pero me parece que los dirigentes se desentienden de las problemáticas de las bases y esa es otra sensación fea, que no sepan qué le pasa a los trabajadores.

-Este año se caracteriza por un fuerte ajuste, por la depreciación del peso y por una inflación arriba del 40%, pero también por la pérdida de puestos de trabajo que se replica en noticias diarias, por una jubilación mínima que no llega ni a los $10.000 y por la pobreza infantil que llega casi al 50%. ¿Cómo ves la situación en los próximos meses?

-Desde que asumió Mauricio Macri siempre pensé lo que haría y desde nuestra organización nacional lo planteamos, lo que era un gobierno de derecha y capitalista y lo que venía a hacer.

La situación en los próximos meses la veo peor. La cantidad de puestos de trabajo que se perdió, la inflación por las nubes y por ende los precios de una canasta básica para la mayoría de las familias que ya no pueden pagarla.

La reforma previsional perjudicó a nuestros abuelos y abuelas, no solo la reforma en sí sino también lo que es el Fondo de Garantía Sustentable, del cual ha habido una fuga de la mitad de los ahorros de los abuelos de ese sistema solidario y nadie sabe dónde está la plata. No sólo afecta a los abuelos sino al trabajador que hoy en día está en actividad y el día de mañana ya va a tener una jubilación de un 20 por ciento menos y, si se llegan a tomar todas las recomendaciones que dio el FMI, la jubilación va a volver a bajar un 20%. Ya el régimen de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) también te baja más la jubilación, va a haber jubilados de primera y de segunda.

Se ve todo deteriorado, las asignaciones universales por hijo, todo lo que tiene que ver con previsional. Se ha ido avasallado todos los derechos ya sea de los trabajadores registrados, de los trabajadores informales, de nuestros abuelos, de los chicos que tienen AUH, eso también aumentó la pobreza infantil.

Pero estos gobiernos vienen a hacer esto. Tienen un odio tan grande hacia la clase trabajadora, hacia el pueblo de a pie, que no les interesa hacer todo esto. No sólo es el odio sino la ambición de poder, de dinero, la transferencia de riqueza que ha habido de los que menos tienen a los que más tienen es descomunal.

A mí lo que más me duele y más me hace ruido en la cabeza es que el trabajador de a pie no se dé cuenta de esto y todavía sigan esperando. “Que esto va a cambiar”, “Que hay un plan B”. Acá no hay ningún plan B, C, estos tipos vinieron a hacer esto, son CEOs, son los dueños de las empresas, vinieron a hacer reformas laborales, previsionales, para que el día que ellos se tengan que ir le queden todas las puertas para seguir invirtiendo acá, con todos los derechos de los trabajadores destruidos, todas las leyes armadas para que ellos ganen plata. Total, ellos van a seguir en sus negocios, en sus multinacionales, beneficiados, y el pueblo es el que se queda otra vez por el piso, sin derecho, teniendo que volver a remarla de nuevo, a pagar deudas que dejan estos tipos.

La situación es muy difícil. Este tipo hizo en 3 años lo que a otros gobiernos les llevó 10 y de acá en adelante va a ser peor. Va a haber más recesión, más ajuste. Esperemos que en el 2019 este gobierno se vaya y que el pueblo argentino no vuelva a cometer el mismo error que cometió en diciembre de 2015.

Lo que peor veo es que estos modelos no cierran si no es con represión y, donde aparece la represión fuerte sobre todo el pueblo, es cuando el pueblo sale a la calle. Lamentablemente los muertos siempre los ponemos nosotros.

-¿Algo que quieras agregar?

-Decirle a todos los trabajadores y trabajadoras que tengan memoria, que lean aunque sea un rato, que estudien, que miren la historia, porque un pueblo que conoce su historia sabe a dónde está y de dónde viene. Eso es algo que nos está faltando porque si miramos la historia ha habido varios gobiernos como este, han hecho todos lo mismo y han dejado al pueblo en la ruina. Entonces me parece que falta leer historia para no volver a cometer estos errores. Un pueblo que estudia no se engaña tan fácilmente como pasó en el 2015. Esperemos que en el 2019 se den cuenta, que haya un cambio, que venga un gobierno que realmente piense en la clase trabajadora, que tengan un cambio radical en la política economía y social, un gobierno que sea del pueblo y para el pueblo.

Nosotros, desde nuestro lugar, desde nuestra Federación, estamos a disposición de cualquier trabajador, trabajadora, de cualquier sindicato que quiera acompañar y seguir nuestros pasos. Somos un gremio abierto, solidario con el resto de la clase y para quien necesite una mano estamos, para hacer conciencia o para mostrarle cuál es el camino o por dónde creemos que hay que ir.

Fuente: http://www.anred.org/?p=107874

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