En el marco de la conmemoración de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, se realizó el ya histórico acto en las puertas de Tribunales encabezado por familiares de víctimas. Además, la Multisectorial Rosario marchó por el centro rosarino el 20 de diciembre. Se reivindicó la gesta popular, volvió a exigirse justicia por los y las asesinadas y se señaló nuevamente a los responsables políticos de la masacre.
Leer documento de la Multisectorial Rosario: “A 17 AÑOS DEL ARGENTINAZO”
Durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 se produjeron movilizaciones masivas y espontáneas, que expresaron en las calles el descontento social por las políticas neoliberales y la crisis social, política y económica. El estallido que se dio sin una dirección política particular y empujó a la población a las calles fue una respuesta al dictado de Estado de Sitio establecido por el gobierno de Fernando De la Rua. En los barrios, el hambre y la desesperación por la situación económica, motorizó los reclamos por alimentos y cuestiones elementales, donde la policía provincial al mando del entonces Gobernador Carlos Alberto Reutemann montó verdaderas emboscadas.
La represiva respuesta estatal, tanto a nivel nacional como en las provincias, dejó el saldo de 39 personas asesinadas. Nueve de ellas cayeron en territorio santafesino en una cacería comandada por Reutemann, quien nunca dio explicaciones por su responsabilidad política en los Tribunales. Una expresión de la impunidad que reina hasta estos días.
(Ver informes de la Comisión Investigadora No Gubernamental)
La mayoría de los efectivos señalados como tiradores en los diversos casos no sólo no recibieron condena, sino que fueron en muchos casos reubicados y hasta ascendidos en sus funciones. En el caso de Esteban Velázquez, quien asesinó al militante Claudio ‘Pocho’ Lepratti’, si bien estuvo en prisión terminó en libertad y haciendo campaña en Arroyo Seco para el PRO cuando Reutemann abonaba al espacio.
A nivel del campo popular, el 2001 fortaleció y coaguló una serie de experiencias que venían de las resistencias de los años noventa en diversos ámbitos (gremial, barrial, cultural, comunicacional, estudiantil, de derechos humanos, etcétera), sembró de asambleas populares y perspectivas de horizontalidad los debates de base. El movimiento de desocupados y desocupadas, las experiencias territoriales, encontraron nuevas magnitudes organizativas, que se expresaron en las enormes movilizaciones dadas anterior y posteriormente a aquel diciembre.
La faltante de un proyecto político de gobierno que canalizara esas experiencias, por un lado impidió la profundización de un camino sostenido de consolidación de derechos, con un ciclo de recomposición del capital y nuevo ascenso de un gobierno neoliberal actualmente. Y, por otro, forzó a las estructuras clásicas partidarias a dar respuestas nuevas y superadoras a las políticas de desguace y empobrecimiento a las que habían abonado por acción, complicidad u omisión.
Testimonios
Celeste Lepratti, hermana de Claudio ‘Pocho’ Lepratti, asesinado en su lugar de trabajo : “la mayoría de esos policías involucrados siguen en funciones, muchos han sido ascendidos y los responsables políticos, como Carlos Reutemann, nunca pisaron un tribunal para declarar. Nunca se investigó la cadena de mando, el accionar de la jefatura y terminaron sobreseídos oficiales en la causa por encubrimiento. Un juez indicó que Rubén Pérez, quien estuvo a cargo del operativo en Barrio Las Flores donde fue asesinado Claudio, también disparó con la voluntad homicida de Velázquez, peroestuvo tres meses detenido y se dictó falta de mérito. La justicia a 17 años sigue diciendo que a estos muertos y estas muertas no los mató nadie”.
Lila Mansilla, madre de Yanina García asesinada en 2001: “Dejó una nena de dos años que ahora tiene 19, pedimos justicia como siempre, la causa de mi hija se cerró me quede sin abogados porque no encuentran respuestas. Nos sentimos abandonados, están en deuda con nosotros los políticos, los jueces, todos. Uno de esos diez policías tiene que estar presos porque se llevaron una vida. Hoy estamos igual o peor que entonces porque sigue la miseria, la pobreza, cada vez más gente sin trabajo. Pero seguimos luchando”.
María Martínez, compañera de Rubén Pereyra, asesinado en 2001: “Rubén tiene una hija hoy de 18 años. Fue una emboscada porque dijeron que iban a dar bolsones en híper Libertad, había muchas mujeres con hijos, él fue con un grupo de vecinos. Estamos peor que antes, como familiares lo único que recibimos de la provincia es una ayuda que tenemos que pelear para que la den, nos dan 3500 pesos, la asistencia social no nos visita”.
Jorge Castro, querellante en la causa Inundaciones contra Reutemann, integrante del Movimiento Ecuménico por los DDHH: “Nos une una larga lucha en común contra los mismos ejecutores en Rosario que fueron los responsables del crimen hídrico en Santa Fe. Las causas judiciales que nos unieron algunas llegaron a su término con resultados ambiguos y en otros casos alienados de impunidad política y judicial. No creo hoy que haya similitudes con el 2001. El gobierno de De la Rua era totalmente débil, dividido y la culminación de una etapa neoliberal, que había entrado de la mano del peronismo con su expresión en la provincia con (Jorge) Obeid y Reutemann. La situación de pobreza no determina que el pueblo esté dispuesto a luchar. En el 2001 fue una rebelión pero no hubo una estrategia de poder, no la había, como no la hay hoy y es la debilidad del movimiento popular en Argentina. En todos los lugares donde los gobiernos reformistas no trabajaron sobre la movilización popular como sostén de gobierno, terminaron siendo barridos de un plumazo. Hay que convencerse que en Argentina hay una propuesta seria de la centroderecha y no la vamos a voltear sólo con movilización”.
Gustavo Terés CTA Autónoma y Amsafe Rosario: “hubo un estado y un poder político que se negaba a reconocer los reclamos y sólo respondió con balas, que no pararon la movilización popular. Eso fue un argentinazo, una movilización donde miles y miles de ciudadanos estuvieron en la calle contra la barbarie y el ajuste. Reivindicamos el fortalecimiento de los movimientos populares, la autonomía, las asambleas populares, el surgimiento de organizaciones libres del pueblo que fortalecieron al movimiento. Y que permitieron una oleada de luchas que recuperaron derechos, que fueron fruto de un colectivo que tomó esas banderas. Luchamos para que esa situación económica y social no se repita, porque tenemos memoria no vamos a bajar ninguna bandera, Reutemann y el entonces secretario de seguridad Enrique Álvarez tienen que estar sentados en el banquillo de los acusados”.
Eduardo Delmonte, Corriente Clasista y Combativa: “Arrastramos 30 mil desaparecidos con la mayoría de los que intervinieron en la tortura y asesinatos impunes. Hay un aparato organizado para defender el saqueo que sufre la Argentina y es el origen de la desigualdad, la injusticia y la miseria que estamos viviendo”.
Por Indymedia Rosario