Somos los Vecinos Autoconvocados de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires, defendiendo la Reserva de Biosfera “Parque Atlántico Mar Chiquito del programa MaB (Man and Biosphere-Hombre y Biósfera) de la UNESCO y todas las diversas capas de Reserva que protegen este espacio.
En el ámbito de la Reserva MaB que compartimos con una enorme biodiversidad y contiene la unica albufera del país, iniciaron -allá por 2011- obras para implantar lo que comenzó a venderse como “Barrio Náutico”, efectuando movimientos de suelo que afectaron tanto al espejo lagunar como al humedal donde pretende construírse.
Una medida cautelar en el año 2015 paralizó el emprendimiento, dado que el mismo no contaba con la Declaración de Impacto Ambiental que debe emitirse previo al inicio decualquier obra, de acuerdo a la Ley Provincial Nº 11.723.-
En Marzo de 2018, el Juez actuante en la cautelar dispuso entre otras cuestiones que el Municipio efectúe el monitoreo de toda el área de Reserva en cuanto al impacto ambiental que ésta sufre, cosa que a diez meses no se ha producido.
El pasado martes 22 el Concejo Deliberante marchiquitense aprobó -en sesión extraordinaria y en plena feria judicial- la Ordenanza que asigna zonificación extraurbana, cosa que consideramos improcedente sin el informe y la Declaración de Impacto Ambiental que el Juez exige.
Es por ello que públicamente pedimos al Intendente Ronda que recapacite y vete la Ordenanza, y a la Sra. Gobernadora de nuestra Provincia que analice los informes de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el CONICET sobre el predio, deniegue la convalidación de la precitada Ordenanza y la Declaración de Impacto Ambiental que extemporáneamente exigen tras haber causado graves modificaciones al entorno, y expropie el predio para ampliar el área de Reserva Natural Provincial de Uso Múltiple preexistente, con el fin salvaguardar el Medio Ambiente de un área natural protegida y a la población del Balneario Parque Mar Chiquita, dado que las modificaciones en el humedal impactan directamente sobre la capacidad de absorber el excedente hídrico, aumentando el riesgo de inundaciones.
No hay tragedia ambiental que no haya sido anunciada.
La política -como manejo de la cosa pública- debe considerar que -más allá de los derechos propietarios- el uso del suelo debe respetar no sólo la superficie, densidad poblacional permitida, factores de construcción sobre el mismo, sino las capas subyacentes, napas y acuíferos, el espacio aéreo por sobre ellos y el efecto que tal uso tiene sobre los espacios y los seres próximos a ellos.
Y todo esto de modo urgente. Antes que tengamos que lamentar la pérdida de más vidas, más biodiversidad, y cambios irreversibles en el aire, el agua y el suelo que harán cada vez más difícil la subsistencia.
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