Colombia.E.L.N., guerrilla infiltrada o alejada de la realidad social…

Una vez sucedieran los lamentables y condenables hechos, de la Escuela de Cadetes de la Policîa Nacional General Santander, un sector importante de la opiniôn nacional, considerô, por ciertos antecedentes y por el contexto polîtico actual que, los responsables habîan sido miembros de la extrema derecha. No era para menos.

Los que si consideraron la responsabilidad inmediata de la insurgencia, del proscrito Ejército de Liberaciôn Nacional, ELN, fueron los PRO-PARA-MERTOS, entre ellos los converxos. Otros de derecha menos fanatizados, consideraron que, habrîa podido ser la insurgencia, sin descartar a sectores de la extrema derecha.

No obstante lo anterior, consideramos particularmente que, pudo haber sido una operaciôn de falsa bandera de manera indirecta, de sectores derechistas que, se han venido infiltrando en la insurgencia.

El estado no participô en su ideaciôn, planeaciôn, pero pareciera que si facilitô su ejecuciôn. Al tener conocimiento de esta operaciôn, que serîa llevada a cabo por el ELN, los sectores pro-estatales-derechistas, sabîan desde el principio que, serîa imposible que la insurgencia penetrara a las instalaciones de la escuela de cadetes.

Por eso, pensamos nosotros, es que no aparece el video de seguridad, en el momento en que penetra el automôvil cargado de explosivos. Tuvieron que haber facilitado su entrada. Ni câmaras de seguridad ni perros antiexplosivos, detuvieron la entrada del carro. De lo contrario no hubiera podido entrar. La opiniôn pûblica ya conoce la explicaciôn pueril del Ministro de Defensa, alrededor de las câmaras de seguridad.

De haber sido asî, no les importô las consencuencias de este hecho criminal. Lo que imperô, fue el câlculo de las consecuencias polîticas, que tendrîa este hecho. Las vîctimas, jôvenes comenzando su formaciôn policial, lastimosamente eran lo de menos.

Si el ELN, como respuesta a acciones de guerra por parte del estado, se adjudicô el hecho. Esto ûltimo lo reconocieron en un comunicado. Una acciôn de legîtima defensa, segûn ellos.

Es necesario manifestar alrededor del terrorismo que, nuestro Estado, entendiendo por este, su clase dirigente tradicional y/o emergente, a través de un sector reducido de la fuerza pûblica(Fuerzas militares-Policîa nacional), viene realizando desde tiempo atrâs, estas practicas de violencia polîtica. Prâctica esta que seguirâ, mientras subsista la concepciôn ideolôgica-politica, de la doctrina de la seguridad nacional. El enemigo interno. El opositor polîtico.

Entre los antecedentes mâs cercanos, los mâs cercanos, de violaciôn a los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, encontramos los atentados que fueran cometidos por personal de las Fuerzas Militares(Ejército Nacional), previos a la segunda posesiôn presidencial del excelentîsimo demôcrata Alvaro URIBE VELEZ; los también cometidos por el Ejército Nacional, la POLICIA NACIONAL, la Fuerza Aérea, en connivencia con las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, en la OPERACION ORION. Ah, y, los también cometidos por el des-aparecido Departamento Administrativo de Seguridad, mâs conocido como el D.A.S., y que tiene a quien fuera su director, un gran muchacho, tras las rejas. Terrorismo de Estado?
Excesos? Daños colaterales? Ovejas negras? Manzanas podridas? Por favor…Saquen ustedes sus propias conclusiones.

El estado colombiano, la naciôn, ha sido condenado( y lo seguirâ), por organismos nacionales e internacionales, en inumerables ocasiones, por violentar los derechos humanos y las leyes y costumbres de la guerra. Mâs concretamente el derecho internacional humanitario, al que ya hiciéramos alusiôn. La convenciôn de Ginebra.

El contexto en que sucedieran los hechos, estân enmarcados en CRIMENES GENERALIZADOS Y SISTEMATICOS DE LIDERES SOCIALES; el CASO EMBLEMATICO DE IMPUNIDAD ESTRATEGICA, mâs reciente, nos referimos a los CRIMENES COMETIDOS POR LOS VERDADEROS DUEÑOS DEL PAIS, ALREDEDOR DEL CASO ODEBRECTH Y, EN DONDE EL FISCAL GENERAL , SERIAMENTE CUESTIONADO, NO HA QUERIDO RENUNCIAR; LAS MOVILIZACIONES ESTUDIANTILES RECLAMANDO DERECHOS; LA VENTA PARCIAL DE LOS ACTIVOS DE ECOPETROL; la injerencia en los asuntos internos de la repûblica de Venezuela, etc. Esto hizo pensar en su momento, que habîa sido obra de la extrema derecha.

Por qué? Porque se necesitaba distraer la atenciôn, por parte de la catadura criminal, del verdadero poder polîtico subversivo que, desgobierna la patria y matria colombiana. Esto, ante tantos hechos criminales, de los cuales existen evidencias y/o pruebas, alrededor del verdadero compromiso criminal de los dueños del paîs y, por otro lado, frenar a través del miedo y el terror, el ascenso de unidad, movilizaciôn, organizaciôn y lucha democrâtica de los sectores populares.

Ahora bien, volviendo al tema de una operaciôn de falsa bandera indirecta, ante la infiltraciôn de la cual estuviera posiblemente siendo vîctima la insurgencia del E.LN., este era el momento propicio para faciliarla, por dos aspectos de carâcter estratégico:

1. Acabar con el proceso de paz entre la clase dirigente oligârquica, que dirige de manera subversiva los destinos de la naciôn y la insurgencia del ELN.

La oligarquîa necesita de manera permanente, tener un enemigo interno levantado en armas, el cual jamâs se tomarâ el poder, pero necesario para justificar sus polîticas antidemocrâticas y encubrir sus conductas criminales relacionadas con la deshohestidad polîtica y la corrupciôn adiministrativa.

2. En ese ambiente de guerra y no de paz, generar toda una matriz de opiniôn injerencista, favorable al imperio, para entrar a propiciar de una vez por todas, una aventura militar contra Venezuela y tomar medidas militaristas a nivel interno, para seguir atajando el avance de los sectores democrâticos hacia la otra colombia.

Por qué? Porque no obstante, el genocidio actual contra los lideres sociales y polîticos, el nivel de conciencia y de movilizaciôn polîtica no se detiene. Las mayorîas siguen movilizândose y acorralando a la oligarquîa actual.

En fin, ya sabemos que fue una acciôn propia del ELN, en su forma de concebir la guerra popular prolongada. Terrorismo guerrillerista? Acciôn de guerra?

El Eln, considera que fue una acciôn propia de guerra, como quiera que, la policîa nacional, participa de manera activa en la lucha contrainsurgente. No olvidar que la policîa nacional hace parte del ministerio de defensa y participa en operaciones propias y/o conjuntas contrainsurgentes. En Colombia esto es una realidad.

Pero un momento, justifica esto, la acciôn de terror polîtico realizado al interior de la escuela de cadetes de la Polinal. No lo creemos. Ni asî Colombia, estuviera pasando por una situaciôn pre insurreccional y mucho menos insurreeccional que, en el marco de su visiôn polîtica, justificara tal polîtica de guerra. Si se estâ tratando de alcanzar la paz, para qué acciones de guerra de esta naturaleza.

Si, lo mejor es un acuerdo bilateral de cese el fuego.

Si, lo mejor es continuar el proceso de paz, hasta alcanzar la paz.

Si, lo mejor es acabar con la guerra, para no permitirle a la oligarquîa maniobras que faciliten sus conductas subversivas de gobierno.

Si, lo mejor que podrîa hacer el proscrito ELN, es levantar la bandera de paz a laz fuerzas militares, paz la naciôn y oposiciôn civilista a la oligarquîa de siempre.

Desde Barranca-Lyon y con olor a petrôleo,

Luis Manuel CARRERO GOMEZ

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