Bolívar: Una Roca a punto de caer

Marcos Lede Mendoza, autor del proyecto, hace un recorrido desde los días en que conoció a Olga Garay y el colectivo Mujer Originaria presentó la iniciativa que seis años después el HCD aprobó por unanimidad, destaca el decisivo espaldarazo de la Dirección municipal de Derechos Humanos y de Cultura en tiempos de Vega, que el reconocimiento llega a contramano de esta época en que el gobierno nacional “construye a los mapuches como el enemigo interno”, y anticipa que “esto recién empieza, queda mucho por hacer”.

El 29 del corriente se realizará el acto de cambio de nombre de la plaza de la terminal, que dejará de llamarse Roca para denominarse Pueblos Originarios. Como integrante del colectivo Mujer Originaria sos autor del  proyecto. ¿Qué representa este desenlace?

Marcos Lede Mendoza, periodista y militante social bolivarense radicado en La Plata: -Creo que es un reconocimiento a una lucha que es de años, que no es nuestra de años (la lucha en pos de reconocimiento de los pueblos originarios nació hace muchísimo tiempo). Lo nuestro comenzó aquél día de 2012 en el que como un total desconocido y sin haberla llamado previamente por teléfono me presenté en casa de Olga Garay, referente mapuche y vecina de Bolívar. Me mostró documentos, imágenes, fotos de proyectos que ella había presentado en el Concejo, como denominar avenida Coliqueo a la continuidad de la 9 de Julio. Ese fue el comienzo de este proceso, que retoma una lucha de muchísimos años por el reconocimiento de los pueblos originarios y del relato de esa historia que no se ha contado en los manuales, escritos por quienes llevaron adelante la campaña del desierto, Julio Roca y la historia que luego elaboró Mitre. Llegar a este día es el resultado de una lucha histórica y de cómo hemos retomado esos lineamientos para construir justicia social.

El proyecto que Lede pergeñó con tan sólo 17 años y el respaldo de docentes como Karina Martínez y Mónica González, sus compañeras del colectivo Mujer Originaria, retoma el ideario en acción del historiador revolucionario Osvaldo Bayer y le introduce una ‘bajada’ local. El planteo original fue modificándose en el camino, ya que se pensaba en quitar el monumento al genocida pero finalmente se resolvió que lo mejor era dejarlo, incorporándole una leyenda que explique quién fue y una síntesis de su negro legado. Así, nadie lo olvidará ni podrá hacerse el distraído. Lo que se mantuvo como línea central fue la modificación del nombre, que pasará a ser desde el 29 Pueblos Originarios, mientras que el nombre Olga Garay será instaurado como protector del espacio verde.

En otro párrafo de este contacto periodístico telefónico, Lede resaltó que el proyecto haya sido aprobado por unanimidad en el Deliberante, al tiempo que subrayó que “sin esta Dirección de Derechos Humanos municipal”, no se hubiese llegado a puerto feliz. “Y tampoco sin aquella Dirección de Cultura a cargo de Santos Vega, que en su momento brindó su ayuda sobre todo para las movidas culturales que íbamos haciendo para visibilizar esta lucha”, añadió el periodista que hoy es editor de notas de Periodismo Popular, dado que “cuando presento el proyecto en el Concejo hace siete años, era un documento que requería de todo un acumulado de experiencias que hubo que transitar durante todos estos años”, en lo que fue decisivo “el esfuerzo de Mónica González, Ana Karina Martínez, Franco Campo y otras personas del colectivo Mujer Originaria”.

“UN GESTO DE RESISTENCIA QUE DEBERÍA MARCAR UN ANTECEDENTE”

Un reconocimiento que llega a contramano de este tiempo regido por el olvido que intenta imponer el gobierno nacional amparado por los medios grandes de comunicación y la justicia.

-Es un contexto adverso. Si vamos a los casos concretos hoy el gobierno nacional ha construido un enemigo interno que ahora está bastante apagado, no lo han vuelto a levantar: los mapuches de la Patagonia, zona que está siendo en estos años el laboratorio de la represión a ellos, del robo de tierras, del no reconocimiento ancestral de esas tierras a los pueblos originarios. Eso deviene en la construcción de un enemigo interno, que son los mapuches, a quienes se tilda de terroristas. Nadie se hubiera imaginado a Olga Garay, vecina de Bolívar, como una terrorista. Nadie puede imaginar al pueblo mapuche siendo terrorista, eso es un invento mediático que se ha hecho también para desviar la agenda de los grandes temas que preocupan a la población. Y lo hizo este gobierno. Lo hizo la ministra Bullrich, tiene que ver con la política de estos años y con la ofensiva del conservadurismo. También tengamos en cuenta los apellidos que ocupan los cargos en el gabinete nacional: Bullrich, Peña, el mismo Macri, Rodríguez Larreta, Pinedo. Son los apellidos de la aristocracia argentina y de quienes históricamente han sido grandes terratenientes y han dominado el país aunque no necesariamente estuvieron en cargos gubernamentales. Son los verdaderos dueños de la Argentina. Hoy se los ve al desnudo en los cargos nacionales, con sus discursos xenófobos, racistas, conservadores. Por eso me parece que es un gesto de resistencia y que debería marcar un antecedente para este tipo de cosas.

Lo único a lamentar es que Olga Garay y Osvaldo Bayer no podrán estar allí, pero eso no quita que no se trate de otra ‘batalla’ que ganaron, dentro de una ‘guerra’ que quizá vamos perdiendo.

-Sobre todo porque materialmente Olga y Osvaldo ya tuvieron en vida victorias, y se refuerza el valor simbólico de esas victorias sin estar ellos presentes, porque han dejado un legado y una misión a retomar y a cumplir que es muy fuerte.

LOS NUEVOS DESAFÍOS; SE ABRE EL TIEMPO DE AVANZAR

Habiéndose logrado esto, aparecen nuevos desafíos. Curiosamente la calle en que vive Ana Karina Martínez, referente del colectivo Mujer Originaria, se llama Roca.

-Sí, esto recién empieza y quedan muchas cosas por hacer. Cambiar el nombre de la calle Roca, quitar nombres de otros genocidas que gobernaron la Argentina y que de una u otra manera lo que buscaron fue terminar con esos pueblos originarios. Pienso en Alsina, en Avellaneda, en Sarmiento, en un montón de ‘próceres’. Y otra cosa que advertí en Bolívar, a raíz del comentario de alguien a quien quiero mucho, es que en las calles de la ciudad no hay nombres de mujeres. No sé si no hay ni uno, pero al menos predominan los nombres masculinos y qué mejor que empezar a reconocer a quienes han defendido tan bien los valores de la patria, mujeres que han sido oprimidas y que por alguna razón se quiere ocultar sus nombres. Si no tengo mal el dato, el único espacio público que lleva el nombre de una mujer es el estadio “Eva Perón”. Por eso creo que es momento para avanzar en la lucha por la reivindicación histórica de esos nombres y apellidos que fueron ocultados a través de intereses.

EL ACTO, CON VALKO

La jornada del 29 se presume “interesante”, adelantó ‘Pichu’. El programa no ha sido dado a conocer oficialmente por la municipalidad, pero el militante social radicado en La Plata anticipó que habrá, desde las 18 horas en la plaza, palabras alusivas de los involucrados en la iniciativa, entre otros el historiador Marcelo Valko, palabra autorizada a nivel país en el tema pueblos originarios y que estuvo con Bayer en Bolívar para una charla en 2013; música con el grupo ADN, que tocará una canción sagrada en homenaje a Olga Garay, y una ceremonia ancestral, entre otros puntos.

Fuente: http://lamananabolivar.com.ar/index.php/show/news/94/Informaci%C3%B3n-General/march-08-2019/Una-Roca-a-punto-de-caer

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