Los cambios implican la reducción de 19 ramales a 7, con lo cual peligran los puestos de trabajo y miles de personas se verán afectadas.
La semana pasada fue publicado en el Boletín oficial la reducción de los ramales de la histórica línea 60 que une la zona norte con Capital Federal. La empresa mantendrá sólo 7 de los 19 ramales, lo cual perjudica a muchas personas que deberán tomarse dos colectivos para llegar a destino, y además hace peligrar varios puestos de trabajo.
La empresa se excusa en que deben garantizar mayor rentabilidad, ya que reciben subsidios por ramales que no son tan concurridos y que a su vez en algunos tramos se superponen con otros. Además, junto al gobierno hablan de la necesidad de reducir la cantidad de colectivos que hay en circulación para descomprimir un poco el transito.
Pero tanto las y los trabajadores de la empresa como la gente que utiliza el servicio, denuncian que hay un desguace de la línea y que es imposible que se mantenga la planta de empleados tal cual está, con una reducción de esas características.
A su vez, la iniciativa es un perjuicio grande para las y los pasajeros, debido a que en algunos casos deberán abonar dos pasajes en vez de uno, sumado a que no contarán con el descuento sube ya que son colectivos de la misma línea.
“La 60 viene llevando adelante una política sistemática de vaciamiento incumpliendo con los horarios de los servicios mínimos que estipula la CNRT desguazando los talleres y achicando el personal y el parque móvil. No está en crisis, por el contrario es producto de las política empresarial de los grandes grupos concentrados del transporte dónde buscan generar mayores ganancias a través de reducir los costos en perjuicio de los usuarios y de los trabajadores” afirmaron las y los choferes en un comunicado.
A raíz de este avance, se realizó una reunión abierta de la cual participaron distintos sindicatos, vecinas y vecinos de la zona, organizaciones políticas y barriales, y delegados y delegadas, para determinar los pasos a seguir en el reclamo. En la misma se definió lanzar una campaña activa contra el plan de desguace y explicar ampliamente como impugnar la medida ante la secretaria de transporte en calidad de usuarios/as. Además se resolvió llevar la solidaridad a otros conflictos obreros y aunar las distintas luchas.
Integrantes del FOL se acercaron a la reunión para mostrar su apoyo y solidaridad, y sostuvieron que “Las tarifas de transporte suben a un ritmo acelerado, pero no se ven mejores en los servicios sino que por el contrario pretenden reducirlos y perjudicar a sus trabajadores. No puede ser que siempre seamos las y los pobres los que tenemos que pagar los platos rotos, mientras las empresas se llenan los bolsillos a costa nuestra”.
A su vez agregaron que “con un salario de 6 mil pesos no podemos ni llegar a poner un plato de comida en la mesa para nuestras familias, mucho menos pagar dos boletos de colectivo o tomarnos un subte. El gobierno está condenando a miles de a la más absoluta miseria. Necesitamos estar unidos y en la calle para frenar esta avanzada”.