Blas Jaime, el último chaná parlante: “Nadie se acuerda de nosotros”

Del 19 al 25 de abril se conmemora en América la Semana de los Pueblos Indígenas. Pero lejos de las celebraciones del calendario, la situación de los antiguos habitantes que aun perduran en la región lejos está de ser la mejor. “Nadie nos pregunta si tenemos para comer”, dijo a AIM el último chaná parlante quien descreído de estos homenajes sentenció: “esto es una farsa”.

23/04/2019

Don Blas Jaime tiene 85 años, o 101 en el antiguo calendario lunar de su pueblo, los chaná. Es el último heredero de esta estirpe cuya cultura y tradición solo se transmite por el lenguaje oral. Don Blas vive en Paraná, en barrio El Morro. Hasta allí llegó un lingüista del Conicet, hace más de una década, para estudiar y recuperar lo que se considera un registro viviente perdido. Porque el chaná era considerado el “pueblo que no existe”, porque no había quedado ningún indicio del paso por este planeta, hasta que se halló a don Blas Jaime. Así fue que cobró cierta notoriedad y su caso trascendió las fronteras, llegando a asombrar al mundo de las ciencias, quien consideraba muerta la lengua desde hace 200 años al menos.

La novedad luego se fue apagando, y con ellos reconocimientos pasaron a ser contados. Don Blas siguió con su paso cansino, con su acervo a cuestas, padeciendo de esos viajes en el pésimo servicio de colectivos de la ciudad para ir al Museo Antropológico Antonio Serrano a compartir su conocimiento. Pero todo esto ya es historia. “Hoy renuncié a seguir dando clases”, dice a esta Agencia don Blas, algo triste por dejar en ese lugar una gran cantidad de amigos que le brindaban cariño y respeto. “Nos pagan una miseria que a veces ni alcanza para el colectivo, o a veces en remis para no llegar tarde”.

Fechas

Sobre la semana de recordación, que fue el motivo de la consulta, Jaime no le salen el speech de lo políticamente correcto para la ocasión. “De nosotros no se acuerda nadie. A nosotros desde hace un tiempo nos llamaron desde la Legislatura para hacernos un reconocimiento. Pero yo les pregunte: ¿Se come con reconocimiento? ‘No, pero es un homenaje que rescató una cultura perdida’, me contestaron. No, les dije, ustedes están equivocados, porque lo que ustedes quieren es hacer un teatro. ¿Por qué no pregunta si tengo en dónde dormir, si tengo que comer? Qué homenaje voy a querer. Los pobres indios andamos tirados. Conozco pueblos enteros que no tienen qué comer y nadie se acuerda. De vez en cuando ven el almanaque y recién se acuerda, y no son así las cosas”, recriminó con argumentos. “Nadie de los legisladores, que se llenan bien los bolsillos, se acuerdan de los pueblos originarios”.

Sobre sus pares, esos que sobreviven en los márgenes de la pobreza, también cuenta: “De vez en cuando se acuerdan que existíamos. Conozco a la gente de Maciá, que son cerca de 1.000, que están pasando hambre. Viven en ranchos envueltos en náilones, y hasta hace unos años les querían rematar la tierra porque no pagaban impuestos. En lugar de pagarle impuestos a ellos que son charrúas”, planteó. “Nadie me ha preguntado si tengo un techo dónde vivir. Entonces para qué vamos a hablar del día del aborigen, de uno o de otro, si es pura farsa. Los blancos tienen un corazón y nosotros tenemos otro”.

Fuente: http://www.aimdigital.com.ar/blas-jaime-el-ultimo-chana-nadie-se-acuerda-de-nosotros/

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