Todos sabemos que Brasil no viene pasando por buenos momentos desde que Bolsonaro se convirtió en presidente. Con la prensa siendo amenazada y atacada constantemente por el gobierno Bolsonaro y sus aliados y derechos del ciudadano siendo violados cada día, por políticas públicas desastrosas y un partido político involucrado en polémicas, con sus miembros divididos en varias vertientes, la población queda a la deriva.
Según el sitio Exame del Grupo Abril, Bolsonaro declaró: “Brasil no puede ser país del mundo gay; tenemos familias “. Es nítida la ignorancia y las ofensas que el presidente viene teniendo contra la diversidad, presente en la población brasileña. Sin embargo, el turismo gay creció un 11%, según el diario O Globo.
En varias ocasiones, se puede notar que Bolsonaro gobierna siguiendo sus propias ideologías y las de sus electores, olvidándose de que ocupa un cargo público y gobierna un país en el que negros, blancos, gays, heterosexuales, cis o trans y una gran variedad de personas, pagan impuestos y contribuyen al desarrollo del país, así como pagando su salario como presidente de la república.
No bastando tales actitudes egocéntricas de una persona despreparada parra ocupar un cargo público, lo mismo se refleja en Donald Trump, presidente de Estados Unidos, que divide opiniones de su propio partido.
En vista de que en los Estados Unidos, la comunidad LGBT optó por incluir los colores negro y marrón en la bandera, como forma de representar a las razas y combatir el racismo, varias entidades en Brasil también están adoptando esta postura. El factor clave para tal cambio, ocurrió cuando Bolsonaro vetó una propaganda del Banco do Brasil, que retrataba la diversidad sexual, de género y racial, según una noticia publicada por el sitio de Veja.
En esta ocasión, torno pública a una novedad. El LGBTR sigla que puede significar Lesbian Gay Bisexual Transgénero Recursos o Lesbian Gay Bisexual Transgénero carreras, pero en portugués se puede adaptar de Lesbianas, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero, razas es la más adecuada a la realidad de Brasil.
No se puede aceptar que un gobierno, pagado con dinero público, destruya políticas públicas importantes para toda sociedad brasileña.
¡Viva la Diversidad! ¡Viva LGBTR!