Metalúrgicos: 8 Años de paritarias a la baja

ES HORA DE ORGANIZARSE PARA REEMPLAZAR A LOS DIRECTIVOS TRAIDORES

Después de casi tres meses de negociación se llegó finalmente a un arreglo en las paritarias salariales metalúrgicas. Según el anuncio del Secretariado Nacional, un 36 % anualizado, aunque esa suma recién se concretará en febrero del 2020, con lo que el sueldo metalúrgico seguirá perdiendo con la inflación.

El arreglo se inicia con un 2% incorporado a los básicos del 2019 y tres tramos que suman un 28 5 (15t% retroactivo desde el 1° de abril, otro 8% desde el 1° de Julio y un 5 % final a partir del 1° de octubre). Todo esto se completa con seis pagos de $2.000 -que comprenden al 6 % del desfase inflacionario del año pasado reconocido por las cámaras- cuyo primer pago empieza en mayo para ser incorporados al valor hora convenio a partir del 1 de enero de 2020. Como siempre, una nueva entrega en cuotas por parte de las direcciones metalúrgicas.

Muchos compañeros ven con algo de agrado este resultado impactados por el porcentaje promocionado, 36 %, se ilusionan en que por lo menos algo recuperamos. Un gran engaño. Ese es el objetivo de las direcciones. Una gran mentira que choca con la realidad. Mientras la inflación del 2019 fue del 48% la UOM logró el 40.1 acumulado, una pérdida reconocida mínima del 8 %. Y si se toma en cuenta la inflación real que afecta a la canasta obrera, la diferencia aumenta tremendamente y empeora aún más por el modo de arreglar en cuotas con lo que siempre perdemos frente a la inflación. Si se toma el 8 % de recupero inflacionario reconocido por la patronal, nos da que el acuerdo para este año es de solo el 28 %, esto es 15% menos de lo que analistas más confiados calculan para la inflación del 2019 que dicen que puede ser de un 43% o más.

El arreglo de la conducción metalúrgica y las cámaras patronales demuestra que la negociación por porcentajes es un engaño ya que utilizan a la inflación como mecanismo de rebaja salarial. Lo que para muchos compañeros representa un alivio frente a las perdidas constantes es en realidad una ilusión de estafadores baratos.

En marzo de 2018 la Canasta Básica Total que mide el gobierno y que comprende solo alimentos era de $17.867, para marzo de este año la misma canasta subió a $28.750, es decir un 60%, esta es la inflación real que afecta a nuestros salarios, esto explica porqué nuestro cobro quincenal a lo sumo nos alcanza para una semana, después el endeudamiento y hambre para completar. Y ojo que no lo comparamos con el Salario mínimo vital y móvil reconocido en la Constitución Nacional que hoy está por arriba de los $55.000, el cual debería ser el ingreso mínimo para cualquier obrero que se inicie en el campo laboral.

¿Por qué siempre perdemos?

La respuesta es sencilla pero de difícil solución. Perdemos porque los que garantizan que nuestros sueldos siempre pierdan son las direcciones que tenemos. Éstas negocian sin consultar nada a la base, sin someterse a la voluntad de los miles de metalúrgicos que peleamos a la vida todos los días por el pan de nuestros hijos. Levantan los planes de lucha en forma inconsulta, dejan pasar despidos y suspensiones, colaboran con los preventivos de crisis fraudulentos, persiguen al activista y matonean a los compañeros que reclaman por sus derechos como vimos que hicieron en Electrolux de Rosario. Esta burocracia repodrida, traidora y criminal, enraizada en las 54 seccionales metalúrgicas, junto con sus aliados, la patronal negrera y especuladora y el gobierno que apoya a los empresarios son las responsables de nuestras pérdidas. No hay solución con estas direcciones.

Dos cosas deben quedar claro como mínimo, la primera es que la discusión alrededor de porcentajes no nos sirve ya que nuestros salarios están extremadamente bajos en relación a lo que necesita una familia. *La discusión salarial debe empezar por preguntarse ¿cuánto necesita una familia?* La segunda cuestión es la más importante y es acerca del método de lucha. La negociación apoyada en la solución que surja desde un escritorio es darle el poder a las patronales. La mesa de negociación debe estar bajo la mirada de todos los metalúrgicos, cada propuesta y cada acción debe resolverse de abajo hacia arriba, desde las bases de cada fábrica y taller con mandato a los paritarios. Arrancar una recomposición salarial nos demanda endurecer nuestras formas de lucha, votar entre todos los compañeros un verdadero plan de lucha y métodos para garantizarlos. Esto significa que los paritarios sean orgánicos a la decisión de las bases y claramente se necesita otro tipo de dirigentes para llevar adelante esto.

Mientras no tomemos el protagonismo de nuestra propia situación seguiremos siendo meros espectadores. Tenemos que organizarnos entre los compañeros de confianza hablando afuera de la fábrica, lejos de la vista de encargados y buchones, la tarea es difícil, pero hay que encararla, sino pasaran los años y los gobiernos y no levantaremos cabeza.

Luchar por la recuperación de nuestros salarios aspirando a un salario inicial igual al Salario mínimo vital y móvil como lo marca el artículo 14 bis de la constitución nacional y el 116 de la ley de contratos de trabajo, que lo define como _“la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”_ es una tarea difícil pero no imposible. Lo imposible es esperar que las direcciones actuales peleen por esto.

Han sido cómplices de todas las pérdidas que tuvimos, son los que han dejado pasar los despidos, la precarización laboral y la caída salarial.

Por esto es necesario impulsar la más amplia unidad para plantarnos ante lo que vendrá.

Los empresarios y el Fondo Monetario quieren imponer ley de reforma laboral y la suba de la edad jubilatoria para consolidar los cambios que ya nos vienen metiendo en los convenios y avanzar aun más. Estos dirigentes nos van a volver a traicionar y atarnos de pies y manos para que no podamos enfrentar la reforma.

¡No a la reforma laboral!
¡Basta de despidos y suspensiones!
¡Por un salario que cubra todas las necesidades del trabajador y su familia!
¡Basta de dirigentes ricos y trabajadores pobres!
¡Desconocimiento total del acuerdo con el FMI!
¡ Que esa plata se use para impulsar el empleo, la educación y la salud!
¡Basta de robarle al pueblo!

Corriente Nacional Metalúrgica – 22/5/2019

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