Desde la Junta Interna de ATE Trabajo denunciaron al gobierno nacional por haber realizado importantes cambios al Convenio Colectivo de la Administración Pública Nacional. Esto facilita todavía más una dinámica que el gobierno realiza desde el primer día de su gestión: la ubicación de personas sin mérito profesional, pero afines al macrismo, en cargos jerárquicos de alta remuneración. Es decir, “ñoquis” de lujo.
Al 10 de junio de 2019, según el relevamiento que lleva el economista Sergio Arelovich, las designaciones en este sentido según su aparición en el Boletín Oficial suman 33 en junio, 631 en el 2019 y 6.539 en el gobierno de Cambiemos. Arelovich llama a estos cargos “la crema militante” por los abultados sueldos que cobran, en contraposición a la frase despectiva que usó el macrismo -“la grasa militante” refirió el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay- para justificar los despidos de decenas de miles de trabajadores estatales.
Compartimos el comunicado de la Junta Interna de ATE Trabajo:
Alevosa modificación del CCT 214/06 a favor de altos mandos jerárquicos
Una carrera de privilegio para funcionarios de “Alta Dirección”
Con la flagrante complicidad del gremio oficialista del gobierno nacional, se firmó el jueves 6 de junio una modificación al Convenio Colectivo de Trabajo General de la APN (214/06),rechazada por ATE, que crea un escalafón de privilegio para funcionarios de Alta Dirección Pública (ADP) y modifica el Convenio Sectorial SINEP, quebrando la carrera administrativa sectorial de las trabajadoras y trabajadores estatales de la Administración Pública Nacional.
Que quede claro: la creación de la carrera de “Alta Dirección Pública”, para que el funcionariado macrista se perpetue en sus cargos, no constituye “grasa militante” sino “proteína ciudadana para el cambio”.
Nada que ver con los “ñoquis” ni los “vagos”. La República lo necesita. pic.twitter.com/iChFURtp7u
— Vasco Izurieta (@vasco_izurieta) June 14, 2019
Las principales modificaciones que establece esta alevosa e intempestiva modificación del CCT 214/06, todas a favor de los mandos de “Alta Dirección Pública” (ADP), son las siguientes:
– Creación de un régimen distinguido para la ADP que establece una Carrera Paralela con una exclusiva escala remunerativa, un propio sistema de concursos, de evaluación de desempeño y un propio régimen de capacitaciones, en todos los casos más laxo, permisivo y discrecional.
– Eliminación de las “funciones ejecutivas” contempladas en el SINEP, poniendo como techo de la Carrera Administrativa de las trabajadoras y trabajadores del Estado a las funciones de jefatura, de las que se elimina además la categoría de “Supervisor”.
– Flexibilización de los requisitos de ingreso y experiencia laboral acreditable para el acceso a la ADP (disminuye los periodos de antigüedad o experiencia y reduce o anula los requisitos de especialización o acreditación académica).
– Incremento exponencialde las cantidades de Unidades Retributivas (UR) que componen los distintos niveles de posición en la ADP, en comparación con las contempladas en la “Función Ejecutiva” del SINEP, y con un valor de UR propio para la “alta dirección”.
– Diversas innovaciones de procedimiento en los mecanismos de selección para el ingreso a la ADP que favorecen la discrecionalidad en la resolución de los Comités de Selección.
– Sistema de evaluación de desempeño con criterios más laxos que los del resto del personal.
– Posibilidad de Designación Transitoria de personal de la ADP sin plazo de vencimiento, los que pueden ingresar a la Administración Pública directamente con Grado 2, dentro del Nivel que corresponda a su perfil.
Como se ve, la misma gestión que lanzó desde el comienzo de su gobierno una furibunda campaña de estigmatización pública contra las y los estatales para legitimar en la opinión pública los despidos masivos y el desguace del Estado, a 6 meses de la finalización del mandato presidencial estipulado por la Constitución Nacional, crea un marco convenial a medida de sus cuadros político-técnicos para blindarse en sus cargos, a los que en casi todos los casos accedieron “por excepción” al no cumplir los requisitos mínimos exigidos por el SINEP.
Las mismas Altísimas Autoridades que nos trataron de “ñoquis” y “vagos” con el relato grandilocuente de la “modernización del Estado”, diseñan ahora las condiciones normativas para nombrar personal menos profesional que el que requerían las normas anteriores.
A meses de una elección presidencial, esta medida que beneficia exclusivamente a los altos mandos de dirección, carece de legitimidad política y de gestión, y sólo es posible con la complicidad de quienes, con su firma complaciente, vienen convalidando vergonzosas paritarias a la baja en las que las y los estatales perdemos derechos y resignamos poder adquisitivo y condiciones laborales.
Junta Interna ATE TRABAJO