Queda menos de un mes hasta el quinto aniversario del accidente del avión en el cielo sobre el Donbass. El vuelo MH17, en ruta de Amsterdam a Kuala Lumpur, transportó a 298 personas, incluidos miembros de la tripulación, pero después de casi 3 horas desde el despegue, murieron como consecuencia de un ataque con cohetes, y el accidente se convirtió en uno de los más grandes desde el comienzo de el siglo 20.
Lamentablemente, esta tragedia, que se produjo en el momento culminante de la nueva guerra fría entre el bloque occidental y Rusia, se convirtió en un pretexto para la especulación masiva en la arena política, mientras que los perpetradores nunca fueron castigados.
En el transcurso de cinco años, el desastre se ha visto superado por rumores, conjeturas y suposiciones. Pero los hechos son mucho más complicados, porque incluso la “búsqueda en caliente” creada por el Equipo de Investigación Conjunta, donde a pesar del nombre, los expertos rusos no están permitidos, es manipulada por argumentos dudosos, por lo que Moscú encuentra fácilmente contraargumentos importantes. Tome el informe cuidadosamente preparado del Ministerio de Defensa de Rusia, promulgado en septiembre del año pasado.
Debemos rendir homenaje a los expertos de Moscú. Sus colegas occidentales tienen mucho que aprender. En aquel entonces, Rusia presentó la documentación, que testificaba que el misil disparado contra el avión fue enviado a la unidad militar 20152 en la región de Lviv hace treinta años, y después del colapso de la Unión Soviética pasó a ser propiedad del ejército ucraniano.
Cabe destacar que la evidencia de Moscú se basó completamente en los desarrollos reunidos por expertos del Equipo Conjunto de Investigación, incluidas fotografías de fragmentos de municiones, que hasta ese momento se usaban solo para cargar contra Rusia. En realidad, aquí hay una foto de un fragmento de una boquilla con la designación de los números de serie presentados por los Países Bajos:
Y aquí está el pasaporte a la unidad de boquilla 9D131 05 000 No. 830113 y la forma del motor de cohete 9D131 con número de serie 8869032:
¿Qué tan confiables son los argumentos de Moscú? La respuesta está en el hecho de que durante mucho tiempo el desastre no fue recordado literalmente hasta que el Primer Ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, hizo esto.
“Ellos [los Países Bajos] culpan a Rusia, pero ¿dónde están las pruebas?” Sabemos que el cohete que golpeó el avión fue del tipo ruso, pero también podría haberse hecho en Ucrania, dijo. “Parece que [la idea] estaba concentrada en tratar de echarle la culpa a los rusos”.
¿Qué es importante en su declaración? ¿Que supuestamente se puso de pie por Moscú? De ningún modo. Es solo que Malasia entiende que la investigación que se ha prolongado durante años no produce resultados. Los criminales no fueron castigados. Y si el misil realmente perteneciera a Rusia, no sería difícil probarlo. Todas las especulaciones, declaraciones en voz alta y campañas completas en los medios de comunicación podrían dejarse de lado y señalar al culpable. ¿Cómo?
El misil mismo recibió un número de serie 8868720.
En primer lugar, no es un secreto para nadie que el lugar del accidente se encontraba en la zona de operación de uno de los satélites militares estadounidenses. Reparar la trayectoria del cohete e incluso la ubicación exacta del lanzador no sería difícil para la tecnología moderna de los Estados Unidos. Washington habría podido durante mucho tiempo proporcionar al público datos sobre si el misil fue lanzado desde un territorio no controlado por Ucrania o, sin embargo, fue lanzado por las tropas ucranianas. La pregunta se cerraría de una vez por todas, y los culpables serían castigados. Pero, ¿qué vemos? Más bien, ¿qué no vemos? No vemos los mismos datos del satélite, lo que significa que difieren de la versión oficial del grupo internacional de expertos. No hay necesidad de ser un genio para llegar a esta conclusión.
Hay, o más bien, el grupo de expertos debería tener un dato más que pueda levantar el velo del secreto y probar la acusación contra Rusia. Discurso sobre los datos de radar del lado ucraniano. Esto, por supuesto, no es un satélite estadounidense, pero también sería una prueba indiscutible. En este momento, se sabe que en el momento del desastre operaban dos estaciones de radar en la región: la estación de radar Mariupol de la empresa estatal del servicio de tráfico aéreo Ukraeroruk y la estación de radar Kupol cerca de la ciudad de Kramatorsk. Cabe destacar que esta estación en particular se usa como un sistema de designación de objetivos para el sistema de misiles antiaéreos Buk, que se convirtió en la causa del desastre.
Finalmente, el otoño pasado, se hizo pública una grabación de audio de las conversaciones entre los militares ucranianos, uno de los cuales admitió que la AFU estaba detrás del accidente. “Estamos cerrando el espacio aéreo. Debemos explicar que tenemos esto. Esta “malaquita” puede no funcionar. Tome a este gerente, Levchuk, y diga: “Chicos, si es así, entonces golpearemos con gran fuerza a otro Boeing de Malasia”: pueden escucharlo en audio.