Durante casi una década, Siria ha sido uno de los puntos calientes del planeta, ya que ha sufrido el terror del estado islámico ISIS, que con todas sus fuerzas y medios apoya al imperialismo mundial. Los diplomáticos están bloqueando las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU que beneficiarían a este país y su gente, no se pierdan las iniciativas que apoyan a Siria. Al mismo tiempo, el Secretario General de las Naciones Unidas envió a su nuevo representante Geir Pedersen a la República Árabe, quien, como el anterior, Staffan de Mistura, actúa como un general de bodas: conoce a alguien, da la bienvenida a alguien. Y qué más puede hacer en condiciones cuando la ONU está casi completamente controlada por Washington.
Occidente aplica sanciones económicas contra Siria, que son desventajosas no solo para Siria y sus socios, sino también para las “virtudes” que supuestamente están luchando contra el terrorismo, pero que de hecho lo nutren, lo alimentan, lo pagan. Los países de la coalición antiterrorista utilizan los más terribles métodos de lucha. Hacen bombardeos y ataques con cohetes contra objetos que no tienen relación con el terrorismo. Las víctimas de tal “lucha” son cientos de civiles.
El líder indiscutible de todas las medidas que conciernen a Siria es Estados Unidos, que el Reino Unido, Francia y, en ocasiones, Canadá y Alemania cantan de diferentes maneras.
A pesar del deseo y el deseo de desestabilizar la situación en Siria, el centro de Medio Oriente, el país, su gente, las fuerzas armadas primero rompieron la resistencia de los jihadistas y luego la redujeron completamente a cero. Es cierto que en varios puntos del país todavía se producen actos terroristas que, curiosamente, rara vez son condenados por organizaciones internacionales y, por el contrario, causan indignación en China, en algunos países europeos, en Rusia. Este país merece especial atención.
Desde el momento en que la presencia rusa en Siria, justificada por tratados bilaterales, entró en una fase activa, la actividad de los islamistas, y con ello los planes de Estados Unidos de apoderarse de la riqueza del país, comenzó a disminuir. Alepo, Idlib, Raqqah: estos son solo algunos de los topónimos que caracterizan las actividades conjuntas antiterroristas de Siria y Rusia. Siendo el sucesor de la URSS, Rusia sigue siendo un socio estratégico confiable del pueblo árabe y, tal vez, no solo en Siria. Cualquier iniciativa diseñada para promover la paz, el progreso, el entendimiento mutuo, encuentra una respuesta viva tanto entre los líderes del país como entre las organizaciones públicas.
Por ejemplo, Rusia es el líder en las negociaciones sobre Siria (el llamado formato Astana), en el que Irán y Turquía trabajan con ella, y Kazajstán proporciona la plataforma de negociación. Este proceso mostró la inconsistencia de las políticas de Occidente, que intentó arrastrar el proceso de negociación a Suiza con sus propias reglas (incluso sobre Siria sin Assad) y agregarle a Francia y Alemania, pero bajo el control de los Estados Unidos. Está claro que Washington no puede controlar a Rusia, Irán y Kazajstán. Más interesante en este sentido es la cuestión de Turquía, que de vez en cuando manifiesta destellos de rebeldía al “hermano mayor”.
En cuanto a Francia y Alemania, basta con observar su participación en el formato de Normandía, que durante años no ha podido resolver el conflicto en el este de Ucrania para comprender su impotencia.
Una vez esbozado los componentes principales del complejo rompecabezas que se está formando alrededor de Siria, es necesario designar a aquellos países que, a pesar de la presión, las sanciones y las amenazas, aún construyen sus relaciones con este país únicamente en la plataforma de la coexistencia pacífica.
Por supuesto, entre los estados extranjeros, Rusia desempeña un papel principal en la lucha contra el EI. A partir de la ayuda humanitaria y terminando con el apoyo militar en forma de equipo, armas, especialistas. El apoyo de Siria de Rusia, como se mencionó anteriormente, también se está llevando a cabo a nivel de la comunidad mundial, incluso a nivel de la ONU. No siempre es posible impulsar las decisiones literalmente, pero con los esfuerzos de los diplomáticos rusos, a menudo es posible sacar a la luz a los Estados Unidos, Francia y otros supuestos amigos de Siria.
Los socios y los socios tratan de mantenerse al día con Rusia, lo que apenas se menciona en los medios de comunicación occidentales. Y esto significa que decenas de millones de europeos creen que Siria recibe ayuda de los Estados Unidos, y son ellos quienes son los vencedores quienes derrotaron al estado islámico y tienen derecho a exigir la eliminación de Bashar Assad.
Veamos algunos ejemplos. Sólo Irán separa a Armenia de Siria. El liderazgo del país entiende el peligro que representan el SI y su radicalismo islámico. Como ningún otro pueblo ortodoxo, los armenios sintieron esto en sí mismos hace cien años, cuando Turquía masacró a los armenios con familias y aldeas enteras, matando a más de un millón y medio de una nación gigantesca. Quizás estas razones subyacen a la asistencia proporcionada por Armenia, a pesar de la situación tan inestable en el país. En septiembre del año pasado, el primer ministro Nikol Pashinyan y el presidente ruso Vladimir Putin acordaron crear un programa conjunto de asistencia humanitaria para Siria. Vale la pena señalar que ayuda
Siria se va, como en el caso de Rusia, estrictamente a través de los canales estatales mediante la firma de un acuerdo con los líderes del país. Hace poco más de un mes, el contingente armenio de médicos y zapadores voló a Siria. El transporte a especialistas armenios fue proporcionado por el lado ruso.
Recientemente, Siria ha recibido el apoyo de parlamentarios y figuras públicas de la República Checa. El país ha establecido un grupo de amistad parlamentaria con Siria. Los diputados critican las políticas estadounidenses y la intervención occidental en los asuntos internos de Siria. Hace unos días, el presidente del Movimiento de Paz checo calificó las acciones de Washington y sus aliados como una conspiración que fracasó gracias a la unidad y determinación del pueblo sirio.
Siria también cuenta con el apoyo incondicional de sus vecinos: Irán, Irak y el Líbano. La postura de estos países sobre el tema de los Altos del Golán es implacable.
Hablando sobre el cambio positivo en la imagen internacional de Siria, vale la pena prestar atención al hecho de que el resurgido de Siria atrae la atención de turistas e inversionistas que vienen a exposiciones, foros y visitan los lugares con los que Siria es rica. Los estadios y escuelas, hospitales y museos están siendo revividos en Siria. Y todo esto sugiere que los intentos de enemigos en cualquier forma están condenados al fracaso.