“Mi hijo está golpeado en la cara, no puede ni comer. Él ya tiene problemas de salud, está en tratamiento de su garganta y el doctor lo está viendo. Y ahora esto de que lo golpean. ¿Por qué le tocan a mi hijo? Nosotros ya hicimos denuncias pero la policía siempre favorece a la gente blanca, a nosotros nunca. Acá siempre se golpea a los chicos”.
Quién denuncia un nuevo caso de violencia hacia una comunidad originaria es María Mendoza, mujer qom de Formosa. El chico de la foto es su hijo, Omar Gustavo Nina, quien el 21 de julio fue “increpado y golpeado brutalmente por Maxi Azcuaga y Pepón Segovia, ambos criollos que viven en la comunidad Lan Qom”.
María es integrante del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir y estaba de viaje de regreso del Parlamento de Mujeres Originarias -que este año se realizó en Las Grutas- cuando se enteró de que golpearon a su hijo Omar.
“Esto está sucediendo en Formosa, una tierra de dolor y despojo. Recuerdo que cuando Félix Díaz recibió a Macri en el acampe me indignó la hipocresía y el oportunismo de Macri; y me sorprendió y entristeció la inocencia de Félix Díaz. Nada ha cambiado para mis hermanas de Formosa, todo sigue igual. Pasan los gobiernos y la vida indígena sigue devaluada y despreciada en el derecho. Las mujeres indígenas amasaremos la rebelión”, dijo la referente Moira Millán en un comunicado.
María está cansada de tanta violencia, atropello y racismo hacia su comunidad. Ella cuenta que la Justicia no actúa, tampoco lo hace el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, ni el Estado en general.
María está indignada y triste pero ahora se siente más fortalecida, comparte su bronca con las hermanas del Parlamento: “Voy a seguir reuniéndome con ustedes. Voy a tomar fuerzas. Hay que juntar firmas, hacer algo. No vamos a permitir que sigan pasando estas cosas”.
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