¿Quiénes son los verdaderos salvajes?

En la misma semana tuvimos que escuchar o leer, dos esfuerzos de algunos medios de comunicación por desvirtuar, deslegitimar e invisibilizar, la historia trágica del genocidio de los pueblos originarios en nuestra zona.

26/07/2019

Tema 1

Escuchamos que “los Antieco no tienen arraigo en nuestra zona”.

Según publicaciones de historiadores e investigadores, el linaje de la familia Antieco pertenece al paraje Costa del Lepá, Gualjaina-Chubut desde 1897, cuando el cacique Zenón Antieco y su hermano Manuel se instalaron en la zona, tras la avanzada del Ejército argentino sobre el territorio que ocupaban en la actual provincia de Neuquén. Entonces inician un largo peregrinaje hacia Costa del Lepá, junto a otras familias (Ramos, 2010), como los Nahuelpan, Prane, Nahuelquir, Epulef, Neguimaiñ, entre otras. Se reconoce que Zenón Antieco era cacique del grupo. Como apuntan (Tozzini, Grigüela y Pappagallo, 2008; Stella y Tozzini, 2014), los Antieco logran construir una próspera economía basada en la ganadería. Zenón tenía entre seis y siete mil cabezas de ganado menor y su hermano Manuel cerca de dos mil. Ángela Antieco, nieta del cacique Zenón Antieco –y lonko de la comunidad Newentuain Inchiñ desde su conformación en 2009–, señala que desde una lomada se veían los campos tapizados de «puras ovejas y chivas» en la época de Zenón.

Creación de la escuela N° 99 Manuel Y Zenón Antieco en Costa del Lepa.

La creación de la escuela N° 99 de Costa del Lepá que lleva los nombres de Manuel Y Zenón Antieco fue en 1928, para que pudieran asistir los niños que allí vivían. Los hermanos Antieco se hacen cargo de la construcción del edificio escolar y lo donan al Estado. El Consejo de Educación le encomienda al cacique Zenón como autoridad del paraje, la realización de un censo para corroborar la cantidad de niños. En los mapas catastrales de la zona, los Antieco marcan los despojos en aquellos territorios hoy en manos de terceros, junto a los rastros de la historia de la familia (enterratorios, lugares ceremoniales o vinculados a eventos productivos, aguadas y otros) habían quedado allí encerrados.

Bandera de los pueblos originarios del Chubut

Julio uno de los tres hijos que tuvo Manuel Antieco, logró que en la década del 90 se legitimara una bandera por él soñada, que posteriormente fue reconocida como bandera mapuche-tehuelche de Chubut. Don Julio Antieco nació el 19 de julio de 1929 en Costa de Lepá, Cushamen, Chubut y falleció un 7 de septiembre de 1993, a los 64 años.

Julio Antieco

Tema 2

En el caso de un medio digital de Esquel, publicó que el Cacique Inacayal “fue liberado por el Perito Moreno y posteriormente llevado a vivir con el cacique Foyel y su familia, hasta que falleció cuatro años después”.

Así escrito pareciera que Moreno le hizo un bien al Cacique, cuando en realidad Inacayal fue llevado como prisionero al museo del Perito Moreno en la ciudad de La Plata. Fue uno de los últimos Caciques en resistir la llamada Conquista del Desierto del ejército del general Julio Argentino Roca. Inacayal se entregó con los últimos caciques y lanceros en 1884 y fue hecho prisionero y sometido a diversos traslados hasta que la intervención de Moreno hizo que Inacayal termine sus días exhibido vivo en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, que dirigía Moreno. En sus años de prisionero lo desterraron, lo separaron de su familia y lo confinaron al sótano del museo, desde donde trataba de ‘gringos’ a los argentinos y decía ‘yo jefe, hijo de esta tierra, blancos ladrones… matan mis hermanos, roban mis caballos y la tierra que me ha visto nacer, además prisionero… yo desgraciado’. Allí era exhibido como colección viviente de Moreno y por la noche encerrado en una habitación del subsuelo de donde no podían salir y debía hacer sus necesidades en un rincón.

Prisioneros de la ciencia.

En ese entonces eran examinados desnudos por científicos, también se los fotografiaba o se los obligaba a posar horas para ser retratados. Dicen que algunos se volvían locos. Y como no volverse loco, si las mujeres fueron muriendo y entonces los hombres pasaban sus días mirando las vitrinas donde además de los animales, eran exhibidos los esqueletos de sus seres queridos. Es difícil imaginar una tortura psíquica más aberrante.

Inacayal falleció por causas desconocidas y en circunstancias dudosas el 24 de septiembre de 1888. Al igual que su mujer, hijos y sobrinas, fueron exhibidos en las salas de antropología biológica como representantes de “Razas salvajes que se extinguen”.

Sobre sus últimas horas escribió Clemente Onelli:

“Un día apareció Inacayal allá arriba, en la escalera monumental; se arrancó la ropa del invasor de su patria, desnudó su torso dorado como metal corintio, hizo un ademán al sol, otro larguísimo hacia el sur; habló palabras desconocidas y en el crepúsculo, la sombra agobiada de ese viejo señor de la tierra se desvaneció como la rápida evocación de un mundo. Esa misma noche, Inacayal moría después de saludar al sol de su patria”.

Así hablaba el periodista e historiador Osvaldo Bayer sobre Inacayal.

¿Quién fue el verdadero salvaje en todo esto?”.

Las dimensiones moral en la historia de los pueblos originarios.

Cacique Inacayal

Mujer de Inacayal

Hija de Inacayal

Fuentes:

Colectivo Guías.

https://journals.openedition.org/corpusarchivos/937

https://www.pagina12.com.ar/99041-inacayal

http://www.telam.com.ar/notas/201412/88225-cacique-inakayal-comunidad-tehuelche-mapuche-restitucion-restos.php

https://books.openedition.org/eunrn/460?lang=es

Publicación original: http://noticiasesquel.com.ar/noticiasesquel/inacayal-antieco/

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