Las cadenas que conquistaron derechos

Este jueves 12 de septiembre, 30 trabajadores precarizados del Ministerio de Desarrollo Social de Misiones fueron notificados del pase a planta permanente. Entre ellos, las 6 cuidadoras maternales que el año pasado se encadenaron denunciando explotación, precarización y violencia laboral. “Este logro es fruto directo de esa lucha”.

Seis mujeres, cuidadoras maternales de distintas guarderías del Ministerio de Desarrollo Social, permanecieron en noviembre del año pasado 19 días encadenadas en el acceso al organismo. La medida fue resuelta tras el hartazgo de las condiciones laborales y salariales a las que fueron sometidas, en algunos casos por casi 14 años. Reclamaban pase a planta permanente y aumento salarial.

Las cadenas y el acampe visibilizaron la precarización extrema de áreas enteras del Estado provincial dedicadas al cuidado y la atención de los sectores más vulnerados de la provincia. Con trabajadores obligados a cumplir funciones vinculados de las formas más diversas, becas, ONGs, cooperativas, contratos sin relación de dependencia y otras tantas formas de vinculación laboral que rozan con el fraude que desde ATE y CTA-A se viene denunciando.

El encadenamiento tuvo sus primeros frutos cuando, tras 19 días, el Ministerio resolvió contratarlas con relación de dependencia, hecho que se tomó como un paso hacia la estabilidad laboral que solamente podía garantizarse a través del pase a planta.

“Ante el capricho que tuvieron el año pasado de no nombrar a las compañeras, le dieron un contrato. Hoy tuvieron que reconocer y darle el nombramiento –pase a planta permanente- por lo tanto el logro es fruto directo de la lucha”, sostuvo Juan Antúnez delegado de CTA-A en el Ministerio y recientemente electo como parte de la comisión directiva de ATE Misiones. Juan explicó que el organismo se vio obligado a la regularización de estos contratos con relación de dependencia, obtenidos después de la lucha de las cuidadoras maternales, porque ya representaban más del 5% de lxs trabajadorxs de la planta del Ministerio. Destacó sin embargo que la estabilidad laboral de estas trabajadoras debió defenderse aún después del reconocimiento de los contratos. “Armaron, desde el ministerio, un listado donde querían dejar afuera a las compañeras, pero pudimos parar eso y en definitiva se reconoció a 30 trabajadorxs, entre ellxs estas compañeras que vienen luchando y otras compañeros con más de 15 años de contrato”, remarcó.

Perder el miedo para exigir derechos

El 17 de octubre del año pasado, 6 cuidadoras maternales, desplegaron sillas en el acceso al Ministerio de Desarrollo Social y junto a las sillas también unas cadenas para advertir que allí se quedarían hasta que se regularice la situación de precarización laboral y explotación a la que las sometía el Ministerio. El acampe se pobló de solidaridad, de debate, de aprendizajes y fue cobrando dimensión la responsabilidad del Estado en la violación de los derechos fundamentales de estas y tantos otrxs trabajadorxs.

La medida fue levantada el 5 de noviembre con un triunfo enorme pero no definitivo, un contrato con relación de dependencia que las reconocía como trabajadoras del Estado y que les mejoraba el salario, pero aún faltaba garantizar la estabilidad: el pase a planta permanente.

Este jueves 12 de septiembre 30 trabajadorxs fueron convocadxs a notificarse del pase a planta permanente. La lucha tuvo sus frutos. No fue un regalo, no fue una concesión, fueron derechos arrancados al patrón con la lucha y la organización de lxs trabajadorxs. Las cuidadoras maternales que se encadenaron – Noni Piriz, Inés Correa, Claudia Benítez, Silvia Cabrera, Carla Gómez y Gladis Torres- pueden dar cuenta de esto.

“En el día de la fecha, te quiero contar, que recibí una noticia muy agradable, junto a mis compañeras cuando nos informaron que pasáramos a firmar nuestro pase a planta permanente, fue tal la emoción, dar gracias al Eterno, después de tantos años de lucha también compartir esta alegría con todos los compañeros y compañeras de ATE y CTA-A que nos acompañaron incondicionalmente, también a nuestras familias a este acampe y al encadenamiento. De esta lucha que dio su fruto, dando resultados muy favorables, que nos enseñó que como trabajadores tenemos derechos.”, nos contó Noni Piriz, con la voz entrecortada por la emoción.

Claudia Benítez también agradece a Dios y destaca que la organización y el conocimiento de sus derechos les permitieron vencer el miedo y reclamar lo que les corresponde. Ayer cuando firmó su pase a planta “lo primero que me vino a la mente fue acordarme de cuando trabajaba en la guardería N4, ahí éramos un grupo de chicas con un sueldo de hambre, estábamos sin nada, en negro, ’las negritas’ nos decían”.

“Pero un día se abrieron las puertas y entraron esas personas desconocidas para nosotros con esa chaquetilla verde, que decían ATE, esos compañeros que se llaman Juan, David, Gladis, Britez y todos los demás que se acercaron, quienes nos hablaron y que nos dijeron que nosotras como trabajadores y trabajadoras teníamos derechos a pedir un sueldo digno, a que nos traten bien, a que seamos reconocidas a que tengamos una obra social. Y nosotras estábamos como decíamos, ’guau’, tantas cosas” y siguió Claudia “nos dijeron cuáles eran nuestros derechos, que no teníamos que tener miedo, que luchemos, que solo unidos podíamos conseguir algo, que no tengamos miedo, y con miedo y todo, porque no te voy a mentir, no te voy a decir que no teníamos miedo, teníamos un poco todavía, pero nos arriesgamos, nos jugamos, confiamos en esos compañeros y nos animamos, y decidimos luchar, juntos, al lado de ellos, unidos, con los de ATE y después vino el acompañamiento de CTA-A. Conocerlas a ustedes fue lo más, porque siempre estuvieron ahí con nosotras. No sabes cómo me siento”, las lágrimas de Claudia esta vez son de alegría y es contagiosa.

“Desde el encadenamiento que pasamos fue todo muy especial, estamos tan agradecidas por lo que estamos recibiendo, la lucha el compañerismo, Dios nos bendijo, nos exalta, nos da fuerza, lo que paso hoy fue muy importante, muy agradecida con todos, los que estuvieron con nosotros, nos apoyaron, gracias al compañerismo de CTA-A y ATE porque sin ustedes no lo hubiéramos podido lograr. Agradecida porque Dios escuchó nuestras plegarias, nos presentó a ustedes y con ustedes logramos dar a un paso importante, sin lucha no vamos a conseguir nada.”, agregó Inés.

“Me siento como que acá no termina todo, porque acá sigue la lucha, vamos por el 60 por ciento salarial, vamos por esas compañeras que no conocen sus derechos, vamos por esas compañeras que están precarizadas, vamos a seguir, vamos a hacer lo mismo, vamos a seguir enseñando, pero no me puedo olvidar de esa imagen de cuando llegaron -los delegados de CTA-A- agradezco a esos compañeros que nunca tiraron la toalla y que siguen animándonos”, nos animó Claudia.


Fuente: http://www.agenciacta.org/spip.php?article30259

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