Al cumplirse trece años desde su segunda desaparición, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia convoca a marchar a Plaza de Mayo este miércoles a las 17. Con su testimonio que continúa conmoviendo, en el que López recordaba entre lágrimas a la juventud militante de los 70 -esas “mujeres de oro” y “los únicos valientes” que enfrentaron la dictadura- se condenó en 2006 al genocida Miguel Etchecolatz.
La segunda desaparición forzada de López dejó al desnudo la continuidad de prácticas y estructuras represivas en el Estado que no fueron nunca barridas, sólo maquilladas, por los gobiernos de la democracia formal que sucedieron a la caída de la Junta en 1983. En este entramado la “Maldita Policía” bonaerense ocupó todos estos años un lugar protagónico.
Con el gobierno de Cambiemos la gravedad de las políticas represivas sólo se aceleró. En 2016, al cumplirse diez años sin Julio López, la gestión de Macri hizo una de las movidas de marketing y cinismo que caracterizaron todo su gobierno y buscó limpiarse de la impunidad del caso López invirtiendo los roles.
“El secretario de Derecha Humana Claudio Avruj y el ministro de Justicia Germán Garavano anunciaron que el gobierno solicitará a la Justicia que el Estado se presente como querellante en la causa que investiga la desaparición de López”, señalaba HIJOS La Plata en ese momento.
“La movida es de un cinismo sin par, ya que es el Estado el responsable de la impunidad de 10 años en la causa López, así como es el Estado, por definición, el único que viola los Derechos Humanos”.
Mientras corren los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri el caso López permanece exactamente igual de impune: aún no hay indagados, procesados ni detenidos.