“Hoy abrimos un camino para todas las mujeres que quieran ser colectiveras”

El martes 17 de septiembre la justicia rosarina ordenó la reincorporación de cuatro colectiveras a la empresa Movi Rosario. Las choferes Natalia Munafo, María Álvarez, Alejandra Avendaño y Silvina Moreno volvieron a trabajar y conquistaron la paridad de género en el transporte urbano de pasajeros. Desde este medio, entrevistamos a una de las protagonistas.

Natalia Mufano, la primera colectivera de la empresa pública de colectivos de Rosario que ya tomó el volante. Foto: Conclusión.

A las 14 horas del viernes 27 de septiembre, Natalia Munafo se sentó sobre el volante de un colectivo de la línea 113, perteneciente a la empresa Movi Rosario. Con las manos sobre el volante, le dio media vuelta a la llave y el colectivo arrancó. Natalia, María, Alejandra y Silvina cumplieron su sueño: volvieron a manejar un colectivo, conquistando la paridad de género en el Transporte Urbano de Pasajeros.

Dos semanas más tarde, en Buenos Aires, suena un celular. Es un mensaje de audio. Del otro lado, con una voz nítida, Natalia cuenta que fueron siete las mujeres llamadas para cubrir las vacaciones de los choferes en el verano del 2018. Dice que tenían la seguridad de quedar en planta permanente “porque todos los años se generan puestos vacantes” y porque existía una ordenanza que intimaba a las empresas a cumplir con el cupo femenino. Sin embargo, eso no sucedió.

Recuerda Natalia, al otro lado del teléfono: “Yo esperé 7 meses y nunca me llamaron. Se generaron 17 vacantes y todas fueron cubiertas por hombres. Eso fue lo que nos impulsó a ir directamente a la justicia. ¿Por qué a la justicia? Porque ya venían grupos de mujeres batallando contra el municipio para que tomen a mujeres. Vos ibas a la empresa y no te tomaban el currículum, vos ibas a la empresa y te decían que no contrataban mujeres”.

María Alvarez, contenta frente al volante. Foto: Vía Rosario

Desde el año 2002, el municipio de Rosario tiene a su cargo la administración del Transporte Urbano de Pasajeros. Pese a que rige una ordenanza de paridad de género, los representantes municipales jamás la cumplieron. Frente a esto, Natalia y sus compañeras decidieron agruparse, lo primero que hicieron fue modificar la ordenanza: “empezamos a reformar la ordenanza porque no hablaba de un registro de mujeres, no hablaba de sancionar a las empresas, o sea que incumplieran con la ordenanza, no estaba nada reglamentado”.

En el camino, Natalia y sus compañeras armaron un frente junto a otras transportistas: “Cuando nosotras encaramos esta lucha yo me acerco a una asociación que se llama Asociación Mujeres Conductoras de Rosario (AMC). Ellas tuvieron una lucha similar en otro gremio de transporte, los taxis. Estas compañeras sufrieron violencia de género cuando iban a levantar viajes a la terminal. Pelearon por las paradas y, gracias a esa lucha, hoy cualquiera puede levantar pasajeros en la terminal».

En poco tiempo, y acompañadas por su abogada y por la concejala Fernanda Gigliani, lograron reformar la ordenanza: “Hicimos que sea 50 y 50, porque la primer reforma hablaba de cada 2 puestos vacantes 1 ocupado por mujeres, entonces no quedaba bien claro sí era un 30 por ciento o un 50. En la nueva reforma dijimos que figure un 50 y 50. Así, que sea mitad hombres y mitad mujeres. Después creamos un registro postulantes en Rosario, que ya fue creado mediante un decreto”.

Natalia dice sentirse orgullosa de la lucha que emprendieron. Dice, además, que “a muchas mujeres la familia les decía que no se metan porque era muy jodido”. Y es cierto. De hecho, no la tuvieron fácil: el gremio que debería representarlas, la Unión Tranviarios Automotor, se despegó de la lucha por el cupo femenino. En medio de la resonancia mediática que tomó el caso de las colectiveras, el Secretario General de Rosario, Manuel Cornejo, manifestó que “el cuerpo de la mujer no está preparado para manejar un colectivo”.

A Natalia y a sus compañeras no les importaron los dichos de Cornejo: “Nosotras no tuvimos miedo, pensamos solamente en nuestros derechos y bueno, cuando las mujeres damos batalla hasta el final casi siempre las ganamos”. Y en este caso, como casi siempre, la ganaron: el 17 de septiembre la justicia rosarina ordenó la reincorporación de las 4 colectiveras a la empresa Movi Rosario y que se cumpla la ordenanza de paridad de género en el transporte urbano de pasajeros.

Foto: Conclusión

El audio continúa, la lucha de Natalia y de sus compañeras también: “No porque nos hayan reincorporado a nosotras cuatro se acaba la lucha, no: hay que pelear por todas las mujeres que vienen queriendo ser colectiveras de hace años y no tuvieron la oportunidad. La lucha tuvo sus momentos hermosos como tuvo sus momentos tristes, pero valió la pena. Hoy abrimos un camino para todas las mujeres que quieran ser colectiveras”.

Gracias al fallo conquistado el municipio rosarino lanzó un curso de capacitación para las mujeres que deseen obtener la licencia profesional. Además, las empresas están llamando a las conductoras para que realicen las prácticas correspondientes. Natalia afirma que, cuando se dé algo similar en otra provincia, está predispuesta “para apoyar a todas esas mujeres que quieran ser colectiveras”. El audio se corta, el camino que abrieron las transportistas rosarinas pareciera no tener fin.


Fuente: https://www.anred.org/2019/10/01/hoy-abrimos-un-camino-para-todas-las-mujeres-que-quieran-ser-colectiveras/

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