Ella es Juliana, hermana de Marcelino Olaire. Desde hace casi tres años que se pregunta: ¿Dónde está Marcelino? La última vez que lo vieron fue el 8 de noviembre de 2016, en el Hospital Eva Perón, del distrito 8 de la Ciudad de Formosa, donde fue internado por su mamá para tratar una esquizofrenia que lo tenía mal.
Foto: Hernán Vitenberg
10/10/2019
“Mi mamá lo internó y la mandaron a la casa porque en el hospital, supuestamente, se encargaban de todo. A ella le dijeron que vuelva en dos semanas para ver si Marcelino mejoraba. Pero cuando volvió ella, él no estaba. Lo habían trasladado al Hospital Central. Mi mamá lo fue a buscar a ese lugar pero allí tampoco lo encontró. Y no lo volvimos a ver.
En el hospital no lo tenían registrado, no se sabía nada de él. Nada. No tenemos idea de qué pudo pasar con mi hermano y nadie nos ayudó. En la comisaría no nos tomaron la denuncia, no conocíamos a nadie en la Capital así que dejamos de insistir pero no nos rendimos. Nosotras solas lo buscamos, con una amiga de Buenos Aires que se encargó de hacer cartelitos para difundir la búsqueda, pero nada más.
A nosotras nadie nos escucha porque somos indígenas, porque no somos blancas, y vivimos con muchas necesidades allá. Mi mamá no habla bien el castellano y fue difícil para ella hacerse entender, nadie le dio una explicación de nada, a nadie le importó. Mi mamá quiere saber qué pasó, qué hicieron con su hijo. Y yo necesito justicia para que ella esté en paz y calmar tanto dolor. Extraño a mi hermano también.
Yo no sé cómo explicarles a mis hijos dónde está el tío Marcelino. Ellos preguntan y no sabemos qué responder, solo decimos: no está más con nosotros. Pero esa no es una respuesta.
¿Qué hicieron con Marcelino? Viaje desde lejos, hice mucho sacrificio para estar acá, vine a Buenos Aires por primera vez para mostrar la foto de Marcelino y que se conozca su caso. Necesitamos la verdad, la vida de mi hermano no vale menos por ser indígena. Ayúdennos”.
Esta es una de las tantas historias que trajeron las mujeres indígenas para dar a conocer. Historias invisibilizadas; historias que no vas a leer mañana en los diarios ni vas a ver en los noticieros de esta noche; historias de desapariciones, abandono y sometimiento pero también de lucha y resistencia. Las Flores Nativas dijeron basta a tanta opresión. Ahora sí que ellas están en rebelión.
Fuente: https://www.facebook.com/citricarevista/photos/a.230582266984858/2528742883835440/