No solo queremos un país nuevo sino que sea una república social, feminista, ecologista y libre

Entrevista a Ángel Bosqued, ex secretario internacional de la CGT

No solo queremos un país nuevo sino que sea una república social, feminista, ecologista y libre

Mario Hernandez

 

M.H.: Compañero y amigo del Encuentro de la Economía de los y las trabajadoras, militante de la CGT española, que reside en la ciudad de Barcelona. Comentanos qué está sucediendo en toda Cataluña.

 

A.B.: En las últimas semanas y en los últimos años estamos luchando por que nos consulten qué queremos hacer, si queremos dejar la monarquía y tener una república, si queremos cambiar la Constitución y tener una nueva, y si queremos formar un nuevo país llamado Cataluña. Eso es lo que queremos y estamos revueltos. Estamos hartos de que no nos dejen hacer de verdad esa pregunta y saber cuánta gente quiere una cosa y cuanta gente quiere otra y hacer un proceso nuevo. Ahí estamos.

 

M.H.: ¿Qué balance podés hacernos de la huelga general convocada el viernes pasado?

 

A.B.: Realmente si lo miramos estrictamente como huelga en los centros de trabajo tuvo un muy buen resultado, yo no creo que lo importante sea saber si tuvo más éxito o menos que en años anteriores, sí es cierto que en la calle la movilización, las protestas, los actos que hubo fueron un éxito total e indudablemente la manifestación de cierre de huelga fue un éxito enorme. Luego cada cual hará su lectura.

La lectura que personalmente hago es de gran satisfacción, se confirmó ampliamente tanto en el sentido estricto de huelga como en la movilización, lo que yo te decía, hay una sensación profunda de querer salir de una situación política que exige que haya consulta, que nos pregunten, querer salir con una solución política, no salir con una solución judicial ni represiva, sino con diálogo.

 

M.H.: ¿Cuál es la expectativa para la manifestación del próximo sábado?

 

A.B.: También es alta porque la gente está con mucho espíritu de movilización. Hemos pasado una fase de cansancio, pero la sentencia judicial contra el proceso volvió a remover las conciencias. Había un compás de espera ante la inminente sentencia, una esperanza de que España pudiera escuchar la protesta; y como la sentencia ha sido tan absolutamente represiva, estamos con mucha expectativa de volver a las calles y demostrar en principio pacíficamente que la gente quiere que le pregunten.

 

M.H.: Respecto de los presos, ¿cuál es la situación? ¿Qué posibilidades hay de que se dicte algún tipo de amnistía?

 

A.B.: De los presos comúnmente llamados presos políticos, los que se han derivado en la cárcel por 12, 13, 9 años por lo que se les acusa que hicieron durante el tiempo del Procés, la expectativa de amnistía es muy baja, habrá que esperar que en las próximas elecciones del 10 de noviembre pueda cambiar el panorama parlamentario, de gobierno y de representación política en esas instancias. De ahí podría haber una cierta expectativa de que el gobierno plantee una amnistía, y habría que ver si esos presos aceptan o no. Tendrían que aceptarlo de cualquier modo.

Pero en lo que se refiere a los otros presos, porque no tenemos que olvidarnos de ellos, son los presos que 10 días antes de que se dictara la sentencia la policía entró a sus casas de forma injustificada y violenta, y que todavía están en prisión preventiva esperando que se les acuse. Esperando que se sepa si les habían encontrado elementos que podrían ser constitutivos de material explosivo. Esos presos son 13 también y la expectativa de que los liberen es muy alta, pensamos que en pocos días los jueces dirán que no hay pruebas para enviarlos a juicio, excepto a uno o dos y en el caso de ir a juicio sería muy leve.

Ahí tenemos mucha expectativa que los dejen libres sin fianza o con alguna muy baja. Entonces no quiero olvidarme de ellos, tenemos a los famosos presos políticos injustamente condenados y tenemos a los otros no famosos presos políticos también injustamente en prisión preventiva.

 

M.H.: ¿Cuál es el rol que están jugando los partidos independentistas que forman parte del Parlamento catalán?

 

A.B.: Hay tres líneas de partidos, los independentistas continuistas del antiguo partido burgués, Convergencia y Unión, tenemos la Izquierda Republicana que es un partido situado en medio, también sería una burguesía más progresista de izquierda pero continuista, luego las candidaturas de la CUP, Unidad Popular, situada claramente a la izquierda y con ideas más rupturistas.

Ahí han estado más o menos de acuerdo en una primera gestión de los últimos 5 años, estaban por encima de esas divisiones de partidos y actuaban más o menos de acuerdo, pero los últimos tiempos antes de la sentencia judicial contra los presos políticos y ya luego de esta, se ha resquebrajado eso y cada cual está marcando una actuación muy clara.

El PDeCAT quiere que haya una apuesta por volver a pedir el proceso, pedir declaraciones políticas, piden sentarse a negociar nuevamente y presionar desde las instituciones, incluso con fórmulas radicales dentro de las instituciones; la Izquierda Republicana que va por un proceso más calmado, que se lo repiense, movilizando pero suavemente para presionar y la CUP que insiste en que llevamos demasiados años sin que el gobierno escuche entonces hay que hacer toda la movilización necesaria para que obliguemos al gobierno a sentarse a una mesa de negociación. Y si no se sienta, que hagamos de la desobediencia civil nuestra herramienta. Y eso pasa tanto para la vida parlamentaria como para la vía social de desobediencia. Tenemos esas tres posiciones dentro de los tres partidos políticos.

 

M.H.: Te dejo el cierre.

 

A.B.: El cierre es para los y las compañeras chilenos, un recuerdo para la represión que está habiendo por el gobierno turco y otros y aquí vamos a seguir pidiendo que nos dejen decidir, queremos tener la posibilidad de que el pueblo elija si quiere ser independiente o no. Y ahí hay una unidad muy importante desde la burguesía hasta factores de la izquierda radical, incluidos parte de los libertarios que estamos en esa lucha, en ocupar las calles hasta que se nos escuche.

Seguir en un proceso pacífico mientras se pueda para poder ejercer nuestros derechos y dentro de ellos enmarcar que no solamente queremos un país nuevo sino que sea una república social, feminista, ecologista, libre y que los y las ciudadanas tengan derecho a modificar y construir desde cero su Constitución. El abrazo solidario internacional lo enviamos y esperamos poder recibirlo siempre que se pueda.

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