Bolívia: De la elección al golpe


https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2019/11/11/bolivia-de-la-eleccion-al-golpe/

Bolívia: De la elección al golpe (I)

noviembre 11, 2019

Bolivia petó. En las calles, sirenas, disparos, gritos y gente corriendo sin saber quién es quién. Se ven focos de fuego a lo lejos y la recomendación para todo el mundo es la de no salir. Compañeras de El Alto dicen que les han cortado el agua y que están prendiendo fuego a casas de sindicalistas, lideres indígenas y partidarios del MAS de Evo (Movimiento Al Socialismo). Compañeras feministas perseguidas y amenazadas por expresar públicamente su opinión. Mientras, proliferan los audios y videos sobre enfrentamientos, tiros y incendios descontextualizados en grupos de whatsapp y otras redes sociales. Se queman las antenas de las televisoras bolivianas y algunas dejan de retransmitir. Y me revienta el corazón cuando veo imágenes de gente quemando whipalas, bandera que representa los pueblos indígenas de los andes y el Estado Plurinacional de Bolivia.

El país petó y todas pensábamos que no llegaríamos a estos extremos. Sobre todo cuando esta mañana, cerca de las 8, escuchábamos a Evo Morales convocar nuevas elecciones para que el país encontrara una rendija por donde respirar paz. Hoy, La Paz está en guerra y se instaló esta espiral de violencia y racismo que no dejó de incrementar desde la llegada de el Presidente del Comité Cívico de la ciudad de Santa Cruz, Luís Fernando Camacho a la capital Boliviana. Empresario, vinculado con el escándalo de evasión fiscal de los Papeles de Panamá, católico, aliado con sectores evangélicos fundamentalistas y que llegó prometiendo, textualmente, “haré que Dios vuelva a estar en Palacio Quemado”.

Durante toda la tarde, los miembros del gobierno han ido renunciando, uno tras otro, y de forma muy rápida hasta que Evo Morales ha vuelto a comparecer ante los medios para anunciar su renuncia al cargo de presidente. También renuncia el vicepresidente Álvaro García Linera y ambos hacen un repaso de todas las conquistas sociales conseguidas hasta hoy después de 13 años, 9 meses y 18 días de mandato. Morales denuncia un “golpe cívico, político y policial” instigado por “grupos oligárquicos que conspiran contra de democracia”. Ya todo huele a golpe orquestado por la derecha empresarial, fundamentalista y racista en Bolivia contra la gente y organizaciones sociales que han sido parte del proceso de cambio en el país. Ya todo huele a contrarrevolución fascista.

Después de las elecciones el país se convirtió en una olla a presión llena de frustraciones hirviendo provenientes de todos lados, de los que siempre apoyaron a Evo y al MAS y de los que se sentían traicionados de nuevo por la sospecha de un fraude electoral. Los antecedentes del descontento de algunos masistas vienen de lejos y debemos tenerlos en cuenta en este momento en que la ultraderecha se aprovechó al máximo del escenario postelectoral: no acatar los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 en el que salió el “no” a la repostulación de Evo; no se trabajó por la postulación de otro candidato o candidata del MAS; el ataque y la represión a los indígenas del Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS), la coptacion de varias organizaciones sociales sindicales por parte del gobierno o las consecuencias del reciente incendio de la Chiquitanía.

Dentro de este descontento fueron los jóvenes los que empezaron a salir a la calle con una demanda única: “Democracia” y “Evo no”. Los masistas no salían. Ni los incondicionales a Evo ni los descontentos con él. Parecía que líder opositor Carlos Mesa aglutinaría las demandas de estos jóvenes que han crecido en el Proceso de Cambio, durante estos 14 años de Evo y ahora veían el globo desinflado. No hay mejor caldo de cultivo para la ultra derecha que un proceso de despolitización y hacer creer que la “democracia” lo es todo. A estos jóvenes se les sumaron personas que encontraron en ellos y en sus marchas una forma de canalizar su hartazgo y su forma de denunciar un fraude electoral que estaba siendo analizado por la OEA. Pero no había más demandas. Y tampoco veíamos su apoyo directo y masivo a Carlos Mesa.

Muchos, salían por primera vez, con la bandera tricolor con el objetivo de “salvar su patria de otro ciclo de Evo”. Pero también estaban los que no querían ni a Evo, ni a Mesa. Tenían claro lo que no querían pero sin plantear opciones políticas claras ni demandas concretas. Y entonces, aparece Camacho, postulándose como el mesías salvador de los “sin rumbo” y decide instalarse en La Paz. Empezaron a proliferar los cortes en las calles, y las protestas, diarias en el centro de la ciudad y los actos racistas violentos y misóginos en otros estados (el caso del brutal ataque a la alcaldesa del municipio de Vinto -Cochabamba- Patricia Arce, perteneciente al (MAS), la muerte de Limbert Guzmán, de 20 años, también en Cochabamba durante los enfrentamientos que se desataron entre opositores y partidarios del presidente boliviano, o la violación de dos mujeres que venían en una caravana que salió de Sucre y Potosí rumbo a La Paz.

Bolivia petó entre policias amotinados y frustraciones de todos lados metidas en esta olla a presión. Y mañana nos despertaremos con un país que enfrenta una terrible contrarrevolución fascista. Ojalá podamos encontrar un rumbo después de este golpe que, de momento, solo está teniendo consecuencias para la población civil entre asaltos, ataques y enfrentamientos.

[RR] Reporting on Resistances
https://martamoli.wordpress.com/2019/11/11/bolivia-de-la-eleccion-al-golpe-i/

Bolívia: De la elección al golpe

1 Comment

  • Beto Mamani

    La caida de Evo es consecuencia del desgaste causado a partir de no aceptar el No a la rererelección y a la manipulación electoral. La reacción está siempre ahi, acechando. Pero el MAS agotó un ciclo reformista donde las reformas fueron cosméticas y la expansión económica predatória como en los lamentables incendios de la Chiquitanía y decenas de descuidos ambientales. Antes que los milicos se manifestaran para Evo renunciar la COB lo emplazó a que se vaya. Y se fue sin resistencia orgánica e hizo renunciar a toda la linea sucesoria en una jugada arriesgada que apunta a que la sociedad lo llame a volver como redentor. La burocracia del MAS y Evo construyen desde la cúpula una política q perdió apoyo en diversos sectores obreros, estudiantiles , medios y campesinos. Es el límite encontrado por un gobierno reformista q en 13 años no supo o quiso expropiar la oligarquia que, señalese, nunca lucró tanto como en los años de Evo. Registrese la traición del gobierno Evo a los principios humanistas de la izquierda cuando entregó al histórico militante Cesare Battisti al govierno italiano. Traición, agachada para agradar a Bolsonaro. Y de la traición no se retorna. Elecciones sin proscripciones, ya!

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