Monte: El pueblo que “se volvió familia” para gritar por justicia

Mientras esperan y la causa judicial avanza, las familias de las víctimas de la masacre de Monte convocan cada 20 de mes a la plaza principal del pueblo para sostener el reclamo de justicia, recordar a Gonzalo, Camila, Aníbal y Danilo y acompañar a Rocío, la única sobreviviente de los hechos.

“A la plaza principal la llamamos ‘la plaza de los pibes’. Le pusimos así en memoria de ellos”, cuenta Gladys Ruiz Díaz, la mamá de Danilo Sansone. “Era el lugar donde ellos iban después del colegio, y compartían una gaseosa, una merienda. Bueno, además de la marcha nosotros ahora hacemos eso y lo compartimos con otros niños”, agrega.

Todavía no está claro el motivo que desencadenó la persecución que terminó con el Fiat 147 -donde paseaban Aníbal Suárez (22), Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13), Danilo Sansone (13) y Rocío Quagliarello (14)- incrustado contra el acoplado de un camión. Dos patrulleros los siguieron unos 3 kilómetros a los tiros. Calculan que hubo al menos 11 disparos. Hay doce policías bonaerenses imputados en el caso, un funcionario municipal, y otra causa en formación que involucra a la ex intendenta, Sandra Mayol, y el jefe de Bomberos, Nelson Julio Barrios, por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Los policías dispararon y luego trabajaron para encubrir “bajo un intento de instalar la idea de un accidente». Fueron las pruebas que aportaron los propios familiares de las víctimas y los habitantes de San Miguel del Monte las que comenzaron a torcer la historia: la difusión del video de las cámaras de seguridad, vainas de 9 mm que encontró un vecino y acercó a la justicia, testimonios. “Estoy muy agradecida con el pueblo porque los vecinos formaron parte, el pueblo se volvió familia, nos ayudaron mucho. Múltiples testigos que se acercaron, y nos ayudan también a superar estos 6 meses. Con ellos pudimos desenmascarar la mentira de que fue un accidente. No fue un accidente sino una masacre”, define la mamá de Danilo.

“Los que tenían que cuidarlos son los que los mataron; como mamá lo pienso todos los días y me desespera: ¿te imaginas el miedo? Los asesinaron. La policía. Es algo inentendible, no entendemos el por qué: por qué dispararon, por qué los mataron, el porqué del encubrimiento. Y en este pedido de justicia es eso lo que hacemos, queremos que la ley sea para todos igual”, dice Gladys.

“La justicia es lenta” dicen los familiares ante un dolor que crece día a día, pero reconocen la  instrucción de la causa, a cargo del fiscal Lisandro Damonte, “viene bastante bien”. Desde la Comisión Provincial por la Memoria, que patrocina a las familias de Danilo y Camila, coinciden y señalan la necesidad de profundizar en la investigación de los eventuales móviles del hecho. Esclarecer eso sería un gran paso. También apuntan que es necesario avanzar en las responsabilidades más allá de quienes apretaron el gatillo: tampoco pueden quedar impunes quienes colaboraron en encubrir el crimen.


Fuente: http://www.andaragencia.org/el-pueblo-que-se-volvio-familia-para-gritar-por-justicia/

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