El pleno del Congreso capitalino aprobó por unanimidad de 57 votos a favor de los diputados presentes en el pleno la primera Ley de derechos de los pueblos, barrios originarios y comunidades indígenas residentes para la Ciudad de México, en cumplimiento del mandato establecido en la Constitución Política de la Ciudad de México.
Concheros y chinelos realizaron rituales y danzas tradicionales fuera del recinto legislativo desde el inició la sesión del pleno. Foto Ángel Bolaños Sánchez
26/11/2019
Concheros y chinelos realizaron rituales y danzas tradicionales fuera del recinto legislativo desde el inició la sesión del pleno, alrededor de las 10:00 horas, para manifestar su respaldo al dictamen que se votó pasadas las 14:00 horas con una adición relativa a la creación y carácter jurídico de un organismo público que deberá constituirse para dar seguimiento a la implementación de las disposiciones constitucionales y de la misma ley aprobada.
Dicho órgano de implementación tendrá a su cargo además el diseño de las políticas públicas relativas a dichos grupos de población y en tanto se instala, sus funciones estarán a cargo de la Secretaría de Pueblos, Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes del gobierno capitalino.
Al presentar el dictamen al pleno, la diputada de Morena, Guadalupe Chávez Contreras, presidenta de la comisión legislativa en esa materia, explicó el proceso legislativo que llevó expedir la ley, a partir de una iniciativa presentada por ella misma y otra del grupo parlamentario del PAN, y el proceso de consulta del proyecto de dictamen en más 200 pueblos y barrios en un periodo de seis meses.
“Que nunca más se desconozca y se menosprecie ningún derecho legítimo a nuestros pueblos originarios, a nuestros indígenas. Aceptemos que durante años se herró legislativamente para desfavorecer a muchas comunidades de éste país y de esta ciudad, es hora de resarcir errores”. Apuntó.
Sostuvo que con esta ley, contrario a lo que ocurre en otras latitudes y expresamente señalo el caso de Bolivia, donde las élites y grupos conservadores asumen posturas regresivas, se manda un claro mensaje de que “en esta ciudad y en este país, ser originario y ser indígena es un orgullo”.
La también diputada de Morena, Lilia Rossbach Suárez, señaló a su vez que se da un primer paso para hacer justicia a las demandas históricas de los pueblos, barrios y comunidades indígenas residentes para “comenzar a transitar hacia una ciudad de derechos, que reconozca su historia y a quienes la han construido”.