La deuda es una de las más pesadas herencias que el gobierno de Mauricio Macri le deja a la nueva administración. Sólo en 2020 y sin tener en cuenta la deuda en pesos, Argentina tiene vencimientos por 31 mil millones de dólares: más del doble que las reservas líquidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
La deuda contraída representa casi el 100% del Producto Bruto Interno (PBI) y a finales de 2015, era del 53,3% según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Además, de los 103.808 millones de dólares de deuda tomados por el gobierno de Macri, más del 90% se fugaron, según el Centro CIFRA. El bono emitido a principios de la gestión de Cambiemos para pagarle a los fondos buitres, dio inicio al ciclo que tuvo a la Argentina como el país que más se endeudó entre 2016 y 2017, incluyendo una deuda de 100 años que vence en el año 2117.
En mayo de 2018, sin otro lugar a donde endeudarse, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó el préstamo más grande de su historia: 50 mil millones de dólares. Cuatro meses después, con una creciente crisis y luego de la renuncia de dos presidentes del BCRA a pedido del FMI, se amplió el préstamo a 57 mil millones, y se adelantaron desembolsos que debían recibir futuros gobiernos.
“Una vez cerrado todo el crédito voluntario, de bancos y de actores privados, empiezan los mangazos a actores públicos: el mas voluminoso es el del FMI, que puso como condición un programa económico que terminó por sepultar al gobierno”, explicó el economista Andrés Asaian.
El crédito otorgado por el FMI fue decidido unilateralmente por el ejecutivo, a pesar de que debe ser aprobado por el Congreso y no fue precedido por un análisis del impacto en la balanza de pagos, como indica la ley.
Luego de la derrota del oficialismo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de 2019, con una disparada del dólar y de la inflación, el presidente del BCRA, Guido Sandleris, anunció un “reperfilamiento” de la deuda emitida bajo ley nacional. En los 77 días que transcurrieron entre las PASO y las elecciones generales, se perdieron casi 23 mil millones de dólares de las reservas del BCRA.. Terminada la campaña de las elecciones del 27 de octubre, esa misma noche Sandleris anunció un nuevo límite de compra de moneda extranjera: 200 dólares por persona.
Consultada por Barricada TV, la economista y docente Candelaria Botto alertó que “la deuda no generó mejores condiciones, no tenemos infraestructura, no tenemos ni mas hospitales ni escuelas, ni nada de eso. Es una oportunidad para pensar si nos tenemos que hacer cargo de esa deuda, si es legítima, y entender lo que conlleva: son millones y millones de dólares que se van a ir a repagar plata que lo único que hizo fue financiar una fuga de capitales y una desregulación financiera”.
El conflicto de intereses de los funcionarios responsables y la fuga masiva de casi todos los capitales prestados, ponen en duda la legitimidad de la deuda. Especialistas proponen al nuevo gobierno investigarla a fondo y suspender los pagos: “Cuando el Fondo Monetario prestó los 57 mil millones sabía fehacientemente que Argentina no podía pagar, por eso se dice que es una deuda odiosa. No importa que lo haya hecho un gobierno constitucional: es odiosa porque los deudores y los acreedores sabían que no se podía pagar”, aseguró el economista Julio Gambina.