Primer Campamento de Feministas del Abya Yala

Desde distintos territorios, barrios y villas, el pasado sábado 21 y domingo 22 de diciembre en Tandil, nos encontramos en el Primer Campamento de Feministas del Abya Yala para compartir nuestras miradas del contexto político, desde nuestros saberes territoriales y nuestras prácticas de resistencia al capitalismo extractivista, racista y heterocispatriarcal.

Vamos aprendiendo en la recuperación de sabidurías ancestrales, mirando el pasado avanzamos cada día hacia al futuro, fortaleciendo en las calles la construcción de otro mundo posible, compartiendo miradas y aprendizajes sobre nuestras experiencias múltiples y diversas.

En este primer campamento, las Feministas del Abya Yala reafirmamos nuestra voluntad de seguir construyendo un feminismo antirracista, anticapitalista y antipatriarcal. Nos encontramos tejiendo entre mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries las redes de un feminismo popular, acuerpado, autónomo, plurinacional, liberador de la heteronormatividad que atenta contra nuestras construcciones feministas personales y políticas. Nos encontramos construyendo un feminismo compañero desde la palabra y la escucha, desde la acción colectiva y en las calles, animándonos a interpelarnos, a reinventarnos, abrazando nuestras luchas y nuestros sueños rebeldes.

La avanzada de la derecha en el todo el territorio latinoamericano, su odio racista y misógino y la represión desatada contra las manifestaciones populares marcan nuestras cuerpas y encienden la digna rabia con la que gritamos y exigimos NUNCA MÁS.

En este sentido, las Feministas del Abya Yala reunidas

• Afirmamos la plurinacionalidad en todos los espacios de encuentro y organización en todos los territorios de Abya Yala. Acuerpamos a las compañeras migrantes, nos pronunciamos contra la explotación laboral, las prácticas de discriminación, los ataques xenofóbicos, la persecución y criminalización perpetrada por los Estados Nacionales. Exigimos la derogación del decreto 70/2017 y el retorno de nuestros hermanos y hermanas expulsadas. Alzaremos nuestra voz sin cesar porque MIGRAR ES UN DERECHO.

• Nos pronunciamos contra las modificaciones a la Ley Provincial 7722 en Mendoza y Ley Provincial XVII-N° 68 (ex – Ley 5001) en Chubut. Acompañamos las acciones locales de resistencia al avance de la megaminería, en defensa del agua. Sabemos que las actividades extractivistas no sólo envenenan los territorios y nuestras cuerpas, sino que con sus falsas promesas de progreso económico, generan condiciones para las operaciones de redes de trata. El Estado es responsable de vulnerar la vida en los territorios facilitando el avance de las empresas mineras, siendo parte y cómplice de un sistema proxeneta que explota a las mujeres, lesbianas, travestis y feminidades trans y al mismo tiempo las criminaliza. Condenamos la represión a la protesta social.

• Denunciamos una vez más el carácter misógino, patriarcal y disciplinador del sistema judicial. Repudiamos las medidas que arremeten contra las mujeres que no callan las violencias contra sus cuerpos y el de sus hijes, como Flavia Saganías de Córdoba; así como la judicialización de las defensoras del territorio, como Ivana Huenelaf en Puelmapu.

• Insistimos en la necesidad urgente de que el aborto sea legal, seguro y gratuito. La marea verde y la contundencia del debate parlamentario sucedido en el 2018, exigen que el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto sea LEY. El Estado debe garantizar las condiciones para que ninguna mujer, ninguna persona con capacidad de gestar, deba exponer su cuerpo y su salud en prácticas de aborto clandestino ni someterse a la violencia institucional. No permitiremos que las iglesias condicionen las políticas públicas, seguiremos exigiendo Educación Sexual Integral en las escuelas.

• Repudiamos el golpe de estado en Bolivia, un golpe racista, fascista, patriarcal, y oligárquico que está masacrando al pueblo, reprimiendo en las calles, disfrazando toda su violencia patriarcal y colonial con falsos discursos de convocatoria al diálogo y a la paz, negando mediante el silencio mediático, persiguiendo y humillando a las mujeres originarias que son quienes mantienen la resistencia. Nuestras luchas no tienen fronteras por eso gritamos “La pollera y la whipala se respetan”

TANDIL, DICIEMBRE DE 2019.

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