“Corre frío por la espalda” cuando se reavivan memorias de fuego

La reconstrucción colectiva de la memoria en Aluminé iluminan la historia del longko Rewke Kura y su decisión de quemarlo todo, antes que dejar las pertenencias en manos del Ejército. Algunas fotos, muchas preguntas, y el saber de los ñires.

Los toldos abandonados en 1882

09/02/2020

En la Laguna de los Giles no hay campings ni proveedurías. La gente prefiere acampar en los lagos cercanos, más generosos en dimensiones y playas. Sus orillas se dejan tapizar por pastos verdes y pinchudos que no cotizan en la predilección turística. El ñire solitario que custodia el contacto entre aguas y tierras tampoco es el más imponente de los bosques pero es estremecedora la historia que atesora: estaba allí en 1882, cuando Rewke Kura y su gente decidieron prender fuego a sus toldos antes de retirarse hacia la cordillera y así evitar que sus pertenencias, cayeran en manos del Ejército Argentino. El ñire sabe.

Si se tiene en cuenta su duración formal de seis años, no existen muchas fotografías que documenten la Campaña al Desierto. Pero algunas hay. Cuando Julio Roca ya era presidente, ordenó que una de las columnas expedicionarias incorporara una comisión científica, que se conformó con los ingenieros topógrafos Carlos Encina y Edgardo Moreno. Para consolidar la empresa colonialista Buenos Aires necesitaba un relevamiento y además, mensurar las tierras que había arrebatado o estaba por arrebatar al pueblo mapuche. También se sumó al contingente el fotógrafo y químico Pedro Morelli.

Después de arribar al fuerte 4ta División -antecesor de Chos Malal-, Encina tuvo que abandonar el cometido por problemas de salud. Así y todo, la misión se puso en marcha en diciembre de 1882, con una integración para nada desdeñable: dos ingenieros jefes, cuatro ayudantes, un administrador, un perito en Minas, un fotógrafo y un químico, 53 peones y 17 soldados del Batallón 2do de Línea. Para ingresar al territorio que debía relevar, la expedición se valió de los caminos que durante siglos, habían labrado los viajeros mapuche y sus arreos porque antaño, la densidad poblacional del actual Departamento Aluminé (Neuquén) era proverbial. Nunca desierto.

Las imágenes que tomó aquel fotógrafo permitieron reconstruir cuál fue el itinerario que siguió el contingente colonialista para ingresar a los antiguos dominios del longko Rewke Kura, hermano del célebre Kalfükura. Se valieron del Paso de Sainuco, que une ese paraje con el valle de Quilca, para seguir su marcha por el valle de Pulmarí y circunscribir los lagos Aluminé y Moquehue. El corazón del territorio mapuche pewenche del Puelmapu.

Por entonces, la Laguna de los Giles no recibía ese nombre, pero hasta meses atrás, había albergado efervescente vida mapuche.

Cuestionar la primeritud

En 2015, Aluminé cumplió 100 años de existencia pero a diferencia de los festejos acríticos y ratificadores del colonialismo que caracterizan a ciudades como Bariloche, Villa La Angostura o San Martín de los Andes, la ocasión se aprovechó para reconstruir memorias. Las fotos de aquella expedición topográfica estuvieron en el centro de la escena porque un grupo de vecinos y vecinas se preocupó por establecer dónde se habían tomado. “Pusimos en tensión esa idea de Centenario desde lo fundacional y empezamos a trabajar un concepto: Aluminé tiene 100 años de vida institucional pero miles de presencia humana en el territorio”, introdujo Titi Ricciuto, director del Museo Municipal y Centro de Interpretación El Charrúa. “Habíamos empezado a escribir el libro (ver bibliografía) y ahí nos topamos con las fotos de Reuquecurá, que tomaron Encina y Moreno. Cuando vimos que eran de este mismo lugar, quisimos reconstruir su recorrido en la zona, entonces empezamos a pensarlo desde las propias imágenes. Como nos dimos cuenta que no alcanzaba con nuestra visión, las reprodujimos en varios cuadernillos anillados que distribuimos entre algunos referentes comunitarios en el territorio, para que pudieran compartirlos con las familias en el campo y nos ayudaran a encontrar los lugares”, recordó.

El niño de las preguntas difíciles, el autor de la nota y Titi Ricciuto, en Laguna de los Giles

Auténtica construcción colectiva del conocimiento, “tuvimos una reunión en el Consejo Zonal Pewenche, con su referente, Daniel Salazar. También estaba Rosalía Barra, que en ese momento formaba parte de la comisión directiva de la comunidad Puel, y estaba Juan Carlos Rodríguez, que trabaja en la Corporación Pulmarí y es de la comunidad Currumil. En esa primera reunión, pudimos contar la idea de hacer la investigación en territorio y además, que confluyera en una muestra para poder socializar estas imágenes, porque mucha gente no tenía ni idea de que existían. El mejor momento para hacerlo era el contexto del centenario de Aluminé para poner un freno a la idea de primeritud y poner en tensión lo que pasó antes”, hilvanó Ricciuto. Antes, había sucedido la conquista colonialista del territorio mapuche.

El impulso corrió por cuenta de “un grupo de vecinos entusiasmados por encontrar esas respuestas, vinculados a la Corporación Interestadual Pulmarí, al Consejo Zonal Pewenche y a la Municipalidad de Aluminé. También me parece importante mencionar a Julio Vezub, que ni bien se enteró, vino a corregir algunos errores de la publicación ‘Indios y soldados’, que se cometieron al no conocer el territorio. Pero tenía mucha información y nos allanó mucho el camino”. Vezub es un gran historiador que trabaja en Puerto Madryn.

Interés coincidente

En forma llamativa, “cuando empezó a inquietarnos el tema de las fotos y ya conocíamos algunos lugares porque habíamos ido, se comunicaron con nosotros de la TV Pública porque estaba queriendo hacer un documental en dos episodios acerca de la ruta de la Campaña al Sur de los Andes. Vino un equipo que tenía como director a Alejandro Fernández Mouján y entonces, como ya teníamos algunos lugares identificados y otros no, fui con ellos. Esos documentales estaban por estrenarse, faltaba editar sonido pero entró (Mauricio) Macri al Gobierno y todo quedó inconcluso. Tengo entendido que ahora hay intenciones de completarlos”.

A fin de cuentas, “la muestra fue inaugurada en el salón municipal el 25 de mayo de 2016. El álbum de Encina – Moreno termina con una foto de un acto en el fortín Codihue, el 25 de mayo de 1883… Era el acto oficial: estaban todas las escuelas y a medida que la gente entraba al salón, se encontraba con todas esas fotos y un banner gigante. En la mesa de oradores estaban el intendente (Gabriel Álamo), Daniel Salazar como lonco del Consejo Zonal Pewenche, el lonco de Ruca Choroy, Ricardo Peña y otro lonco de la comunidad Catalán. Salazar dijo: estas fotos son la evidencia de que Pulmarí es mapuche”, recordó Ricciuto. El área fue escenario de un trascendente conflicto en 1995.

Verzub y un integrante del equipo localizan la primera foto de Metrenque

Hubo otras sensaciones memorables. “Una reacción que me quedó muy grabada fue la de Rosalía Barra, de la comunidad Puel: en una de las fotos está el comandante (Manuel) Ruibal, apoyado en un tronco, como posando tipo modelo, unos pehuenes de fondo y una carpa. Ella, cuando ve esa foto, dice: me corre como un frío por la espalda porque mi abuela tenía razón, cuando hablaba de los soldados decía que tenían barba y usaban botas. Es tal cual como ella decía”.

El que firma esta crónica y su familia estuvieron en Laguna de los Giles en el día más caluroso del verano, unas semanas atrás. Allí se tomaron tres de las fotos de la expedición topográfica. En el epígrafe de la que corresponde con exactitud, dice “Metrenque. Continuación de la anterior”. Los contornos de los cerros y la silueta de la laguna no dejan lugar a dudas. En sus orillas, pueden apreciarse los esqueletos de dos toldos abandonados, tres caballos y un hombre de civil. En la primera de la serie, se aclara: “Metrenque (Palo colorado). En la margen derecha del Quilmary (por el río Pulmarí). Últimos toldos de invernada del cacique Renque – Curá. Vista tomada de E. a O.” También son dos las viviendas que aparecen en el registro, una más grande que la otra, ambas con la cubierta incompleta. Vacías y deterioradas.

Los ñires saben

Al intentar explicarle a mi hijo de 6 años qué hacíamos ahí, pasaron unos minutos y me preguntó: “¿Por qué los peñi incendiaron sus rucas y se fueron?” Ensayé una torpe respuesta pero más difícil la tuvieron aquellos padres y madres mapuche ante el interrogante de sus niños y niñas, 136 o 137 años atrás. ¿Por qué abandonar sus hogares, sus lugares de juego, el agüita de la laguna, el prado por donde correteaban? Quizás estuviera entre ellos y ellas, aquella niña en cuya memoria quedaron grabadas las barbas de los oficiales y sus botas de cuero. La expedición topográfica no tomaba fotos en cualquier lado, sino en los sitios que sus jefes consideraban más fértiles.

Con los animales en poder de sus perseguidores, sus familias víctimas del hambre y el número de weichafe considerablemente reducido, Rewke Kura capituló en mayo de 1883. El sacerdote que acompañaba a los militares se apuró por bautizarlo. También hay una fotografía de esa ceremonia, en la que aparecen unas 14 personas mapuche, incluso niños y niñas. Se dice que luego de la cristianización forzada, prisioneras y prisioneros fueron conducidos a pie y encadenados al fortín Codihue, entre otros centros de detención. A diferencia de Sayweke, Namunkura o Inakayal, cuyos últimos años fueron documentados, nada se sabe del fin de Rewke Kura. Los autores del libro colectivo suponen que dejó de existir en cautiverio, a poco de llegar a destino. Es llamativo -por no decir sospechoso- que en los diarios de los oficiales o en el libro de la posición no se diga nada al respecto, porque tenían órdenes de anotar todo. ¿O casi todo? Los que saben son los pehuenes y los ñires que allí estaban y todavía permanecen. Las que saben son las memorias de aquellas ñaña que en Aluminé, encontraron la chance de despertar desde el fuego.

Referencias bibliográficas

Carignano, Valentín; Desteffaniz, Carolina; Girini, José; Grilli, Jorgelina; Maité, Mónica; Medina, Pablo; Ricciuto, Titi; Salazar Siciliano, Giovanna; Temi, Elías (2016): “Historias de Aluminé. Voces de nuestra tierra”. EDUCO – Universidad Nacional del Comahue. Neuquén.

Vezub, Julio (2002): “Indios y soldados. Las fotografías de Carlos Encina y Edgardo Moreno Duarte durante la ‘Conquista del desierto’”. El Elefante Blanco. Buenos Aires.

Fuente: https://www.enestosdias.com.ar/4366-corre-frio-por-la-espalda-cuando-se-reavivan-memorias-de-fuego

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