Repudian la discriminación al Pueblo Wichí: “Nos han condenado a vivir en el olvido”

Comunidades indígenas de la provincia del Chaco, el Observatorio de Violencia contra las Mujeres y un Museo de Antropología repudiaron actos de discriminación.

Octorina Zamora y Ariel Fabián, de la Guardia Washek

03/04/2020

“Los estados provinciales junto con los nacionales a lo largo de la historia nos han condenado a vivir en el olvido, solo nos han mirado para usarnos como esclavos, mano de obra barata o para sumar un voto el día de la elección”. El comunicado es de la Guardia Comunitaria Whasek, de la comunidad wichí de la localidad norteña de El Sauzalito, en la provincia del Chaco.

La Guardia Washek, que en algunos medios más conservadores es tomada como “paramilitar”, salió a aclarar en más de una ocasión que decidieron organizarse para cuidar el territorio de despojos ya conocidos como el de los desmontes.

“Estas palabras, nuestra palabra, nace del dolor, de la bronca, de la rabia de ver como discriminan con mucho odio y racismo a nuestros hermanos y hermanas wichí en la provincia de Salta”, indicaron los guardianes en un comunicado.

Al hacer referencia a los niños que “mueren de hambre, abandonados” sin la atención médica necesaria, señalaron la desnutrición como “la pandemia que más nos golpea a nosotros como pueblo originario que somos”.

“No terminan de secarse nuestras lágrimas cuando despedimos a uno de nuestros hijos pequeños cuando otra vez nos encontramos llorando en silencio, olvidados”, dijeron. En esa línea recordaron que a una misma familia wichí de Salta le tocó enterrar a dos de sus hijos con diferencia de un día. “¿Muertos? Sí, desnutridos, muertos de hambre, de olvido, de marginación. De injusticia”.

Recordaron que en ese olvido al que condenaron los gobiernos nacionales y provinciales desde siempre a los pueblos indígenas, históricamente sobrevivían con lo que daba el monte. Pero “ahora ya ni eso, hasta el monte es asesinado por las empresas multinacionales que sin compasión arrasan con él”, una misma realidad que se vive, recordaron, en Salta, Chaco y Formosa.

“Cuando hace falta que el Estado esté presente, más ausente elige estar, discriminándonos, marginándonos, silenciándonos”, manifestaron al hacer referencia a la denuncia de discriminación contra el Hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal. En la entidad sanitaria se decidió trasladar a los niños y niñas con desnutrición y a sus madres a un lugar más pequeño, en condiciones de hacinamiento.

“Exigimos que se resuelva de manera inmediata esta gravísima situación que están atravesando los pueblos originarios en Salta, que hagan lo que es su deber hacer, como gobernantes y representantes del pueblo”, manifestaron al sostener que “la vida es un derecho y preservarla, también”.

Relaciones de desigualdad

Desde el Observatorio de Violencia contra la Mujer, en tanto, se sostuvo que el hecho de que “niñas y niños wichís atraviesen una situación de discriminación estando internados por desnutrición y que una dirigente originaria como Octorina Zamora haga llegar su reclamo” a una diputada nacional “son manifestaciones de la intersección que se produce entre la desigualdad por motivos de género y otros sistemas de subordinación y exclusión como, en este caso, el no acceso a territorios que las comunidades demandan aún cuando la Constitución Nacional reconoce desde 1994 la preexistencia de los pueblos originarios y la propiedad de sus tierras”.

Las definiciones volcadas en el comunicado oficial que lleva como título “Protección a los derechos de los pueblos originarios y atención integral a las niñas y niños wichis internadas/os por desnutrición”, se complementan con un estudio que financió la entidad y abordó la situación de las mujeres originarias en las comunidades del norte de Salta.

Un aislamiento anterior

Desde el Museo Etnográfico “Juan B. Ambrosetti”, de la provincia de Buenos Aires, en tanto, se expresó preocupación ante la emergencia socio sanitaria que padecen las comunidades indígenas del Chaco salteño y las muertes de “más de una decena” de niños wichí por desnutrición y deshidratación.

“Esta situación se ve agravada por la actual situación de aislamiento social, producto de la pandemia del Covid-19. Un problema central es la falta de agua segura, debido a la contaminación por agrotóxicos, la falta de víveres y de recursos del monte, como consecuencia de a la deforestación de los últimos años y el aislamiento social que ya sufrían de antemano por la discriminación racista”, indica el escrito.

Ante el confinamiento de los niños y niñas desnutridos en el Hospital de Tartagal a un espacio más reducido, consideraron que “resulta inaceptable que en nuestra sociedad democrática, que procura de forma permanente afianzar los derechos humanos, la libertad y reconocer la pluralidad cultural, se siga discriminando a los grupos originarios sin garantizar sus derechos a la salud, nutrición y educación”.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/257209-nos-han-condenado-a-vivir-en-el-olvido

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