El trabajo realizado por la colectiva de trabajo de la Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA Autónoma Nacional fue presentado al Presidente Alberto Fernández y a Elizabeth Gómez Alcorta, la titular del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidades.
El documento sistematiza y denuncia la profundización de las precariedades y la desigualdad en el marco de la crisis sanitaria. Asimismo presenta propuestas de abordaje ante las diversas situaciones de violencias de género -psíquica, económica, física en el marco de la pandemia: “La perspectiva de género y el aporte desde las y les trabajadores debe ser integrado para fortalecer esta estrategia”.
Ricardo Peidro, Secretario General de la CTA Autónoma, manifestó que “es un aporte muy importante de nuestra Central, teniendo en cuenta que la mayoría de los sectores esenciales están a cargo de mujeres trabajadoras, muchas de ellas con salarios muy bajos y con fuerte precarización laboral y que en este momento de emergencia están a cargo, además de su trabajo, de sus hijos que no tienen escuela, del cuidado de los adultos mayores y que por lo tanto cada una de las políticas emanadas del Gobierno sería bueno que incluyeran políticas integrales de género”.
El envío al presidente Fernández y a la Ministra Elizabeth Gómez Alcorta busca que el trabajo sea tenido en cuenta en las medidas que se están implementando en el marco de la Emergencia Sanitaria: “El aislamiento social obligatorio recrudece la violencia doméstica y esto es reconocido también por el propio gobierno. Por lo que ha tomado algún tipo de medida que tiene que ver con autorizar a las mujeres y las comunidades LGTBQ a romper el aislamiento para ir solas o junto a sus hijos e hijas a denunciar los hechos de violencia de género”, indicó a ACTA Claudia Baigorria, Secretaria Adjunta de la CTAA.
De acuerdo a las cifras relevadas por la Casa del Encuentro, desde el comienzo de la cuarentena y al día jueves 16 de abril, fueron asesinadas 21 mujeres, 4 de ellas eran niñas y 1 de cada 5 tenían denuncias previas por violencia de género. Además en Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, se incrementaron en más de un 60% las denuncias en la línea 144: “Entendemos que la política contra la violencia de género, que se recrudece en el marco de la pandemia, tiene que ser una política de Estado, una política central, con presupuesto para la emergencia y entendiendo que estamos en emergencia de violencia de género, por lo tanto tiene que haber una política integral que no solamente dependa del Ministerio de las Mujeres sino interrelacionada entre todos los Ministerios y el Poder Judicial y de las Fuerzas de Seguridad para excluir a los varones violentos de sus domicilios, pero tiene que ser fuertemente presupuestada”, indicó Ricardo Pedro.
A su turno, Baigorria expresó también la preocupación de la Central de que las ministra de las mujeres no esté integrada en el Comité de Crisis: “tampoco en la mayoría de las provincias y municipios se integra a las compañeras de género de las distintas organizaciones sociales para dar un aporte sobre esta perspectiva que hoy por hoy es tan urgente en nuestra sociedad”.
“Entendemos que la violencia contra las mujeres diversidades, niños niñas niñes y adultos mayores debe abordarse de manera colectiva y no como hasta ahora de manera marginal”, indicó Baigorria a la vez que afirmó que durante su último discurso, el presidente Alberto Fernández “no habla ni menciona este flagelo social que nos afecta a todas”.
El documento presentado al Gobierno Nacional –a través del Presidente Alberto Fernandez y la Ministra de las Mujeres, Género y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta-, se construyó con el aporte de las compañeras Secretarias y responsables de Género de la CTAA todo el país y en colaboración con el Departamento de Género y Diversidad de ATE Nacional. El mismo pretende aportar un enfoque de género que permita, en este contexto de emergencia sanitaria + emergencia social y económica, dar cuenta de qué les pasa a las mujeres y personas LGTBI+ en relación al impacto del Aislamiento Social Obligatorio (ASO), el impacto de la crisis económica, las condiciones de los servicios de atención, la declaración de esencialidad del trabajo de sectores altamente feminizados y precarizados y el trabajo de cuidado como dimensiones fundamentales en tanto vectores reproductores de pobreza, desigualdad y violencia.