La Ley de emergencia económica y financiera de CABA viola todos los parámetros constitucionales

Entrevista al Dr. Jonatan Baldiviezo del Observatorio de Derechos de la CABA
La Ley de emergencia económica y financiera de CABA viola todos los parámetros constitucionales

Mario Hernandez

 

M.H.: Aprobaron súper poderes para Horacio Rodríguez Larreta en la Legislatura porteña y entre otras organizaciones el Observatorio de Derechos de la Ciudad hizo una serie de observaciones que me gustaría compartieras.

J.B.: En primer lugar la cantidad de facultades que está delegando la Legislatura en la cabeza del Jefe de Gobierno, implica hacia futuro que la Legislatura se declara prescindible para discutir y adoptar medidas en esta crisis económica y sanitaria de la pandemia del Coronavirus y le deja al Jefe de Gobierno la total decisión para administrar esta crisis, incluso decisiones que tienen que ver con modificar, suspender leyes de la Ciudad de Buenos Aires y contrataciones a futuro.
Estos súper poderes por un lado, le dan al Jefe de Gobierno la capacidad de modificar en su totalidad el Presupuesto de la Ciudad, eso quiere decir que Larreta va ser el único que defina el destino y la distribución de los recursos de la Ciudad de acá a fin de año, nadie va a poder discutir cómo se utilicen estos recursos.
En segundo lugar, va a poder definir qué leyes va a cumplir y qué leyes no, porque la Legislatura le dio la facultad de suspender aquellos programas que derivan de leyes, y toda ley que se determina operativa se convierte en programas, entonces va a poder decidir si no quiere cumplir una ley y va a poder suspenderla. La única restricción o marco que le puso la Legislatura es que no se trate de leyes relacionadas con la salud, la educación o de desarrollo humano; pero leyes ambientales, leyes que tienen que ver con el transporte, la seguridad, va a poder modificarlas o suspenderlas a su antojo.
Y en tercer lugar le dio la facultad de modificar las cláusulas contractuales y los pliegos y contratos que derivan de leyes de la Ciudad, especialmente esos contratos que tienen que ver con las concesiones de los servicios públicos de la Ciudad que la Constitución ha establecido que se discutan en la Legislatura, se deben discutir y aprobar en la Legislatura, pero a partir de esto esas contrataciones Larreta va a poder modificarlas a su gusto. En un contexto en el que una de las concesiones que está latente de ser adjudicada es la del servicio público de subte, hasta ahora hay un solo oferente, entonces ahora Rodríguez Larreta podría sentarse con ese único oferente que es Metrovías a charlar mano a mano las cláusulas sin que esas discusiones sean rectificadas por la Legislatura porteña.
Muchos preguntan por qué se critica tanto esta Ley de emergencia económica y financiera de CABA si a nivel nacional existe una Ley de emergencia económica. La cuestión es que justamente a nivel nacional al Presidente Alberto Fernández se le dio la facultad de estructurar ciertos sectores del Estado, lo que tiene que ver con el sistema energético, el sistema impositivo y la deuda, pero no se le dio la facultad de suspender a su antojo todas las leyes de la Nación, como sí se le está dando a Rodríguez Larreta y mucho menos de modificar las cláusulas contractuales o los contratos a nivel nacional.
Además, hay una diferencia institucional muy fuerte, la Constitución nacional permite al Congreso que en cuestiones de emergencia pueda delegar sus facultades al Presidente, en cambio la Ciudad de Buenos Aires, tiene una constitución más democrática y prohíbe absolutamente al cuerpo legislativo delegar sus facultades en el Jefe de Gobierno, no establece ninguna excepción temporal, ninguna excepción por materias ni ninguna excepción de emergencia que habilite esa delegación de facultades.
En caso de emergencia la Constitución de la Ciudad solamente autoriza al Jefe de Gobierno a dictar DNU (decreto de necesidad y urgencia) pero esos DNU siempre tienen el contralor de que pueden ser aceptados o rechazados por la Legislatura.

M.H.: Entonces quiere decir que esta votación de la Legislatura porteña que obtuvo 38 votos afirmativos sería inconstitucional.

J.B.: Ha violado todos los parámetros constitucionales, ha violado la prohibición de delegar facultades de la Legislatura, ha violado los procedimientos necesarios para votar esta ley. Esta ley como tiene la costumbre este gobierno de suspender leyes, puede suspender leyes que fueron votadas con 40 votos, por lo tanto, esta Ley tendría que haber sido votada con 40 y no con 38 votos.
Además, como es una norma de excepción, es la excepción máxima que le puede dar la Legislatura al ordenamiento jurídico, la Constitución establece que cuando se votan leyes de excepción se tiene que hacer un procedimiento que se llama de doble lectura, que implica una primera aprobación de la Legislatura, la convocatoria a una audiencia pública y una segunda ratificación por la Legislatura. Este procedimiento se debe justamente a que cuando la Legislatura esté por hacer una excepción a la normativa general y cotidiana de la Ciudad, tiene que tener un ámbito de transparencia y discusión ciudadana para evitar que la clase política otorgue excepciones arbitrarias, aplique favoritismos o inicie actos de connivencia o corrupción.
Entonces, esos ámbitos de discusión y de participación ciudadana no se hicieron, tuvo una sola votación el jueves pasado y es suficiente y el día de hoy ya se publicó en el Boletín Oficial. Sin ningún tipo de debate ciudadano.

M.H.: Este accionar del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de alguna manera anti jurídico y anti constitucional se ha vuelto habitual, digo esto porque hemos conocido en los últimos días una serie de resoluciones de la justicia respecto de la situación de la falta de agua en la Villa 31, respecto de los trabajadores de la salud y su seguridad personal y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires las ignora, no toma ninguna medida, es más, entre las medidas que anuncia no hace ningún tipo de mención a la situación que se está viviendo en las villas de emergencia de la Ciudad, en los barrios populares, tampoco de las reiteradas denuncias de los trabajadores de la salud donde no se cumplen los protocolos de seguridad personal, el tema de los geriátricos. Entonces ¿cómo se puede enfrentar una situación de este tipo?

J.B.: Es bastante difícil, porque desde que la gestión del PRO asumió en CABA ha ido acumulando poder político y público, en esa acumulación primero hizo una agresión constitucional a lo que es la democracia participativa que tiene que ver con el vaciamiento de las Comunas, con que todos los mecanismos de participación ciudadana son meramente formales en la Ciudad, cuando logró eso avanzó contra la democracia representativa, con la Legislatura, y de esa forma empezó a evitar que ciertas decisiones pasen por el Parlamento, cuando no le quedaba otra empezó a votar leyes con mayorías inferiores a las que exige la Constitución, empezó a soslayar el mecanismo de audiencia pública y está llegando al extremo ahora de cerrar la Legislatura de la Ciudad.
Ante esta acumulación de poder que fue construyendo en estos últimos 12 años, que implica también el disciplinamiento del Poder Judicial y de los organismos de contralor. Porque cuando el Jefe de Gobierno maneja la Legislatura la Constitución establece que la distribución del poder de la Legislatura iba a hacer que los órganos de contralor regulen a los poderes, que el Poder Judicial sea designado por jueces de distintas orientaciones políticas, etc.
Todo eso fracasó cuando logró las mayorías absolutas en la Legislatura que comenzó a controlar el Consejo de Magistratura, empezó a designar a los titulares de los organismos de defensa pública, de auditoría; entonces estamos en un contexto en el que es muy difícil enfrentar una decisión del Jefe de Gobierno.
Por otra parte, todavía no estamos viendo que exista en la Ciudad una oposición política, no tanto discursiva, sino que plantee una alternativa de ciudad, porque a nivel nacional en las últimas elecciones pudimos presenciar que había dos modelos de país en disputa y que se ponía en manos de la población la decisión a través de los votos. En la ciudad de Buenos Aires hay una percepción que indica que la única manera de administrar es la que tiene el PRO que tiene un eje de transferencia transversal de lo público al ámbito privado, a la privatización.
En la Ciudad no se ha logrado generar un sector de oposición que muestre una ciudad alternativa a la que gestiona el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Creo que el contexto actual de la epidemia del dengue y la pandemia del Coronavirus está mostrando la fragilidad y las debilidades de esta gestión por primera vez, por primera vez se está quebrantando esa cobertura mediática que tenía Macri en su momento, Rodríguez Larreta actualmente y se está empezando a vislumbrar que necesitamos otro tipo de políticas que estén relacionadas y orientadas al derecho a la ciudad, a la defensa de lo público, a la desmercantilización de la ciudad y a otro tipo de relaciones de la ciudad con la naturaleza.

M.H.: ¿Querés agregar algo más?

J.B.: Estamos muy preocupados por la situación que se vive en los barrios populares y en los paradores, un eje que siempre se trata de soslayar que es la crisis habitacional, la pandemia del Coronavirus refleja en forma directa la sensibilidad hacia el sistema sanitario, cómo hacer que la curva se aplane para que no colapse el sistema sanitario, pero lo que estamos viendo ahora es un eje esencial, que es esencial para prevenir el Coronavirus, atender las crisis habitacional que tiene CABA.
Esa desatención está haciendo que los sectores que más sufren esto, como son las personas en situación de calle o las familias que viven en barrios populares, sin infraestructura sanitaria, sin acceso a servicios públicos en condiciones muy precarias son donde se está expandiendo y acelerando el contagio del Coronavirus.
En los últimos días todo un parador se tuvo que cerrar porque se contagió el 90% de las personas en situación de calle que estaban allí, cuando le decíamos a la Ministra que la solución no eran los paradores, sino que así como se le daban hoteles a las personas que venían del exterior, por qué no se podía llevar a hoteles a las personas en situación de calle en vez de aglomerarlas en paradores donde ya sabemos que no es una situación habitacional, pero si se contagia uno se contagian todos.
Esto se está empezando a ver. Me acaban de informar que hay casos nuevos en el parador cercano al barrio Olímpico. Estas son situaciones alarmantes que tienen que hacer pensar que la crisis habitacional no es una cuestión que tenga que resolver cada familia, que no se puede tratar de si tuviste o no suerte en la vida, sino que es una política colectiva de la ciudadanía porteña y que el Estado tiene que intervenir y garantizar una vivienda adecuada para cada familia porteña.

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