Servindi, 9 de junio, 2020.- Fue acusado de “brujo”. El médico tradicional maya, Domingo Choc Che, quien formaba parte de un grupo de investigadores multidisciplinarios para documentar el conocimiento maya Q’eqchi, fue quemado vivo luego de una acusación por supuesta brujería.
Foto: Mónica Berger
El asesinato ocurrió el sábado 6 de junio en la aldea Chimay, en el municipio de San Luis, del departamento guatemalteco de Petén, donde residía el científico tradicional del pueblo maya Q’eqchi.
El mismo día de la tragedia, el gobernador de Petén, Luis Burgos, informó que los policías y fiscales –en un primer momento– habían sido impedidos por los comuneros de realizar el trabajo cuando se presentaron a “levantar las evidencias”.
“Ninguna razón es justificación para quitarle la vida a un ser humano. Es la justicia la que debe llevar estos casos y verificar que se haga cumplir la ley correspondiente”, refirió el funcionario.
La Conferencia Nacional Oxlajuj Ajpop responsabilizó a “turbas fundamentalistas y fanáticos de la cristiandad hegemónica presentes en la aldea Chimay, quienes injusta y en forma ignorante venían descalificando el rol de un conocedor del manejo y uso de plantas medicinales”.
“Don Domingo era un médico tradicional y un guía espiritual maya, quien prestaba servicios de atención espiritual, curación y prevención de enfermedades para la salud de católicos, evangélicos y practicantes de la espiritualidad maya”, denuncia.
“El fanatismo religioso ha matado a un defensor de la Madre Tierra, los bosques y el agua”, lamentan en un comunicado.
A través de su cuenta de Facebook, Mónica Berger, directora de la Unidad de Antropología Médica de la Universidad del Valle de Guatemala, destaca la trascendencia de Domingo Choc como Ajilonel (científico maya experto en medicina natural) y Ajq’ij (guia espiritual).
De acuerdo con su testimonio, Berger conoció a Choc en una reunión con Asociación de Concejos de Guías Espirituales Releb’aal Saq’e’ (ACGERS) con quienes trabaja desde el 2010.
Ella lo recuerda como un hombre “comprometido con preservar y transmitir el conocimiento ancestral sobre la protección de Madre Naturaleza y su medicina a las nuevas generaciones y al mundo”.
“El abuelo Domingo, junto a otros sabios abuelos y abuelas Q’eqchi’, trabajó incansablemente para sacar a la luz el valor de la sabiduría maya”, relata.
Asimismo, Berger comentó que Choc integraba un grupo interdisciplinario de científicos mayas, guatemaltecos y europeos que trabajaban “dos grandes proyectos de investigación y desarrollo” con la Universidad de Zurich en Suiza, University College London, en Inglaterra, y la Universidad del Valle de Guatemala.
“Estábamos trabajando un inventario de especies medicinales para poder documentar y proteger el conocimiento Q’eqchi’ de forma que quedara evidencia que todo esto es conocimiento indígena”.
“El abuelo estaba ayudando a escribir un libro en el que quedaría la evidencia de la ciencia herbal maya Q’eqchi’, como un mecanismo de documentar la propiedad intelectual de su pueblo”, escribió.
Denunciar acusaciones de fundamentalistas
Distintas organizaciones regionales de la Conferencia Nacional Oxlajuj Ajpop exigieron a la Conferencia Episcopal de Guatemala, la Alianza Evangélica y otras instituciones de distintas denominaciones religiosas orientar a sus feligreses para que respeten a los guias espirituales mayas y sus ceremonias.
Asimismo, mediante un pronunciamiento pidieron a los médicos tradicionales mayas “pronunciarse ante la acusaciones, intimidaciones y amenazas” que sufren permanentemente por parte de “las corrientes fanáticas y fundamentalistas” en los territorios que habitan.
Exigieron también al Ministerio Público investigar el asesinato y aplicar la justicia a los autores intelectuales materiales y a la policía a brindar protección inmediata para salvaguardar la integridad de la familia de Choc y demás personas de la intelectualidad maya que viven en la aldea.